𝘼𝙣𝙩𝙞𝙙𝙤𝙩𝙤

53 7 0
                                    

Mientras baja vi a Chanyeong, me seque las lagrimas antes de que él me vea. Me apoye en el carro y escuche sus pasos acercandose a mi.

— ¿Estas bien? —me preguntó—

— Vamos. Ya viste lo terco que es. —sonrei forzadamente— Puede que sea imprudente y obstinado, pero tiene un corazon tierno. Es un idiota.

| NARRA EUNYOO|

Sali detras de Jikyeong ¿ a donde carajos iba ahora?

— Oye, ¿cuál es la prisa? Ni siquiera ha despertado Hyunsu.

—Dile que le agradezco —la mire confundida, mientras ella volvió a caminar—

— Carajo... —reproche— Díselo tú. No soy tu mensajera.

—No hay tiempo —dijo casi ignorandome— Esa niña convertirá a otro en monstruos.

—¿Por que?

—Por que no confia en la gente, cree que todos van por ella —explicó—

—Ni siquiera sabes donde carajos esta, deja que hyunsu depierte para ir con él. No seas terca. —me miro—

—Debe estar en el estadio, ella solo conoce ese lugar —dijo evitando mi mirada— Todo esto es mi culpa. Debo arreglarlo

La tome por el brazo antes de que se fuera y le di una pistola.

— Toma, será más facil para que te muevas

No me dijo nada, pero aún así la tomó y se fue... su pongo que es su manera de agradecer. Luego, volví donde Hyunsu, me recoste en el piso que estaba casí helado, y le empecé a hablar a Hyunsu.

—Jikyeong se fue así como así... Yo también podría irme sin mirar dos veces si quisiera —le confesé— Me conoces, sabes lo fria que soy. Toda mi familia lo es.

¿Qué rayos estoy haciendo? ¿Por qué le hablo? Ni siquiera debe estar escuchandome... que tarada soy.

 Aún así me dio igual y segui hablandole.

—Pienso en Eun-hyuk, ese idiota sin corazón.... ¿será que aún sigue resistiendo como tú? No te rindas, Hyunsu...

Me quede mirandolo, aun él estaba transformado, pero su cara transmitia tanta paz y eso me hacia sentir inquieta. Me preguntaba, ahora que ya no estaba Jikyeong volveriamos a ser los dos, sin que importara los demás... 

|EN LA NOCHE| NARRA HANI

Volvi corriendo a la caravana, me sentia mal como si el monstruo dentro de mi creciera y quisiera de una vez apoderarse de mi y mandarme al carajo... mientras me arrastraba por salvarme y comer algunas hojas que me ayudaban a que no pasara eso, estaba el viejo.

—Sueltame de una vez, ya te entiendo, ¿si? —dijo, mientras yo lo miraba a la cara mientras intentaba calmarme. —Seguire mi propio camino

—No. —dije—

—¿No decidiste quedarte con ellos? —dijo, con una expresión poco amigable—

—Sí, ven con nosotros —dije masticando mi hoja— Eres la unica persona con que me puedo quejar

Me levante y camine hacia la puerta, pero el viejo volvio a hablar y me detuve.

—Terminaras muerta —dijo, y me detuve en seco— No digo que sean malvados, pero como sabes...  así es la monstrualización.

—Eres muy testarudo —voltee a verlo— Eran humanos.

No tuve ni idea de porque su expresión cambio al verme en ese instante, parecia evitar mi rostro y volvi a hablar.

—¿Qué pasa? —pregunté— ¿Sigues mareado? ¿Necesitas una antidoto?

—Si —dijo sobandose los ojos y mirando hacia abajo—

—Nada te pertubaba, ya pasaste tu mejor momento —dije apunto de buscar el antidoto—

—Hani —me dijo, era una de las pocas veces que me llamaba por mi nombre— Buscalo mañana. Espera a que salga el sol.

—¿Por qué? —desvie mi mirada hacia él—

—Ya es tarde ve mañana 

Fue lo último que escuche de él porque sali del carro y camine hacia el edifico.

|NARRA EUNYOO|

Estaba sentada en las escaleras electricas que claramente no funcionaban, escuche pasos, sabía que se acercaba Chanyeong, él me apunto con su linterna. Me molestaba la luz que reflejaba todo mi rostro.

—Deberias comer —me ofrecio un snack—

Lo agarre sin decir nada, él se dio media vuelta como para irse. ¿Por qué se va tan rapido? Acaso ¿Solo venia para darme un estupido snack? Pero no, él se detuvo y hablo nuevamente.

— ¿Qué harás cuando Hyunsu despierte? ¿Se van a ir? —me dijo, evitando el contacto visual— Dijo que no era a quien buscas.

—No es tu asunto. Al igual que yo, ninguno puede entra al estadio. Nos hecharán. 

—Mhm... Ya veo —dijo—

|NARRA HA-NI|

Volvi de traer el antidoto, me dio igual sus palabras de ese tonto viejo terco. Me acerque tranquilamente a la caravana

—Tengo el antídoto —abri la puerta y entre apresurada— ¿Jefe?



SWEET HOMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora