Unas cuatro horas fue lo que tardaron en esperar a que una persona terminara de empacar todas sus pertenencias.
Tres de ellos se encontraban agotadas por el calor y notablemente molestos por tener que cargar todo al auto incluído las pertenencias de Júpiter. La dueña de las siete invaluables maletas había pedido amablemente que sus cosas no fueran maltratadas al subirlas. Sin embargo, uno de ellos ya sea que no escuchó o simplemente ignoró su petición, continuó arrojando las maletas sin ningún cuidado al maletero.
Morían de calor. Hoy el clima estaba horriblemente caluroso sin esperanzas de lluvia. Resistir el verano con temperaturas elevadas les frustraba demasiado, más a Aiden, quien no esperó ni un segundo para poder subir al coche y encender el aire acondicionado. Se movía incómodo en su asiento mientras los demás lo seguían al subir, una vez ya terminado de colocar las infernales maletas de la chica, quien se encontraba en perfecto estado y fresca como una lechuga dentro del vehículo.
Jasper le dirigió una mirada cargada de enojo puro. Aiden y Renei no se quedaron atrás. No obstante a eso, Júpiter les sonrió amablemente a los tres apartando sus lentes de sol de su cara perfectamente maquillada.
—Como que siento que estoy siendo intimidada por tres pares de ojos en estos momentos. Ya les di las gracias por ayudarme a subir a mis bebes. Yo también estoy cansada, me desvele viendo dramas coreanos. Es inevitable no ver a Jo Byung-gyu —su madre rodo los ojos, su hermano la miro con su ceño fruncido y su gemelo estaba a poco de empezar a maldecirla en voz alta.
Renei, prefirió encender la radio. Sabía lo que vendría a continuación. Jasper, ante tal desfachatez por parte de su hermana no se quedaría callado. Empezarían a pelear y crearían un ambiente incómodo durante el tiempo restante hasta llegar a la universidad algo que no quería bajo ninguna circunstancia.
Aiden dejó de moverse incómodo. El calor después de un par de minutos abandonó por completo su cuerpo. Esperaba llegar y bañarse lo antes posible de todos modos, después, no quería saber nada más; deseaba relajarse el resto del día y estar mejor para mañana.
—Oye, te vez peor que yo, ¿todo bien? —trato de que su primo escuchara, utilizó un tono muy bajo con el toque de preocupación al final. No pretendía tampoco invadir la santa paz de Aiden ni su espacio vital.
Espero a que respondiera, pero solo recibió un gesto de afirmación por parte de aquel individuo de cabello claro. Estaba ideando un plan para que hoy saliera. Jasper realmente deseaba que Aiden socializara más y pasara tiempo con otras personas, lo malo de eso, es que él se encerraba en sí mismo, lo que dificultaba la tarea para su primo. Tenía que convencerlo y, si después de tres intentos, no lo lograba, respetaría su decisión.
Sobornarlo con regalarle la colección completa de libros de Harry Potter para su cumpleaños podría funcionar. Fue su primer pensamiento después de ser acompañado por el siguiente y luego por muchos más. Entre pensamientos e ideando un plan perfecto para convencerlo, se perdió sin decir una palabra.
Por otra parte, Renei se encontraba ocupada conduciendo sin parar de cambiar una y otra vez la música de la radio. Se preguntaba a sí misma por qué en casi todas las emisoras se escuchaba pura música cristiana. Ya era la cuarta vez que se topaba con lo mismo. No lo aguantó por mucho tiempo y, resignada, apagó la radio.
—No, no. Dejamelo a mí, tu hijita pondrá música —al ver el semáforo en rojo tomo un momento para apoyar su cabeza en el volante al oír que Júpiter pondría su música.
—No tan fuerte —Aiden se oía suplicante, su cara lo delataba en parte.
—Te gustará.
—Lo dudamos demasiado —no trato de esconder su disconformidad ante su ofensa.
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Lluvia de estrellas en verano.
RomanceTras la muerte de su mejor amiga, Aiden se refugia en la soledad convirtiendo su vida en algo monótona y aburrida. Que fuese de ese modo no le importaba en absoluto, pero todo eso cambia una noche antes del comienzo de su primer año de universidad c...