1. ¿En Serio Eres Virgen?

22.9K 381 28
                                    



-Te estoy diciendo, este chico es un maldito retardado- Mi mejor amiga, Jamie Hynes, maldijo a través del teléfono, causando que ruede los ojos dramáticamente.

-Jamie, dale una oportunidad. Quien sabe, tal vez sea mejor una vez que lo conozcas.-

-Mel, él se metió dos malditos palillos a la boca, hasta su garganta.- Reprimí una risa mientras buscaba en el refrigerador una botella de jugo de naranja, mientras equilibraba el teléfono entre mi hombro y oído.

-Solo trataba de impresionarte. ¿Te podrías relajar? Mierda, pobre chico probablemente este esperando una llamada tuya.

-Si, esta bien. No saldré a una cita con un completo psicópata.

-Tal vez sea hábil en la cama.- Reí entre dientes mientras retiraba un poco de cabello de mi cara.

-¿Eso viene de una mujer de veinte años que no sabe nada de sexo?-

Los sonidos lejanos de cajas cayéndose y moviéndose a través de mi piso se escucharon. No podría estar más agradecida con la distracción.

-Me tengo que ir, James. Creo que tengo un nuevo vecino.

-Llámame más tarde, ¿De acuerdo?

-Seguro, cariño.- Colgué. Tomé un sorbo del jugo de naranja antes de dejar mi piso. Los seguros sonaron y aseguraron la puerta, yo insistía mucho en la vigilancia, por seguridad. Viniendo del ascensor había un tipo con dos cajas en sus manos. Una bandana se encontraba atada alrededor de su frente, mientras absorbía su transpiración varonil y mantenía demasiados rizos fuera de su cara. Él apenas notó mi presencia cuando pasó derecho a su piso, dejándome de pie allí como una idiota.

Minutos después él salió de su lugar, sin camisa, para agarrar más cajas. Yo miré fijamente su cuerpo bien estructurado desde atrás. Santa madre del sexo, él podría ser uno de esos Dioses egipcios. Su espalda todavía estaba en mi visión cuando sacó su teléfono de sus pantalones demasiado ajustados para contestar una llamada.

[Llamada de Harry]

¿Qué?

Mierda, no sabía que eras tu, Jess.

Si, me mudé hoy.

Bien, muy lejos.

¿Salir? ¿por qué? Apenas llego y...

Maldición, Jess. ¿Por qué tienes que ser tan perra a veces?

¿Todo es sobre amarte?

Mira, me tengo que ir. Adiós.

¿Quien se cree que es para hablarle a una chica de esa manera? De repente me sentí mal por la chica que lo llamó. Mi corazón casi se sale por mi boca cuando él se dió la vuelta y me sonrió.

-Toma una foto. Dura más- Era el cliché más viejo que había escuchado en mi vida.

-No, gracias. Estas bien...pero no tanto.- Le dí una sonrisa forzada y cerré de golpe mi puerta. No lo conocía pero lo odiaba. Hombres como él, que se creían dominantes y superiores a las mujeres. Hacían que se me revolviera el estomago.

Una canción familiar sonó a través del apartamento y rápidamente mire el identificador de mi celular, era Jamie. Otra vez. Coloqué el altavoz, calentando los macarrones que ayer había dejado en el refrigerador.

-Mel, ¡No me vas a creer esto!- Jamie gritó como una niña de diez años y yo me reí tontamente.

-¿Que?

Sex Buddies |Español| H.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora