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A duras penas controló sus emociones, tenía más preguntas por hacer antes de que empezara ese Certamen. No sabía cuándo empezaría, quizás en cualquier momento por lo que debía tener prisa en conseguir toda la información suficiente, si era como decían a lo mejor no volvía a tener contacto con ninguna de ellas.
-Bien siempre he sido fuerte y he lidiado sola con mis problemas. Saldré de esta. Yo puedo hacerlo. Exclamó en voz alta con el objetivo de que dichas de esa forma le transmitieran seguridad por lo que le esperaba.
-Malva, verdad. Le preguntó a la joven, que asintió emocionada de que le preguntara directamente, todas sentían curiosidad por la bonita chica de la ciudad, seguras de que debía haber vivido experiencias maravillosas y una vida totalmente diferente a la de ellas.
-Antes mencionaste que las reglas habían cambiado, cuáles son las nuevas reglas.
-Bueno, verás, cuando den la señal tendremos diez minutos de ventaja antes de que los hombres salgan detrás nuestro, podemos correr si queremos porque es sabido que las cosas han cambiado y las mujeres ya no quieren unirse a ningún hombre por este tipo de métodos por lo que la gran mayoría tiene como objetivo llegar al puente antes de que se acabe el tiempo.
-Si corremos lo bastante rápido para ganar ventaja quizás podamos llegar yo suelo correr todas las mañanas alrededor de cinco quilómetros y estoy en forma, quizás si sea posible. Comento esperanzada. Pero su rostro de preocupación volvió al percatarse de que todas la miraban preocupadas. ¿Qué pasa? Pregunto.
-Samantha estos hombres son soldados de un país mágico por lo que la gran mayoría tiene magia, aunque está prohibida utilizarla en el Certamen son muy fuertes y extremadamente rápidos, nunca nadie ha llegado a cruzar el puente. Dijo Alba.
-Aun así no podemos rendirnos algo tenemos que hacer o es que acaso están de acuerdo con todo esto. Increpó.
-No lo estamos, pero somos conscientes de nuestra posición, desgraciadamente este tratado se firmó en una época en que las cosas eran muy diferentes.
-Y hay algo más que tienes que saber Samantha.
-Qué es Lehia, dímelo de una vez ya nada puede sorprenderme. Respondió con un suspiro.
-Creo que esto si lo hará. Em… Bueno ya sabes que esto comenzó hace muchos años y que los hombres eran, ya sabes…
-No lo sé Lehia ¿Qué es?
Lehia se acercó y entre todas hicieron un círculo más cerrado para poder hablar. Estaba algo sonrosada probablemente por lo que iba a decir.
-Una vez que uno de los hombres o un soldado, como quieras llamarlo, te encuentra o más bien te atrapa en el bosque pasas a ser su mujer y como tal debe reclamarte. Entonces tienen este ritual de reclamarte y hacerte suya en el bosque demostrando así su fuerza y virilidad ante su mujer y que es digno de merecerte una vez te encontró.
-¡¿Qué?! El grito de Samantha se escuchó en todo el lugar haciendo que todos se giraran para observarla. -Ah no. Ya llegue al límite. Es suficiente, si ustedes quieren permitir que esos cavernícolas las casen en medio del bosque y las violen, está bien, pero yo no. A mí nadie me dice lo que tengo que hacer, voy a llegar al puente así me desgarre los pies en el camino pero no pienso dejar que nadie me case.
Samantha miro desesperada a su alrededor tratando de encontrar una solución para lo que le esperaba cuando el sonido de un cuerno la detuvo. Sonó como en las películas, hueco y profundo que hizo que el murmullo y la desesperación se instalara entre la multitud de jóvenes.
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El Certamen
FantasiaUn simple viaje se convierte para Samantha en su peor experiencia al ser secuestrada y obligada a participar en El Certamen. Una competencia celebrada en otro mundo, que hasta el momento creía no existir, y en la que los soldados de ese lugar compit...