Rocky X Skye

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Así es, ya otro disponible. Tardé un día para terminar estos y dejar el hiatus que llevaba meses en este libro. La idea es de IDYGOFENIKS hace mucho tiempo. Tarde un poco en crearlo, aunque embargo lo hice.
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La brisa matutina acariciaba el pelaje de Skye mientras se elevaba cada vez más alto en el cielo. Sus ojos rosados brillaban con intensidad al contemplar el horizonte infinito que se extendía ante ella. El aire frío golpeaba su rostro, pero ella solo podía sonreír - este era su elemento, su verdadera libertad.

Sin embargo, algo no andaba bien. Sus alas jet comenzaron a temblar ligeramente, y una sensación de pesadez invadió sus músculos. "Solo necesito un poco más de práctica", pensó, ignorando las señales de advertencia de su cuerpo. Al descender, sus patas tambalearon al tocar el suelo, pero rápidamente recuperó la compostura cuando vio a Rocky acercándose.

"¡Skye! ¿Estás bien? Te vi aterrizar un poco... diferente", preguntó el mestizo con preocupación en su voz.

"¡Por supuesto! Solo estaba probando una nueva técnica de aterrizaje", respondió ella con una sonrisa forzada, mientras intentaba ocultar el temblor en sus patas.

Rocky no quedó convencido. Durante las últimas semanas, había notado cambios sutiles pero preocupantes en su amiga. La forma en que a veces parecía perdida durante las conversaciones, cómo olvidaba detalles importantes de las misiones, y esos pequeños tropiezos que cada vez eran más frecuentes.

Durante una misión de rescate días después, la situación empeoró. Ryder estaba dando instrucciones al equipo cuando Skye interrumpió confundida.

"Perdón, Ryder... ¿podrías repetir eso? No recuerdo qué área debía sobrevolar."

"Skye, acabamos de discutirlo hace un minuto", respondió Ryder, intercambiando miradas preocupadas con Rocky.

La cockapoo sacudió la cabeza, intentando aclarar sus pensamientos. "Lo siento, yo... debe ser el cansancio."

Esa noche, Rocky no pudo dormir. Se dedicó a investigar en su tablet sobre los efectos de la altitud y la falta de oxígeno en el cerebro. Lo que descubrió lo alarmó: desorientación, pérdida de memoria, debilidad muscular - todos los síntomas que Skye estaba manifestando.

Al día siguiente, decidió confrontarla. La encontró preparándose para otro vuelo matutino.

"Skye, tenemos que hablar", dijo Rocky con firmeza.

"¿Puede esperar? Estaba a punto de hacer mi rutina de vuelo."

"No, no puede esperar. Estás en peligro y ni siquiera quieres verlo."

Los ojos de Skye se entrecerraron. "¿De qué estás hablando?"

"Los mareos, la confusión, tus problemas de memoria... Todo está relacionado con tus vuelos a gran altura. Tu cuerpo está sufriendo por la falta de oxígeno."

"¡Eso es ridículo! Soy una piloto experta, sé lo que hago", respondió ella defensivamente.

"Ser experta no te hace inmune al daño. Por favor, Skye, necesitas reducir la frecuencia y altura de tus vuelos antes de que sea demasiado tarde."

"¡No puedes pedirme que renuncie a lo que amo! El vuelo es parte de quien soy, Rocky. No lo entenderías."

"¡Claro que lo entiendo! Entiendo que amas volar, pero también entiendo que te estás lastimando. Y yo... yo no puedo quedarme de brazos cruzados viendo cómo te destruyes."

La voz de Rocky se quebró en la última frase, revelando una emoción que sorprendió a ambos. Skye lo miró por un momento, pero luego sacudió la cabeza y despegó, dejándolo solo con su preocupación.

La crisis llegó durante una misión de búsqueda y rescate. Un excursionista se había perdido en las montañas, y Skye insistió en volar a mayor altura para tener una mejor vista del área.

"¡Puedo ver mejor desde aquí arriba!", transmitió por su comunicador, aunque su voz sonaba entrecortada.

"Skye, estás demasiado alto. ¡Baja ahora!", ordenó Rocky, observando con horror cómo el helicóptero de Skye comenzaba a hacer movimientos erráticos.

"Solo... solo un poco más...", murmuró ella, mientras su visión se nublaba y el aire se volvía más fino.

"¡SKYE!"

El grito desesperado de Rocky fue lo último que escuchó antes de que todo se volviera negro. Su helicóptero comenzó a caer en picada.

Rocky actuó por instinto. Usando su camión y algunas modificaciones rápidas, logró crear una red de seguridad que amortiguó la caída de Skye. Algo inoportuno no llevar a Chase ese día.  Cuando llegó a ella, estaba inconsciente pero respiraba.

El despertar en el centro de cuidados del Cuartel fue confuso y doloroso para Skye. Lo primero que vio fueron los ojos de Rocky, llenos de preocupación y alivio.

"¿Qué... qué pasó?", preguntó débilmente.

"Perdiste el conocimiento durante el vuelo. Casi te... casi te perdemos", respondió Rocky, su voz temblando ligeramente.

Las lágrimas comenzaron a caer por las mejillas de Skye mientras la realidad de la situación la golpeaba. "Tenías razón... todo este tiempo tenías razón. Yo... yo no quería ver lo que me estaba haciendo a mí misma."

Rocky se acercó y gentilmente limpió sus lágrimas con su pata. "Lo importante es que ahora lo ves. Y no estás sola en esto. Estaré contigo en cada paso del camino."

Los días siguientes fueron difíciles. Skye tuvo que someterse a una rehabilitación intensiva, aprendiendo a fortalecer nuevamente sus músculos y a controlar sus impulsos de volar a alturas peligrosas. Rocky se mantuvo a su lado, animándola en los momentos difíciles y celebrando cada pequeño progreso.

Gradualmente, Skye comenzó a encontrar un nuevo equilibrio. Aprendió a disfrutar de vuelos más cortos y a menor altura, descubriendo que la verdadera libertad no estaba en lo alto que pudiera volar, sino en poder compartir sus pasiones de manera saludable.

Una tarde, mientras observaban el atardecer desde la torre de vigilancia, Skye miró a Rocky con una nueva comprensión.

"¿Sabes? Siempre pensé que mi amor por el vuelo era lo que me definía, pero ahora veo que hay cosas más importantes. Como tener a alguien que se preocupe lo suficiente para salvarte de ti misma."

Rocky sonrió suavemente. "Siempre estaré aquí para ti, Skye. En tierra o en el aire, solo que en el agua que se encargue Zuma."

"Lo sé", respondió ella, apoyando su cabeza en el hombro de Rocky. "Y eso vale más que todas las alturas del mundo."

"A veces me pregunto", dijo Skye en voz baja, aún recostada contra Rocky mientras las primeras estrellas comenzaban a aparecer, "¿cómo pudiste ver lo que estaba pasando cuando ni yo misma podía verlo?"

Rocky la miró con ternura antes de responder. "Porque cuando amas a alguien, ves más allá de lo que ellos quieren mostrar. Ves su dolor, incluso cuando intentan ocultarlo."

Las palabras flotaron entre ellos, cargadas de un significado más profundo que ninguno se había atrevido a expresar antes. Skye sintió que su corazón se aceleraba, pero esta vez no era por la falta de oxígeno.

"Rocky... yo..."

"No tienes que decir nada", susurró él. "Solo prométeme que seguirás cuidándote. Que recordarás que hay quienes te necesitamos aquí, con las patas en la tierra tanto como en el aire."

Skye asintió, y en un impulso, se giró para darle un suave beso en la mejilla. "Te lo prometo.

"¿Lista para volver adentro?", preguntó Rocky después de un largo momento de cómodo silencio.

"Sí", respondió ella con una sonrisa genuina. "Contigo, siempre estoy lista para cualquier aventura."

Y mientras caminaban juntos de vuelta al Cuartel, sus pasos sincronizados y sus corazones latiendo al mismo ritmo, Skye supo que había encontrado una nueva forma de volar - una que no requería alas, ni la hierba que usaba Zuma.

Amor entre cachorros  ( Paw Patrol One Shots )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora