Arrby x Sweetie

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Esto lo estoy escribiendo lo más rápido posible para poder entregarlo en San Valentín.

Porque el día de hoy se cumple un año desde que estrené este libro. Solo espero que pueda seguir durando.
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***Susurros del corazón***

Arrby miraba nervioso el reloj de la pared. Faltaban cinco minutos para las seis, la hora en que había quedado con Sweetie en el parque. Era el día de San Valentín, y Arrby tenía algo muy importante que decirle a su mejor amiga. Siendo más directos, única amiga.
Algo que llevaba guardando en su corazón desde hacía mucho tiempo.

Arrby suspiró y se levantó de la cama. Se puso su su equipamiento de pirata y agarró una pequeña caja envuelta en papel de regalo. Dentro había un collar de plata con un colgante en forma de corazón. Era el regalo que había comprado para Sweetie, con el dinero que había ahorrado de sus trabajos como mensajero.

'Obviamente no iba a conseguir ese dinero rogando. ;) '

Quería demostrarle a Sweetie lo mucho que la quería, y esperaba que ella sintiera lo mismo por él.

Arrby salió de su casa y se dirigió al parque. Por el camino, se cruzó con varias parejas de cachorros que paseaban cogidos de la mano, se abrazaban o se besaban. Arrby sintió un nudo en el estómago. ¿Y si Sweetie no quería ser su novia? ¿Y si solo lo veía como un amigo? ¿Y si lo rechazaba y perdía su amistad?

Arrby trató de apartar esos pensamientos negativos de su mente. Tenía que ser valiente y sincero. Sweetie era la cachorra más dulce, inteligente y bonita que conocía. Siempre estaba ahí para él, lo apoyaba, lo hacía reír, lo escuchaba. Arrby sabía que Sweetie era especial, y que no podía dejar pasar la oportunidad de decirle lo que sentía.

Arrby llegó al parque y buscó con la mirada a Sweetie. La vio sentada en un banco, cerca de la fuente. Llevaba un vestido rosa con lunares blancos, y una diadema con un lazo del mismo color. Su pelo rubio estaba recogido en dos coletas. Arrby se quedó sin aliento al verla. Era la cachorra más hermosa del mundo.

Arrby se acercó a ella con una sonrisa nerviosa.

"Hola, Sweetie" la saludó de una manera tan tímida que parecía que sudaba incluso con todo el pelaje que tenía.

"Hola, Arrby" le respondió ella, devolviéndole la sonrisa.

"¿cómo estás? - le preguntó él un poco más relajado gracias a aquella sonrisa que ella le dio.

"Bien, gracias. ¿Y tú?" le dijo ella.

"Bien, bien" mintió él, sintiendo que su corazón latía a mil por hora.

"Me alegro de que hayas venido" le dijo ella, mirándolo con sus ojos.

"Yo también". le dijo él, mirándola.

Hubo un breve silencio entre ellos. Arrby se sentó a su lado en el banco, y dejó la caja sobre sus rodillas.

"Oye, Sweetie... hay algo que quiero decirte" empezó a decir Arrby, tomando aire.

"¿Qué pasa, Arrby?" le preguntó ella, inclinándose hacia él.

"Bueno, verás... hoy es un día especial, ¿no? !" continuó él, buscando las palabras adecuadas.

"Sí, es el día de San Valentín" confirmó ella, asintiendo con la cabeza.

"Sí, eso... y bueno, yo... yo te he traído un regalo" dijo él, extendiéndole la caja.

"¿Un regalo? Para mí?" exclamó ella, sorprendida y emocionada.

"Sí, para ti. Espero que te guste" dijo él, sonrojándose.

Sweetie agarró la caja y la abrió con cuidado. Al ver el collar, se quedó boquiabierta.

"¡Oh, Arrby! ¡Es precioso!" exclamó ella, admirando el colgante.

"Me alegro de que te guste. Es para ti, porque... porque yo..." balbuceó él, tratando de confesarle su amor.

"¿Porque qué, Arrby?" le preguntó ella, mirándolo con curiosidad.

"Porque yo... yo te quiero, Sweetie" dijo él, finalmente, mirándola a los ojos.

Sweetie se quedó en silencio, sin saber qué decir. Arrby sintió que se le encogía el corazón. ¿Había cometido un error?

"Arrby... yo..." empezó a decir ella, bajando la mirada.

"Lo siento, Sweetie. No quería incomodarte. Si no sientes lo mismo, lo entiendo. Solo quería que lo supieras. Eres mi mejor amiga, y no quiero perderte" se disculpó él, sintiendo que se le llenaban los ojos de lágrimas.

"No, Arrby, no te disculpes. Yo... yo también te quiero" dijo ella, levantando la cabeza y sonriéndole.

"¿De verdad?" preguntó él, incrédulo.

"Sí, de verdad. Te quiero, Arrby. Te quiero desde hace mucho tiempo, pero no me atrevía a decírtelo. Tenía miedo de que no me quisieras, o de que te burlaras de mí" confesó ella, acariciándole la mejilla.

"¿Burlarme de ti? Nunca haría eso, Sweetie. Eres lo mejor que me ha pasado en la vida. Eres mi sueño hecho realidad" le dijo él, abrazándola.

"Y tú el mío, Arrby. Eres mi héroe, mi príncipe, mi amigo" le dijo ella, besándolo en la mejilla.

Arrby sintió un cosquilleo en el estómago. Se separó un poco de ella, y la miró a los ojos. Luego, se acercó lentamente a sus labios, y la besó con suavidad. Sweetie le correspondió, cerrando los ojos y rodeando su cuello con los brazos. Fue un beso dulce, tierno y lleno de amor.

Los dos cachorros se separaron, y se sonrieron. Luego, se abrazaron de nuevo, y se quedaron así, disfrutando de su compañía. El sol se ponía en el horizonte, tiñendo el cielo de rosa y naranja. Era el día de San Valentín, y dos amigos habían sacado unos secretos que tenían en el corazón. Unos secretos que los habían unido para siempre.

Amor entre cachorros  ( Paw Patrol One Shots )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora