Historias.

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Mis recuerdos de lo que pasó después son un poco borrosos y confusos. Bajamos al puerto donde Mary Jane, Carrie, Thomas y otra chica nos estaban esperando. Carrie no se había detenido cuando las llamas de Kelly desaparecieron y, al parecer, Ann había dejado a Thomas y regresado por mí.

— ¿Qué pasó? —Preguntó la otra chica que no conocía.

—Ritsu, ahora no... —Dijo Octavius casi en un susurro. —Ann, vuelve la lancha invisible. Mary Jane, crea unas ondas como de otras cinco lanchas alrededor de ésta. Ritsu, llévanos con James y Noach.

— ¿Dónde está Kelly? —Preguntó Mary Jane, Octavius le hizo un gesto con la mano para que dejara de hablar, pero ella no pareció entenderlo. —No me digas que...

—Sí. —Contestó Albert secamente.

—Alb... —Octavius puso su mano en el hombro de Albert para intentar calmarlo, pero éste se zafó con un movimiento brusco.

—Mi hermana está muerta, ahora sácanos de aquí.

Mary Jane y Ritsu se quedaron calladas, la barca se volvió invisible y, aunque no veía nada, estaba consciente de que estaba ahí, lo sentía. Las ondas de la barca al hacer contacto con el agua seguían viéndose y pronto aparecieron varias iguales alrededor de nosotros. Tres soldado-psiquiatras llegaron al puerto y comenzaron a dispar a ciegas.

—Dejen. De. ¡JODER! —Gritó Albert desde algún punto en la barca invisible y el puerto explotó, matando a los tres soldados de una sola vez.

Yo estaba... pero no estaba realmente, no podía reaccionar ante nada, era como si estuviera dormida pero demasiado consciente de lo que estaba sucediendo a mi alrededor al mismo tiempo. Vania... y ahora Kelly, no había podido salvar a ninguna de las dos, volvía a tener esa sensación de ser inútil, el mismo sentimiento que tenía cuando era una niña, era uno de esos momentos en los que sientes como si estorbaras y que sería mejor que no existieras en absoluto. ¿De qué me servía tener un defecto curativo si no podía proteger a nadie? ¿Para qué...?

—Kath... Kathleen, —susurraba Carrie mientras me sacudía ligeramente. —Vamos. —Me tomó de la mano, me levantó de donde estaba sentada y me jaló para que saliera de la lancha. Simplemente mi cuerpo hacía las cosas de manera automática.

Caminamos por el pasillo de los árboles hasta la plazuela de Jatzio, donde nos había dejado el camión que nos llevó ahí. Al salir de la plaza nos encontramos en un terreno vacío lleno de grava rojiza donde sólo había una camioneta y dos chicos.

— ¡James! ¡Noach! —gritó Octavius a los chicos recargados en la camioneta mientras hacía señas con la mano que no arrastraba a Albert, parecía estar igual o más perdido que yo. — ¡Vámonos ya!

De alguna forma entramos todos rápidamente a la camioneta y arrancamos, dejando todo atrás. Mientras íbamos por la carretera el cielo se teñía de color rojo a medida que la mañana vencía a la noche.

...

Nos hospedamos en un pequeño hotel a las orillas del camino, tenía dos camas matrimoniales y un sofá cama, obviamente no cabíamos ahí, pero lo habían pagado sólo por un día y tenían planeado que nos fuéramos durante la noche. Necesitábamos descansar, comer y disfrazarnos. Aún a la fecha sigo sin tener ni idea de dónde habían sacado dinero para el hotel, o para tinte para el cabello, lentillas para Jenna y ropa. Octavius estaba seguro de que nos buscarían por todos lados así que se tomó el tiempo de hacernos lucir bastante diferentes.

Los tres chicos a los que no les puse mucha atención la noche anterior eran Ritsuko Nagakawe, James Rose y Noach Quick. Ritsuko (Ritsu, como le decía Octavius) era una chica muy bajita de cabello negro, largo y un poco ondulado, al contrario de lo que su nombre indicaba, no tenía rasgos orientales, sus ojos eran grandes de color verde olivo, tenía una piel blanca y era tan bella que parecía una muñeca de porcelana. James era alto, muy alto, y robusto, como si un gran refrigerador se irguiera frente a nosotros con un cabello castaño obscuro y rizado, usaba unos lentes de armazón negro que protegían unos ojos de color café de una tonalidad tan curiosa que parecían carmesí, tenía los brazos y la cara muy quemados por el sol, pero su piel era igual de blanca que la mía. Noach era un poco (bastante) más bajo que James, pero más alto que Octavius, su piel era muy morena, pero sin llegar a ser negra, aunque si tenía rasgos negroides como una nariz ancha y unos labios gruesos. Tenía tatuado un escorpión en el brazo derecho y sus ojos... bueno, el principio vi unos ojos rasgados de color verde ponzoña, pero después los volví a ver y eran negros. Bueno, después de lo ocurrido en el último mes no me sorprendería si me estuviera volviendo loca.

Healer: Curación Violeta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora