— No quiero ir, no puedo soportar el sonidito ese de la maquinita esa.
— Te van a poner brackets, para eso no necesitan la maquina esa.
— Me da miedo igual.
Y ahí se encontraban los dos chicos. Uno intentado arrastrar al otro para que saliera del hueco de su cuarto.
— Vamoooos.
¿De donde había sacado tanta fuerza Félix?
— Me rehusó, no quiero, no puedo.
— Solo es una visita al odontologo. Vamos que tu mamá nos espera.
— Me traicionaste, me vendiste a ella — Le dijo dramáticamente. — No eres mi más real.
Exasperado Cancelo le torció los ojos — ¡No te traicione! Es por tu salud dental tonto.
Después de unos largos minutos en donde Cancelo persiguió a Félix por toda la habitación corriendo se encontraban junto con Carla en el consultorio odontologico esperando.
El menor parecía una hoja de papel de lo pálido que estaba.
— Que no te va pasar nada —Le dijo totalmente serio, pero en el fondo estaba cagado de risa y desearía estar grabando la cara de su amigo en estos momentos para subirla a instagram.
Por respeto a la señora Carla que estaba presente no lo hizo.
— João Félix, pase por favor.
— Soy ese... — Estaba asustado y no ayudaba para nada tener al mayor apunto de explotar de risa.
(—)
— No me paso nada. — Dijo sonriente, como si hace 1 hora atrás no hubieran intentado llevarlo a fuerzas al consultorio.
— Pendejo...
— Siento los dientes tiesos.
— Los dientes son tiesos, Félix.
— Es un diferente tipo de tieso, me duele.
Dios dame paciencia porque si me das fuerza lo mato. Pensó Cancelo.
— Vamos.
— ¿Donde?
— Por un helado.
Y así, se tuvo que aguantar a Félix toda la semana diciendo que le duelen los dientes.
João Félix era muy feliz comiendo de los helados que le gastaba Cancelo.
( 🏡 )
Actualización doble para q después digan que no los quiero mis akinistas.
Y minutos antes de que sea 14 de febrero porque soy más patriota que el tigre Falcao y me niego a gringolizarme.
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