Ethan
Ella es una lectora que sueña con que cada personaje salga de los libros y yo soy un simple chico que admira su emocion por ellos.
Ahora estoy aquí, tratando de estar con ella unos segundos.
Finjo tener dolor, mientras retrocedo, tarda unos minutos en salir nuevamente.
-Eres una odiosa-suelto
-Se que soy una diosa-musita mientras empieza a colocarse sus pantuflas.
Veo cómo toma su bata y sale de su habitación, me decepcionó cuando se que no regresara.
Pasan los minutos y se que mi intento de molestarla falló, cuando la doy media vuelta siento el roce de algo.
-¿Pensabas dejarme?-su voz melódica hace que gire-¡Eres un gilipollas!
Ella se tapa la boca con ambas manos rápidamente y luego sonríe
-La costumbre de leer mucho-musita
¡Solo lo malo se le queda!
-¿Piensas subir acaso?-le formuló la pregunta-Eres muy pequeña para eso.
Sus mejillas se sonrojan y esta vez creo que si me pegara.
-¡Me voy!-sus pasos son pequeños
¡Maldición!
Tomo mi chaqueta de mi cama y bajó rápidamente al jardín.
Ella está a punto de entrar y soy más rápido al tomarla del brazo antes de que pueda hacerlo.
-¡Suéltame poste de luz!-grita
Rápidamente la tomo de la cintura y la cargo, no se me dificulta porque no pesa demasiado.
Su cabello rojizo cae en su rostro y cuando estoy a unas cuadras lejos de nuestras casas la bajo.
-¡Eres un completo cretino!-se indigna mientras camina de regreso a casa.
-¡Espera!-ella sigue su camino mientras voy persiguiéndola-¡Solo quiero mostrarte algo!
Ella para en seco mientras piensa.
-¿Quieres un Cinnamon Roll?-se que la estoy chantajeando, sin embargo, eso no me impide usarlo a mi favor.
-¡lo acepto porque tengo mucha hambre!-regresa
Caminos en silencio y no es para nada incómodo, una cuadra más y llegamos a la cafetería de Brend. Mi sonría es grande al saber que aquí fue nuestro lugar de encuentro.
-Espera aquí-ella asiente y se queda sentada en una banca
La campanilla suena al entrar.
-¡Hola Brend!-saludó alegre-¿Si tienes mi pedido?
-Claro que si Ethan-me extiende una caja con cuatro Cinnamon-Espero que los disfrutes
Pago y me despido de él.
Sabía que hoy me atrevería hablar con Annie, no sabía cómo, pero tenía que venir con ella a este lugar.
Cuando estoy fuera observo cómo Annie observa a una familia que ríen por algo que el niño dijo.
Su cabello rojizo le llega hasta la cintura, es tan liso, que siempre he pensado que le hace algún tratamiento, sus ojos de un color marrón claro, sus mejillas sonrojadas, unos labios rosados.
Ella si es una diosa.
Ella es todo el día pensando en personajes ficticios y yo estoy todo el día pensando en ella.
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El Diario de Una Lectora
Novela Juvenil¿Cuando me tocará vivir una historia de amor como en los libros? Ser lectora es adentrase a un mundo de fantasías y crear universos en tu mente. Ser lector algo inefable.