Wild Heart.

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Apenas había pasado una semana desde que llegamos a Yue y las pesadillas ya me hacían difícil las noches, me acechaba el recuerdo de Pitcairn golpeando a la chica rubia del Quinto Piso y a Vania, cada que cerraba los ojos las veía. Me sentía extremadamente culpable por todo lo que pasó el día del entrenamiento de simulación. También, a veces, soñaba con mis padres y todo lo que pasó unos días antes de que me denunciaran... pero eso es algo que no contaré a menos que no me quede otro remedio.

Ese día era la "gran" inauguración del Wild Heart, y nos habían avisado que Vania tenía el "honor" de haber sido elegida para la pelea de apertura. Todas estaban preocupadas, yo también lo estaba, pero no me sentía capaz de acercarme a Vania para desearle suerte o... lo que fuera. Había llegado el punto en que intentaba tardarme más que el resto en bajar para desayunar, para no tener que encontrármela y no tener que hablarle. Patético, lo sé, pero ella tampoco se había acercado a hablar con nosotras a la hora de la comida.

Cuando estaba bajando las escaleras de caracol para encontrarme con mis amigas en el comedor, me pareció escuchar gente hablando en el Quinto Piso, así que reduje la marcha.

-Necesito que lo prometas, Kell. -Era la voz de Vania.

-Y ya te dije que no es necesario, no te va a pasar nada, estás exagerando. -Respondió Kelly.

-No estoy exagerando, estamos hablando de Daphne, sabes perfectamente que tiene años intentando entrar a la Lista de Apuestas.

-Y hasta ahora no lo ha conseguido, en serio, Van, incluso si llegas a perder la pelea, Daphne no sería capaz de hacerte algo como para que digas eso.

-Sólo promételo, por favor. Si algo llega a pasarme hoy, te encargarás de cuidar y guiar a Kathleen y al resto de chicas nuevas de mi piso.

Me quedé helada al escuchar mi nombre, algo me dijo que no debía estar escuchando esa conversación.

-Primero que nada, -dijo Kelly. -¿Por qué tanto interés en ellas? Especialmente Kathleen.

-Porque viste cómo reaccionó cuando Pitcairn mató a Jimena, tiene un instinto enorme por proteger a otros, eso hará que la maten.

-O bien puede llegar a ser Jefa del Séptimo Piso, como alguien que yo conozco.

Imaginé que Vania la había visto mal, porque sólo llegó la risa de Kelly a mis oídos.

-Si algo llega a pasarte, Meena ocupará tu lugar como Jefa...

-Precisamente por eso te estoy pidiendo esto, a Meena no le importa si las matan, las castigan o lo que sea, ella sólo se preocupa por si misma. -La interrumpió Vania.

Decidí que no podía quedarme ahí en la escalera escuchando más de esa conversación que, aunque estaba incluida, no era de mi incumbencia, puedo ser algo entrometida a veces, pero esto era algo incómodo, así que seguí bajando la escalera.

-Oh, ¡Hola, Kathleen! -Dijo Kelly con un poco bastante de entusiasmo. Vania la vio con reproche, y luego se volvió a mí.

-Creí que ya estabas abajo, Kath. -me dijo con ternura.

-Yo... no, me distraje un poco en el baño y ah... -Respondí un poco nerviosa. -Sólo quería pedirte perdón.

-¿Perdón? -Vania me miró sorprendida, Kelly esbozó una sonrisa. -¿Por qué tengo que perdonarte?

-Por lo que pasó el otro día en el entrenamiento... me dijiste que me mantuviera fuera del radar y lo primero que hice... y sólo conseguí que tú... -Se me quebró un poco la voz, toda la tensión que había sentido en los últimos días empezó a salir.

Healer: Curación Violeta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora