𝙔𝙤 𝙣𝙤 𝙡𝙤 𝙢𝙖𝙩𝙚

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Vi una niña caminando hacia mi dirección, me fijé bien y tenía el mismo lazo que yo, pero ella lo traía en el brazo. La mire asustada, traía con ella a uno de los hombres, pero se veía zombie. Nos quedamos cara a cara y de apoco me acerque a ella

— Oye, ¿Estás bien? Ven, conmigo —le dije amable y preocupada—

El monstruo intento atacarme, saque mi cuchillo, pero ella lo detuvo de alguna manera parecía que lo controlaba

—¿Qué? ¿Lo mataras? —me preguntó— Por fin está tranquilo, déjanos —el monstruo se fue, mire su brazo— ¿Tu eres Lee Eunyoo?

—¿Cómo sabes eso? —le dije seria—

—Ellos no eran malos y murieron por ti —dio media vuelta e intenté agarrarla y no tuve éxito— No lo hagas, a ella no. Hay que irnos —le dijo a un pequeño monstruo—

 Volví a el refugio otra vez, me dolía todo el cuerpo ahora sí y no habia conseguido nada. Vi que estaban molestando a Yeongsu, él se defendió pegándole y tuve que interferir antes de que pasará otra cosa

—¡Arriba! —lo levante— ¡Arriba!

—¡Suéltame! —se safo de mi agarre—

—Váyanse —le dije a los otros— ¡Ya lárguense!

—¡Oye, vas a ver! —amenazaron a Yeongsu y se fueron—

—¡Ya! —me gritó—

—¿Qué estás haciendo? —intente limpiar su nariz, pero quito mi mano bruscamente— ¿Eres un matón?

—Yo sí quiero defender, no como tú —me dijo—

— Kim Yeongsu —le dije seriamente y me interrumpió—

—Dicen que dejar que te pisoteen te hace mala persona, entonces, deberías matarlos. No dejes que se aprovechen

—¡Kim Yeongsu! —le grite—

—Es lo que yo haré

—respire profundo— Si lastimas a otros, la vida te lo va a cobrar.

—respire profundo— Si lastimas a otros, la vida te lo va a cobrar

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—¿En serio? ¿De verdad? —me dijo—

—Si

—¿Y por qué me lastiman? Yo era un buen niño como papá quería. ¿Por qué todos murieron si siempre hice todo lo que querían? ¿Por qué soy el único vivo? —dijo serio— Ya no debería confiar en los adultos, deberías vivir como quieras. Eso hare yo —se fue—

Mientras iba caminando rumbo a la habitación de esas idiotas, una mujer queria suicidarse. Pasé en frente de ella mientras luchaba por respirar me detuve por un momento y volví, agarré mi cuchillo y solté la cuerda que la sostenía, dejándola caer.

—¿Por qué te metes en esto? —me dijo tosiendo—

—De hecho, tenía que intervenir. Soy el tipo de persona que nadie entiende muy bien. Si mueres en este lugar, todos me echarán la culpa a mí.

—No cambiare de opinión—dijo—

—Está bien, pero para la próxima muérete en un lugar donde no te vea. —le tiré un tarro de comida— Come antes de morir, no lo olvides —me fui—

Me desvié un momento de mi camino para dejarle un regalo a Eunhyuk.

—Do Sangji —dijo alguien atrás mío, era la jefa— Quien se involucra contigo muere

Me di media vuelta, no queria escucharla hoy.

—Entonces, ¿por qué sigue pidiendo que me sigan? —dije—

— ¿También voy a morir? —me preguntó— Creo que es algo que tú sabrías.

—No volveré en un tiempo —dije caminando—

—¿No que pagarías por matar a mi esposo? —dijo ella y voltee rápido—

—¡Nunca dije que yo lo maté! —le dije—

—Nada de eso importa ya. ¿Sabes que queria matarte? Tenías que hacerte la inocente, o suplicar el perdón por un triste error. Así habría podido vengarme o perdonarte, pero no hiciste nada. —dijo quejándose—

—¿Y llegó a una conclusión? —le dije—

—Si, esperaré el momento en que seas un monstruo, perdonarte no es una opción porque quiero matarte. Pero matarte me haría una asesina, como tú. Así que te mataré, cuando te vuelvas un monstruo. No te vayas a morir afuera, no me quites eso también. —se fue—

Necesitaba tranquilizarme por un momento, así que fui a un lugar donde nadie iba y daba camino hacia el exterior libre de monstruos, otra vez sentía que me seguían, pero era imposible que alguien supera de ese lugar. Me senté a acariciar un gatito que vivía ahí.

—Tendrás que resistir con eso por hoy. Alguien se llevó los enlatados tuyos. —lo acaricie—

—¿Saldrás de nuevo? —voltee de reojo—

—¿Eres un acosador? —le dije—

—Debe gustarte el peligro —me dijo—

—Chanyeong, no te metas en mis cosas. ¿En dónde te patearon el trasero? ¿No es vergonzoso decir esas cosas y verte así? Que no te metas.

—Ya no salgas sola —dijo— No lo digo por ti, pones en riegos a todos.

SWEET HOMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora