21 años & 23 años.
Estaban a punto de viajar a Noruega, y se preguntarán por qué. Bueno, estaban en un viaje en grupo junto con Ferrán, Fermín, Pedri y Gavi. Estaban a punto de abordar el avión.
— Ya no estés amargado. —Comenzó a molestar Fermín a Félix.
— Odio el frío...
— ¡Yo me pido el puesto de la ventana! —Exclamó Ferrán mientras forcejeaba con Gavi.
— Deberían comportarse... —Dijo Cancelo en voz baja, sintiendo las miradas de las otras personas.
Después de estar en el avión, cada uno se sentó en su puesto, Ferrán y Pedri juntos, Fermín y Gavi juntos y los Joãos juntos.
— El próximo viaje lo hacemos en un volcán. —Se burló Cancelo, sabía que Félix había quedado algo molesto porque ninguno quiso hacer el viaje a la playa.
— Qué chistoso, ¿te comiste un payaso?
— El próximo viaje, si es a la playa. Te lo prometo.
El avión despegó y con el pasar de los minutos, João Félix fue el primero en quedarse dormido encima de Cancelo. Aprovechando la situación, Cancelo se aseguró de acomodar a Félix para que durmiera cómodamente, el resto del vuelo transcurrió en relativa calma, a excepción de tener a Ferrán detrás de su asiento hablando como un lorito.
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Después de un largo vuelo, finalmente llegaron a Noruega. El frío golpeó sus rostros tan pronto como bajaron del avión, recordándoles lo diferente que sería este viaje en comparación con el clima de habitual de Barcelona. Se dirigieron hacia la cabaña que habían reservado, una modesta pero acogedora morada rodeada de hermosos paisajes.
— ¡Miren esas montañas! —exclamó Ferrán, señalando emocionado hacia el horizonte cubierto de nieve.
— Deberíamos ir a esquiar. —sugirió Pedri, con una sonrisa entusiasmada.
Al llegar a la cabaña, comenzaron a organizarse con las habitaciones. Fermín y Gavi compartieron una habitación, Ferrán y Pedri otra, y los Joãos se quedaron en la tercera habitación.
— ¡Esto es genial! —exclamó Félix al entrar en la habitación y ver la vista desde la ventana.
Cancelo rió suavemente recordando el estado de ánimo de João unas horas atrás.
Después de instalarse, salieron a hacer turismo por toda la ciudad. Los seis chicos acordaron que sería mejor esquiar y pasear en trineo para el día siguiente.
— ¿Qué te parece esta taza? —Fermín mostró la taza que tenía en la mano con la inscripción "I ♡ Norway" a Pedri.
— Me gusta, la llevamos.
Su tarde se baso en conocer lugares y en comprar recuerdos para llevar.
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Llegada la noche, prepararon una cena compartida en la cabaña y decidieron descansar un poco antes de ir a ver las famosas auroras boreales, que podrían apreciarse más o menos a partir de las 11 o 2 de la madrugada.
