Lunes
La rutina de la mañana, se repitió sin problema alguno.
El único inconveniente que había hoy, era Moro. Hoy no vendría la chica que nos limpiaba la casa, así que no lo sacaría a pasear, no haría sus necesidades. Así que que tendría que volver corriendo a casa para sacarla. Y así continuar las actividades de la tarde.En la escuela se notaba que esa semana, era la previa a las vacaciones de invierno, el cansancio y las ganar de descansar desbordada por las aulas y se quedaba en los pasillos. Los profesores más relajados, los alumnos también. Unos esperando para salir a minis vacaciones, otros estar en sus casa. Cómo yo, que después de tanto esfuerzo, necesitaba estar en mí cama, con mí perro, que lo tenía descuidado, y la tele.
La mañana termino transcurrido tranquila, tuvimos horas libres, así que aprovechamos a tirar ideas para organizar algo con mis amigas para estás vacaciones, ya que ni Tati, ni ludmi saldrían. Aunque, no creo que termine teniendo permiso, para ser honesta, conociendondolas, iban a querés salir a toda costa. A lo que mi papá se opondría, ya la estaba oliendio.
Tatiana y Ludmila, eran, como decian los papás, mala influencia. Y si, lo eran. Pero siempre estaba yo para frenarlas un poco. Nunca lograban influir tanto en mí. Al contrario, yo lo hacia para con ellas.
°
El sol ansiaba con salir, pero las nubes le impedían incesantemente ese accionar, generando así la resolana. La incómoda resolana, que provoca que en pleno invierno, necesite usar lentes de sol.
que sol de mierda la puta madre
Está vez como me urgía llegar, por Moro, la última cuadra la termine corriendo. Subí los tres escalones de una vez, salude a Elías, pero mi corrida termino frente al ascensor.
- señorita!! - Elías desde la mesa me habló - su perro, el peludo de ojos celeste - mi husky había sido de regalo por mis diez años - no paro de ladrar, tuve muchas quejas durante la mañana.
Mierda, seguro es la vieja esa la señora de Valdez
- si es que no salió en la mañana - toque de nuevo el boton - debe estar aguantando las ganas de hacer los suyo.
- me lo imaginaba, si no apareció Alejandra hoy - y miró el monitor con las cámaras que había en el edificio. - pobre perro.
que ascensor de mierda, ocho pisos tenemos, que tanto puede tardar
- si, Alejandra no pudo venir hoy. Problemas familiares, usted vio. - faltaban dos pisos.
- la veré de nuevo entonces, si sacará a perro. - respondi con un leve si, mientras ingresaba al ascensor.
Al salir camine hacia la derecha cuatro puertas hasta llegar al D. Mientras recorria el pasillos, podía escuchar los ladridos de mi perro.
Por lo que apenas abrí la puerta, largue la mochila por ahí, agarre la correa que estaba sobre el porta llaves, le prendí a la pechera gris, -que hacia resaltar el color negro de su lomo-, y salimos al ascensor.Moro me llevo casi corriendo hasta las escaleras. Bajamos tres pisos corriendo, ya que en el tercero, el ascensor estaba con las puertas abiertas, así que sin pensarlo, lo subimos.
Corrimos todo el vestíbulo, y media cuadra, hasta el cantero con bordes no tan altos de la carnicería. Termino Moro de hacer lo suyo, y comenzó su rastrillaje por la cuadra. Que no avanzo mucho.- Vamos Moro- le insistí pero estaba hipnotizada por los huesos que Dexter y eddi, los perros de la carnicería, estaban más que concentrados.
- vamos vamos, no perdamos tiempo, tengo que estudiar para la exposición del miércoles. - sin entender, por obvias razones, siguio ignorandondome- vamos.
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Imprudencia (Santiago caputo)
RomanceUna chica de buena familia y educación. Su vida termino cambiando cuando conoce a un hombre, el cual le enseña el mundo que ella siempre quiso conocer.