11. Sonamos como Augustus y Hazel.

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DÍA 2.

Harry y yo nos quedamos en un hermoso silencio, jugando con los dedos del otro. Mi cabeza descansaba sobre su pecho mientras su gran brazo estaba cubriendo mi cuerpo protectoramente, como si nunca fuera a dejarme ir de su alcance.

Como si pudiera controlar el destino.

-¿Puedo preguntarte algo?- Harry preguntó casi en silencio

-Claro, cualquier cosa.

-Aparte de mí y Jamie, ¿Quién más sabe de tu enfermedad?

Su pregunta no era la que esperaba, pero me encontré pensando. Realmente no se lo había contado a nadie porque realmente no había nadie para contar. Ni siquiera Ethan.

-Oh, recuerdo que Jamie llamó a mi madre el día que me enteré porque no estaba preparada para hablar con nadie.

Harry no frunció el ceño, ni siquiera sonrió. Parecía estar pensando mucho.

-Nadie más, ¿verdad?

-No, nadie más. ¿Por qué? ¿Está todo bien?

-Sí, esta bien. Solo fue curiosidad.- Él sonrió y se agachó para darme un beso en el pelo. Guardándome todas mis preguntas, besé su pecho a través de su sudadera. Sentí la mano de Harry trazando patrones por mi espalda y cerré los ojos en el proceso.

-Cariño, estaba pensando, ¿por qué no te mudas conmigo? Será menos costoso y más conveniente.

-¿Conveniente para quien? ¿Para ti o para mi?- Pregunté juguetonamente, lamiendo mis labios. Realmente no había pensado en mis facturas y el alquiler. Ahora que estaba enferma, dejé de trabajar y todo se me estaba acumulando.
Pero ¿para qué? Solo sera por siete días. Seis, en realidad.

-Para nosotros dos.- Harry susurró, pasando sus dedos por mi cabello.

-¿Por qué no te mudas? Siempre estás aquí de todos modos. Holgazaneas, comes y ...Y poniendo mis botas en cualquier parte de tu apartamento.- Riendo, moví mi cabeza más cerca de su corazón, sintiendo el latido constante.

Tan irónico.  Poseía su corazón pero lo iba a perder.

- Quizás tengas razón.

-¿Tal vez tenga razón?- Pregunté, levantando mi cabeza para levantar una ceja. Harry sonrió ampliamente, dejándome verle sus hoyuelos. Se suponía que debían volverse más ligeros, pero en lugar de eso se estaban haciendo más profundos. Tarde o temprano, tendría ese enorme agujero en la cara.

Dándome la vuelta suavemente, Harry se equilibró con sus dos manos a cada lado de mí. Miró luego a mi cuello, mordisqueando cuidadosamente.

-Tal vez. Me. Gustaría. Hacerle. El. Amor. A. Mi. Novia.

Dijo entre besos calientes. ¿Qué me estaba haciendo este hombre?

Harry atacó mis labios de una manera hambrienta, mordiéndolos y chupándolos. Mis manos viajaron hasta su sudadera gris que llevaba para bajarla. Esta era mi sudadera favorita de él.

Yo amaba su sudadera con capucha.

Yo amaba a este hombre

Una vez que estuvo afuera, Harry no perdió el tiempo en echar a sus zapatos también. Por supuesto que no llevaba ropa interior debajo, haciéndome sonrojar un poco. Solo llevaba puesta mi camiseta sin mangas y ropa interior, así que no era mucho de lo que deshacerme.

Miré demasiado tiempo a la dura longitud de Harry, humedeciendo mis labios con deseo.

- ¿Ves algo que te gusta, nena?- Harry ronroneó en mi oído, agarrando mi lóbulo con sus dientes.

Sex Buddies |Español| H.SDonde viven las historias. Descúbrelo ahora