Un ruido fuerte rompió el silencio de mi habitación, abrí los ojos de golpe, mi cuarto estaba completamente a oscuras a excepción de la pequeña ranura de luz que asomaba por debajo de la puerta, era aún de madrugada, "POOM" otro golpe y en un segundo estaba sentada en mi cama, los golpes venían de la puerta de mi habitación que había cerrado con llave antes de irme a acostar, parecía que tenían la intención de echarla abajo. Empecé a temblar, mi corazón palpitaba a gran velocidad. "¿Qué es eso? ¿Acaso estoy soñando? No, soñando no, estoy despierta al cien por ciento, estoy segura".
De pronto se abrió la puerta con un estruendoso ruido y la luz del pasillo que se veía ligeramente bajo ella me cegó por unos segundos.
-Kathleen Violette Shelley- escuché una voz masculina que venía del umbral de la puerta y cuando recuperé la vista pude observar a un par de soldado-psiquiatras con sus armaduras de un tono verdiazul que utilizan algunos médicos y mis ojos se abrieron de par en par. -Se le considera una PWSA y por lo tanto una amenaza para la humanidad.
El hombre no dijo nada más y el par de soldados caminaron hacia mi cama y me arrastraron por el pasillo mientras yo gritaba por ayuda, asustada, esperando que mis padres fueran en mi auxilio pero no lo hicieron. Ambos estaban de pie en la puerta de su habitación, mi madre estaba con los brazos cruzados sobre su pecho y mi padre junto a ella abrazándola de los hombros, ambos mirando, simplemente, como me arrastraban como una criminal peligrosa a su celda. Habían sido ellos quienes me denunciaron.
...
Hace ochenta años se llevó a cabo la tercera Gran Guerra, también conocida como "Guerra de los Fenómenos", ya que, en esa época se descubrió que existía gente que de nacimiento podía hacer cosas extraordinarias, extrañas, misteriosas y sin explicación. Aunque por lo regular se desarrollaba en la adolescencia o incluso en la adultez. Existía de todo, desde poder respirar bajo el agua, hasta poder metamorfosear todo su cuerpo y lucir como una persona completamente distinta, aprovechando estas habilidades extraordinarias que poseían, los gobiernos los contrataron como espías, asesinos o profesiones por el estilo.
El mundo se destruyó casi por completo, quedando tan sólo ocho países en pie y se firmó una paz llamada tratado de Irene qué hizo que todos se unieran en uno sólo (Alcione), uniendo las ciudades por vías de tren, ya fueran terrestres y submarinas. Éste nuevo régimen estableció que estas personas con habilidades extrañas eran un peligro para la humanidad, fueron llamados "PWSA" (People With a Strange Ability), pero ese nombre era utilizado únicamente para cuestiones enteramente legales, ya que generalmente se les llamaba despectivamente, cómo "fenómenos".
Algunos fueron asesinados brutalmente, otros encarcelados o enviados a manicomios, crearon centros psiquiátricos que a la vez eran internados para mantener ahí a los que aún eran menores de edad. Se creó una subdivisión en el ejército que recibió el nombre de psiquiatría militar, o, soldado-psiquiatras pues se creía (y aún se cree) que las habilidades eran producidas por alguna especie de enfermedad o trastorno psiquiátrico al que se le llamó "defecto" y estos soldados tenían la única labor de vigilar a los fenómenos.
Si bien yo no me podría catalogar como inocente del cargo por el cual me sacaron de mi casa a media noche, creo que tampoco podría decirse que soy "una amenaza para la humanidad".
Cuando entré a la secundaria conocí a mi mejor amiga, Ann Lewis, a ninguna de las dos nos gustaba entrar a ciertas clases así que continuamente se nos podía encontrar afuera en el patio haciendo nada, cierto tiempo después descubrimos que Ann tenía una de éstas habilidades de las que acabo de hablar, se podía volver invisible y volver invisible cualquier cosa o persona que tocara, lo cual nos hizo más fácil escaparnos de clase. Un mes después, aproximadamente, descubrimos que yo también tenía una habilidad extraña, sin embargo, muy distinta a la de Ann, yo podía sanar heridas, desde cortadas hasta huesos rotos (por eso digo que no pueden decir que soy una amenaza ¿o sí?) y hoy, cuatro años después, un par de soldado-psiquiatras me han sacado de mi casa, a media noche, mientras todos los vecinos dormían, y me metieron a un camión de pasajeros que para mi sorpresa (o tal vez mi no sorpresa) estaba casi lleno de adolescentes y alguno que otro niño. Al fondo del camión, en el último asiento junto a la ventana estaba sentada una chica con cabello chocolate y mechones canela, tenía la cabeza agachada y no se veía su cara, pero yo la reconocí de inmediato.
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Healer: Curación Violeta
Science FictionDurante la Tercera Guerra Mundial la humanidad se enfrentó a una nueva prueba para la que no estaban preparada: la aparición de personas con poderes, esto dio un giro a la guerra que casi provoca el fin de la existencia de la raza humana. Ochenta añ...