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Abecés el enamoramiento llega en los momentos correctos, pero algunas veces no son así, y solo llegan para demostrar el peor lado que este conlleva.
-Charlie, ¿Es posible enamorarse aquí en el infierno? -
La menos de las hermanas se atraganto con lo que estaba comiendo, inmediatamente la miro, su rostro mostraba sorpresa, curiosidad. Mas curiosidad que sorpresa.
- Cuenta y exagera -
Con una sonrisa Kaili se sentaría frente a su hermana menor en la cama.
- Fue en aquella fiesta que papá me pidió que asintiera -
- En aquella donde los Overlords querían conocerte en persona? -
Con un ligero asentimiento Kaili afirmaría lo que Charlie dijo.
- Estaba hablando con varios de ellos, pero el llego -
Kaili de solo recordar lo que paso en aquella noche su corazón empezaba a latir fuertemente. Para ella fue como en aquellos cuentos que leía cuando era una niña.
- Pero dame detalles, ¿Quién era? -
Dudas circularon por su mente, estaba dudosa de su contarle quien era, pero por otro lado moría por gritarlo a los cinco vientos. Pero antes de que se lo pueda decir su padre las interrumpió.
- Oigan, alguien dejo esto en la puerta -
En sus manos se encontraban un gran ramo de flores, en medio de ellas descansaba una carta. Kaili al ver eso se paro de inmediato de la cama y a tropezones corrió al lado de su padre.
- Con cuidado corderita, un poco mas y te mochas los cuernos -
La joven le daría una sonrisa apenada y miraría aquella carta, en ella ten ia escrito su nombre, con cuidado la retiraría del ramo y la empezaría a abrir, todo esto bajo los ojos de su padre y hermana.
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