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2 de julio de 2021

-Melll

-Melisa hija, por dios salí del baño, tu hermano está esperando- oía otra vez un grito de mí madre, y mi poca paciencia se iría por completo - MELISA SALI DEL BAÑO YA

- Yaya ya voy, ni cagar tranquila puedo en esta casa- salí lo más rápido posible, porque si seguía ahí, los gritos empeorarían- salí mocoso- lo corrí del camino.

- no me toques- me amenazo, o al menos eso pensó, Nicolás, mí hermanito. Nos llevamos solo 6 años, y el con sus 11 años, se creía todo un hombre.

El apuro que tanto había entre mi progenitora y mi hermano, era simplemente, la impuntualidad de todos los integrantes de mi familia. De los cuatro, ellos dos y mi papá, eran especiales en llegar tarde, a cualquier lugar. Siempre tenía que decirles una hora antes de la prevista, para que ellos lleguen puntuales.

Ahora, como era de costumbre, llegaban tarde. Para que se den cuenta, el horario de mi hermano, era las 7.30am, y según mi alarma, y el relog del noticiero, eran las 7.30.
Ese horario, era perfecto para mí, así despertaba y llegaba justo a las clases, ya que tenia, diez minutos entre levantarme y ducharme, otros diez para cambiarme con el uniforme, y los diez restantes para llegar a las ocho, los usaba para desayunar. Y llegaba en al menos unos 10 minutos más, ya que caminar dos cuadras a la escuela no era mucho. Si no pasaba nada que alterara la rutina matutina de llevo desde años, en 40 minutos, desde que me levanta hasta la escuela, llegaba más que puntual para recibir la primera hora de clase.

Lo bueno de la mañana, era el momento, en el que tanto, mi mamá y mi papá, arrastraban a Nicolás para llegar, o no llegar más tarde, a sus trabajos y la dichosa  escuela. Está quedaba de pasada al trabajo de mí mamá, en la farmacia del shopping, y a la dos cuadras de casa también, pero la dirección contraria a la mía. Una vez que ambos eran depositados en sus edificios, papá seguía derecho, y atravesaba esa rotonda, para ingresar al Ministro de seguridad de la Nación.

                                   🩷

7.50am

Lo bueno que pasa en la mañana, ya lo dije, pero no es lo único. Lo mejor, sin duda, es el desayuno. Ese manjar elegido minuciosamente, entre sabores frescos y saludables.

El único e inigualable, café con leche, este elixir lo acompañaba con dos tostadas y una banana picada.

Algo simple quizá, pero gloriosamente delicioso.

Es que es increíble como algo tan simple como leche y tostadas puede ser tan rico.
¿Quien habla descubierto que podías combinar café y leche? lo buscaré, sin duda.

EL CUMPLEAÑOS

Mí celebro, comenzó a unir y entrelazar ideas, que llevaron a recuerdos, que llevaron a la escuela, y desencadenaron en lilia.

- MIERDA, EL CUMPLEAÑOS DE LILIA- vocifere sola mirando para todos lados, como si hacer eso me solucionara que gracias a esta mente tan despistada, se le pasó por alto el festejo de su tutora.
Y yo era la encargada de imprimir los mensajes y las fotos collage que entre mis compañeros habíamos hecho con sus fotos viejas de Facebook.

ahí estaba, el eslabón que se sale de la correa, que rompe la rutina. Eran las 8am, por lo que tenía 15 minutos, como máximo, para imprimir al rededor de 40 hojas.

Yo y mí mente que vuela cuando no le conviene.

- Que buen momento para no tener impresora mel - empecé a putear al mogólico de mí hermano, que por querer imprimir un Messi tamaño real, casi hace explotar la impresora.
Mí única solución, era cruzarme al quiosco edificio de enfrente, y pagar un riñón por las copias.

Imprudencia (Santiago caputo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora