17 años & 19 años
João Félix estaba celoso. Si, estaba celoso. A pesar de que intentaba negarlo, la sensación de celos lo invadió al ver a su 'amigo' hablando y sonriendole a una linda chica rubia de ojos azules.Ahg. Rubia de ojos azules.
Se sintió incómodo al ver cómo su amigo interactuaba con la chica rubia. Cada sonrisa que intercambiaban parecía clavarle una espina en el pecho. Trató de desviar la mirada, de concentrarse en otra cosa, pero era difícil ignorar la sensación de malestar que lo invadía.
Habían salido juntos al centro comercial y Cancelo decidió que era buena idea quedarse coqueteando con la chica.
A los minutos -que fue una eternidad- regreso Cancelo sonriente.
— Conseguí su número.
— Bueno... que bien.
— Estás raro. ¿Tienes algo?
— Creo que la malteada me cayó mal. Vamos mejor.
(–)
— Definitivamente algo te pasa João. — La voz de su madre lo sacó de sus pensamientos y ella se sentó en la punta de su cama.
— No pasa nada ma.
— ¿Paso algo con Cancelo?
El cuerpo de Félix se tenso. Como odiaba que su mamá lo leyera como un libro abierto.
Evitó el contacto visual, jugueteando nerviosamente con sus manos antes de responder.
— No, nada pasa con Cancelo. Solo estoy un poco cansado, eso es todo.
Sabía que no podía ocultar la verdad a su madre por mucho tiempo, pero no estaba listo para enfrentar sus propios sentimientos, especialmente no con ella. Sin embargo, la mirada perspicaz de su madre parecía penetrar en su alma, obligándolo a responder.
— Cuando me quieras decir me lo dirás. En unos minutos esta la cena. — Le planto un beso en la frente, y antes de irse de la habitación le volvió a hablar — Sea lo que sea todo tiene solución.
— Pienso igual.
Al parecer João Cancelo no lo iba a corresponder.
