A eso del mediodía el padre de Sara comenzó a visitar a sus nuevos vecinos, estaba claro que su hija necesitaba urgentemente una nueva amiga después de todo lo sucedido aunque claro, él no sabía lo que realmente había pasado con Ylenia.
Llamo a la puerta de una casa normal y corriente, allí le abrió una muchacha guapa de pelo negro y ojos verdes.
- ¡¡Hola!! ¿Quién es usted?
- Hola buenas, soy el vecino de al lado venía a presentarme. Soy Lucas. -Dijo éste algo tímido.
- ¡Ah! Encantada yo soy Virginia, pasa. -Dijo entusiasmada.
Cuando entró se dio cuenta de que no estaban los padres de esta joven así que sin más le preguntó:
- ¿Y tus padres no están para saludarlos?
- No, yo vivo sola con mi hermano mayor Javier, ¡espera un momento que saldrá ya! -Dijo Victoria.
- ¡Hola,bienvenido! Me llamo Javier.
- Encantado yo soy Lucas, pero ahora me tenéis que disculpar tengo que volver a casa, pero eso sí me gustaría que visitarías mi casa, esta justo ahí. -Dijo señalando la gran casa donde habitaban- Tengo una hija de vuestra edad, y es algo tímida, como nos hemos marchado de nuestra ciudad ahora no tiene con quien hablar, por favor pasaros.
- ¡Claro lo haré no se preocupe! -Dijeron los dos hermanos al unísono.
Virginia se sentía algo tímida puesto que no les conocía de nada y presentarse en una casa de ricachones sin llevar nada quedaría un poco feo así que esperó a que su hermano se fuera a trabajar y comenzó a preparar una tarta de tres chocolates.
- ¡Así estará perfecta! Espero que les guste... Seguro que han probado cosas mejores, ¡pero bueno mis dotes culinarias son las que son! Dijo Virginia riendo
Tras la vuelta a su casa Lucas subió a darle la gran noticia a su hija por fin tendría una amiga con quien charlar.
- ¡Papá eso es fabuloso muchas gracias! -Dijo Sara.
Mientras tanto en otro lado de la ciudad se encontraba nuestro querido John pensando como podría decirle a Sara de ir con ella a esa fiesta, la llamó unas cuantas veces pero siempre colgaba en el primer pitido, hasta que sin querer hundido en sus pensamientos Sara lo cogió:
- ¿Sí?
- Emm... Ho..la... Soy John lo siento no debería haberte llamado.
- ¿Porque? Si me has llamado es porque algo querías ¿no? . Dijo Sara un poco ruborizada.
De repente John colgó ¿donde estaba el chico malote del que siempre todas las chicas hablaban? Sí, el típico tío que solo quería a una chica para hacerlo, pero en este caso era diferente aunque prefirió no decirle nada a sus amigos pues quizás se burlarían de él por ser un cursi.
Sara no le dio importancia no sería nada pensó, pero ahora llegaba el momento de la gran visita que esperaba.
La madre de Sara abrió la puerta:
- ¡Hola Virginia! ¡Encantada de conocerte! Me alegro mucho que te hayas decidido a venir seguro que te caerá muy bien mi hija. ¡¡SARA!! - La llamó ésta para que bajara.
- ¡Hola yo también me alegro de conocerle a usted! No dudo en que su hija y yo nos llevemos muy bien, les he traído un pequeño detalle espero que os guste. -Dijo Virginia un poco tímida.
Tras bajar Sara a el comedor se dispusieron a charlas un poco, mientras las tres comenzaron a comer esa tarta preparada por Virginia una vez que hubieron terminado de comer, Sara exclamó:
- ¡Vamos a mi habitación! ¡Quiero contarte cosas!
Así que ambas subieron y acostadas en la cama de ésta comenzaron a hablar de Ale:
- Yo ya no creo en el amor ¿Sabes? tuve un novio le entregué todo lo que tenía y luego estaba con mi mejor amiga ¿entiendes mi dolor? Encima me dijo que la perdonara, se que ella ni sentía eso puesto que sabía que yo no iba a volver allí nunca más... - Dijo Sara.
- Yo también he tenido problemas en el amor, he tenido varios novios pero solo uno serio, ¿y luego que? Me engañó, se iba de putas cada día, yo también me sentí como una mierda pero ya no quiero pensar en tíos solo pasarlo bien con mis amigas... Cambiemos de conversación ¿porque te viniste aquí? - Dijo Virginia nerviosa
- ¡PUES YO SEGUIRÉ CREYENDO EN EL AMOR! Quizás algún día venga alguien apuesto a mí...
- La verdad vinimos porque a mi padre lo destinaron a otro lado a trabajar quizás es mejor estar aquí después de todo lo que me ha sucedido. -Dijo Sara con lágrimas en los ojos.
Virginia para solventar la situación trató de cambiar de tema:
- ¿Sabes? Van a dar una fiesta en casa de un compañero mío de clase ¿que te parece si vamos? Conocerás gente, además te vendría muy bien...
- No se yo... Que palo... -Dijo Sara.
- ¡Ni hablar tu irás! Lo malo es que hay que llevar pareja... Yo ya voy con el que organiza la fiesta, no es mi novio, pero es muy guapo. -Dijo Virginia sonrojada.
- ¿Pero tu no decías que no creías en el amor? Además ¿yo como voy a ir si no tengo ni pareja? -Dijo Sara abrumada
- Tranquila yo haré que puedas venir sea como sea con pareja o sin ella, y no no es mi novio ni lo será ya he dicho que solo quiero disfrutar mi juventud.
Así transcurrió el día hasta que se hicieron las tantas de las noches las dos chicas seguían hablando de las cosas que más le inquietaban, se establecía poco a poco una amistad que nunca nadie podría romper pero... ¿hasta que punto puede ser esto verdad?

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Te esperaré
RomancePRÓLOGO Sara una chica de 18 años alocada, inteligente, amable, sencilla, estudiante y con las cosas bastante claras. Sin embargo con el corazón partido por una ''relación'' anterior por llamarle de cualquier forma y traicionada por su mejor amiga. ...