𝙀𝙧𝙖𝙨 𝙩𝙪

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—No puedes caminar herido —le dije a Chanyeong—

—No quiero más bocas que alimentar. Ya váyanse. —nos dijo el viejo—

—Ella parece querer otra cosa —le dije—

Al final nos llevaron a los dos amarrados de las manos y nos metieron en un almacén.

—¿Qué estás haciendo? —le grite al viejo—

—No confió en ustedes.

La chica subió mi camiseta y vio mi cuchillo, lo tomo en manos y yo no podía hacer nada.

—Déjalo ahí o te lastimarás. —le dije—

—Ah, ¿sí? ¿Quieres esto? —se acercó a Chanyeong— Oye, hagamos un trueque. Lo quiero a él.

—¿Acaso eres tonta? ¿Que no me escuchaste? ¡Te dije que podías quedártelo!

—Oigan —dijo el viejo— arruinaron mi trampa, tienen que pagar.

—Ay no, debe ser una broma

—Los dejaré irse mañana. Cuando lo haga, ya no vuelvan. Hani —le dijo a la chica—

—¿Qué? —dijo molesta—

—Ven ya —le dijo serio—

—Ya voy, jefe. Ya voy

—¡Oye! —me levante— ¡Abre la puerta! ¡Me voy a ir! —grite— ¿Qué diferencia hace si me voy hoy o me voy mañana? ¿Eh? ¡Abre! 

—Oye —me dijo Chanyeong y voltee—

—¿Qué? —dije de mala gana—

—¿Lo dijiste de verdad? —me preguntó sin mirarme a los ojos— Lo que le dijiste, que se quedará conmigo.

—¿Acaso te gustó? —asintió— Ya duérmete —me tiré en el sofá—

Ya había oscurecido, supondría que eran las once o diez. Chanyeong estaba durmiendo y yo buscaba una manera de escaparme, golpee la puerta. Me daba pena dejarlo ahí con esa loca. Hasta que abrieron la puerta dejando ver a la mocosa loca esa.

—¿Qué haces? ¿Vas a seguir a mi hermano? —me preguntó—

—¿No que era tu papá? Elige uno.

—Él me salvó y ya. ¿Entonces? ¿Vas a salir o no?

—dude por un momento— Si, ya me voy.

Camine por todo un camino sin rumbo, vi un profundo hueco en medio de la calle y tome lo primero que habia para golpear cualquier cosa que apareciera, habia un monstruo tirado parecía estar muerto.

—No te atacará —dijo alguien atrás mío, voltee—

Era la niña, caminaba hacia mi dirección y yo baje el palo que habia recogido

—Quiero ver a Yikyeong —le dije— Sabes donde esta ¿no? Tengo que verla

—Mamá, las personas son malas...

—¿Mamá? —le dije—

—Y tú también —me empujo dejándome caer en el hueco—

Mientras caía aceptaba mi destino, no podía agarrarme de nada. Pero algo empezó a caer conmigo y me atrapo, podía verlo.... pero no distinguía bien su cara, y me llevó a la superficie. Me intente levantar de apoco y pude distinguirlo.

 Me intente levantar de apoco y pude distinguirlo

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SWEET HOMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora