Ｖｏｒａｒｅｆｉｌｉａ [𝑅𝑎𝑑𝑖𝑜𝑎𝑝𝑝𝑙𝑒/𝐴𝑝𝑝𝑙𝑒𝑟𝑎𝑑𝑖𝑜]

4/¿?

𝐀𝐥𝐚𝐬𝐭𝐨𝐫
Caminamos de lo más tranquilos, aunque esos ojos chismosos no paraban de seguirnos. Lucifer se hallaba inquieto, posiblemente por el hecho de que su esposa no estaba en los últimos 7 años.

-Señor Lucifer, señor Alastor- era un reportero -. ¿Cómo se encuentran después de la pelea contra los exterminadores?
-Estamos bien, el hotel ha sido de gran ayuda- dije confiado y animado, aunque dolía un poco la herida de Adam.
-Me alegra escucharlo, ¿el hotel puede ir cualquiera.
-Exacto mi estimado, también allí tengo mi programa de radio que volverá a transmitir cuando menos se lo espere.

El reportero se dirigió al chaparro.

-¿Y como se encuentra ayudando a su hija?
-Bien, ella es la mejor para este trabajo, ha demostrado que si puede podrá darle una segunda oportunidad a quien crea que lo necesite- respiró -. Aunque hayan pecadores que no quieran o puedan redimirse, siempre habrá uno o más pecadores en busca de su redención.

Nos fuimos de allí, no queríamos alertar a más personas y más chismosos. Que suerte que nunca hablaron de nuestra reciente...amistad.
Fuimos a un lugar que vendían radios que conocía cuando estaba vivo,  sin duda la Radio Philips 830 AS. Año 1932.
Me gustaba su tamaño, su color y forma.

-Esa parece bonita- habló Lucifer mirando la misma radio que yo.
-¿Te gusta?
-Si, ¿podemos comprarla? No se si podría transmitirse tu programa.
-No lo dudes- respondí.

𝐋𝐮𝐜𝐢𝐟𝐞𝐫
Sentía que de apoco al ver a Alastor me recordaba a Lilith, esa voz tranquila, aura serena y que le caía bien a Charlie. Al sonreír mis mejillas se sonrojaron, giré mi cabeza al ver no uno sino dos patos de madera.
Alastor me miró, yo le imploré por esos patos de madera, el accedió. Seguíamos comprando cosas, teléfonos de su época, un poco de muebles de aquí para allá y todo estaba listo, lo pagamos y nos fuimos de ahí.

-¿Qué le parece su alteza?
-Me gustó, no sabía que tenías tan buen gusto.
Expulsó una risa -Últimamente dicen que las cosas que se consideran antiguas de a poco vuelven a formar parte de la vida de uno, con tal de librarse un poco del mundo moderno lleno de cosas inútiles como la tele.

Comenzamos a reír, nos miramos el uno al otro y desviamos las miradas. Me estaba empezando a gustar pasar tiempo con él, llegamos al hotel y le saludé a Charlie. Alastor nos interrumpió y decidimos poner las cosas que compramos a mi habitación.
Era agradable tenerlo cerca, ni me di cuenta que también compramos cosas de cocina.

-¿Haremos Jambalaya?
-Claro querido, si queremos hacer que crean que te enseño Jambalaya, debemos demostrarlo.
-Cierto, ¿cuando lo hacemos?
-Mañana.
-¿Y lo otro?
-Eso mañana también, pasado si puedo.

𝐀𝐥𝐚𝐬𝐭𝐨𝐫
Al menos los primeros pasos se estaban cumpliendo, tiré las cosas que eran de Vox que poseía Lucifer, salvo su celular para disimular, ya sabía de lo otro pero era todo a su tiempo, a demás. Tenerlo esperando a que pueda satisfacer sus necesidades era divertido.