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Belén

Abrí los ojos lentamente, bostece y en cuanto me moví un poco me di cuenta de dónde estaba, o más bien donde seguía estando, en la casa de los chicos. Sentí un ligero peso en mi hombro y cuando miré reconocí enseguida la mano tatuada de Mauro, me giré lentamente hacia el otro lado y vi su cara, seguía durmiendo, en algún momento los dos nos habiamos quedado dormidos.

Con cuidado tomé su mano para apartarla y poder levantarme, pero cuando volví a mirar su rostro, sentí la tentación de quedarme ahí. Se veía tan tranquilo, tan en paz mientras dormía; era una imagen encantadora.

 Acerqué mi mano a su rostro y acaricié su mejilla con delicadeza, solo podía pensar en las emociones que causaba éste chico en mi con su simple presencia.

Quite mi mano y me levanté cuando escuché el sonido de la puerta de entrada abriéndose, eran Tiago y Enzo. 

—¿Qué onda, Belu?— me sonrió Enzo—, ¿cómo estás?

Les hice una seña para que hablaran bajo, ya que Mauro seguía durmiendo. Cruzamos un par de palabras y después les dije que llamaría un auto para ir a la otra casa, Enzo se ofreció a llevarme, ya que tenía que volver a salir y podía pasar a dejarme.

Le mande unos mensajes a Mari, pero como no contestó supuse que seguía durmiendo, y no quería interrumpir si estaba con Rusher.

Tomé mi mochila y me fui.

Durante la tarde, me puse a pensar sobre el momento en que tuve a Mauro tan cerca; en ese instante, solo quería darle un beso.

***

Mauro

Levábamos un par de horas grabando el video del próximo tema que saldría con Khea, "Wacha", me había traído a casi toda mi gente a la locación ya que se necesitaban varios extras para algunas escenas. El rodaje era en una casa que tenía un patio gigante, donde había piscina y aro de basket, así que cuando nos daban tiempo libre nos poníamos a jugar ahí con los pibes.

Estábamos hace unos minutos jugando, cuando a Tiago se le fue el balón a la mierda y lo terminó pescando la Mari.

—¡Dale Mari!, ¡pasalo!— gritó Tiago.

Vi que Mari se lo pasó a Belu, quién iba caminando al lado suyo y se acercó con el balón en las manos.

—A ver, tirá— le dije.

Me miró, hizo rebotar el balón y lo tiró, encestando.

—Aprendan, loco— dijo para luego reírse.

—Buee, se te subieron los humitos en dos segundos, chilenita— le dije. Me miró y se rió antes de alejarse con Mari.

Al poco rato dejamos de jugar y, mientras hablaba con Asan vi que pasó la Belu corriendo, atrás de ella iba la Pilar y Mari persiguiendola. Miré al Asan unos segundos y cuando volví a mirar en dirección a la Belu vi cuando se cayó; me acerqué para ver si se había lastimado o algo.

—¿Estás bien?— pregunté. Ella seguía en el piso, sentada.

—Me doble la manito— se rió, tocando su muñeca.

—¿Te duele?— quiso saber Mari—, ¿te doblaste muy fuerte?

—No sé, me duele un poco.

—A ver, levantate— la ayudé a ponerse de pie—, ¿querés ponerte hielo?

—Bueno.

—Vení.

Mari y Pilar se quedaron en el patio y solo fui con Belu a la cocina.

—Esto nomás— sacó una birra de la heladera y se la puso en la muñeca.

—¿Te duele mucho?

—Nah.

—Porque si te duele mucho vamos a médico, o mejor llamo pa' que vengan, el video puede esperar, mirá si te lesionaste en serio.

Ella se empezó a reír.

—¿Por qué te reís?

—Eri un exagerado.

—Ah bue.

—Si estoy bien— dejó la birra en la mesa—, me doblé un poquito noma'. 

—Encima que me preocupo por vos.

—Y está bien.

Nos quedamos mirando.

Solo podía pensar en lo hermosa que es.

Unas ganas de chaparmela hasta que se le olvide que había dicho que fuéramos amigos.


Belén

¿Me estaba mirando los labios?

Me estaba mirando los labios.

¿Estará pensando lo mismo que yo?

Literal estamos a un metro, ¿por qué me complico tanto?

—Mauro.

—Dime.

Me quedé callada. Ni siquiera tenía algo para decir.

Él se acercó, haciendo que nuestras caras quedaran a pocos centímetros.

Mi pulso se aceleró de inmediato. 

—¿Qué pasó?— preguntó, ladeando la cabeza.

Sus ojos, los cuales miraban fijamente los míos, bajaron por un momento a mis labios y entonces me decidí.

Acerqué mis labios a los suyos, ya no aguantaba más. Pero cuando estuvimos a punto de besarnos, alguien irrumpio en la habitación.

Puta la hueá.

𝑪𝑨𝑳𝑳 𝑴𝑬 𝑴𝑨𝒀𝑩𝑬 | 𝑫𝒖𝒌𝒊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora