III

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I sing the body electric
I sing the body electric, baby
I sing the body electric
I sing the body electric

La melodía iba rebosando la habitación, climatizadandola perfectamente para el temporal de invierno.
Luego de ese encuentro, mí mente no paro de pensar durante el sábado, ni ahora domingo.
Repasaba una y otra vez ese encuentro, repasaba su olor, su actitud, repasaba el calor.

Heaven is my baby
Suicide's her father
Opulence is the end
We get down every friday night
Dancing and grinding in the pale Moonlight



- Que dijimos de esa música!! - los golpes del otro lado de la puerta me asustaron, haciendo que salga de mí trance - Melisa Rizzoti apaga esa mierda ya.

- Perdón papá - incorporándome del piso, fui directo al escritorio donde estaba mí pequeño parlante en forma de tocadisco y lo desconecte. - ya estaaa

Federico, tenía un problema con la música extranjera que nunca pude entender. Detestaba toda música extranjera, pero la que estaba en inglés, la aborrecía. Ya sea los Beatles, los stons o lana del rey, el no podía escucharla.
Pero esto, no pasaba solo con la música, sino con todo, películas, documentales, bailes, nada de las 7 artes, podían ser extranjeras.
Todo esto dentro de las cuatros paredes de nuestra casa, afuera, era totalmente distinto.

- ya debe estar por llegar amor - me dijo mí mamá abriendo la puerta - ya estás lista?

- no, y no quiero - me cruce de brazos mirandola con el señor fruncido.

- que lastimas porque igual vas a estar en esa mesa.

Refunfuñando, entre a la ducha. Debía estar "lista" porque vendría a almorzar un hijo de un amigo de papá. Este chico tenía mí misma edad, y aparentemente, también lo presionaban para que nos conociéramos.
Cuando salí de bañarme, simplemente me puse un vestido, y las vans. Yo no estaba para nada interesada en tomás.


💖


Finalmente en el comedor, estabamos sentados los cinco. Sobre la mesa estaba la comida casera de mí mamá, la que siempre hacia cuando había visita, matambre a la pizza.

- y contamos tomas - empezó mí papá, mientras cortaba la carne - que pensas hacer después de la escuela? porque les queda este año nomás. - se llevó el tenedor a la boca.

- emm no se la verdad - levanto los hombros, mientras tomaba un poco de jugo. Respuesta incorrecta

- ahh no sabes - lo miro, y luego a mí mamá, enfrente de él - mira vos, no sabe que hacer.

- Pensaba tomar un año sabático igual, onda para pensar. - lo dijo tan tranquilo, sin apuros.

- vos sabés que es importante estudiar verdad? - lo señaló con el tenedor, esa no era una buena señal - ella va a ir a la facultad, no podes decir vos que te vas a tomar un año sabático.

- ah miren ustedes, no sabía yo que estamos en el siglo dieciséis - solté los cubiertos - no necesito que me emparejen con nadie, puedo hacerlo perfectamente sola. - eleve la voz mirandolo, porque sabía que esta idea absurda, era de él.

- Mel, por favor - mí mamá tocó mí mano con la suya - sentate y come.

Que ganas de matarme aquí mismo

Suspiré - bueno, pero no más preguntas así - lo mire - porque me voy.

Mientras le sostenía la miraba a mí papá, tenia ganas de gritarle muchas cosas. Pero tuve que contenerme. A pesar de todo, era buen padre eso no podía negarlo, pero siempre había cosas que me hacían dudarlo. Precisamente, una cosa como esta.

El almuerzo termino más rápido de lo que pensaba, eran las 5pm, o sea que había aguantado ese momento, solo tres horas.
Así que que después de despedir a Tomás, levantar la mesa, y lavar los platos junto con mí mamá, me quedaba tiempo para mí.

°

Distraerse con alguna película en casa, con mí papá presente, era limitarse a mirar cineAr. Así que mientras me tomaba una taza de café con leche, miraba Wakolda por enesima vez.

- hija - me llamo Federico - amor, perdón por lo de esta tarde. - se sentó a la par mia, justo al lado izquierdo del sillón de tres partes.

- ajam - no tenía ganas de mirarlo. Las escena de peretti siempre fueron mis favoritas, y ahora, en este momento, mucho más.

- encerio hija - tomo el control pausando la peli - te amo, y no quiero que salgas con cualquiera - mí mirada de la televisión no de despegaba - no puedo permitir que salgas con alguien que no lo vale. - mis lágrimas empezaron a acumularse.
El silencio lo decis todo. En el silencio se sentían los sentimientos. Sentimientos de amor y de odio. Cómo nuestra relación.Sentimientos a los que no pude hacerme la boluda e ignorarlos.

- ay papá - explote en llanto - lo siento, me comporte como estúpida. - lo abrace y sentia su mano sobre mí espalda yendo de un lado al otro dando caricias.

- no amor, perdón yo que ando haciendo cosas que vos podes hacer - se separó de mí - vos tenés que aprender, perdón.

Cómo compensación por todo, me dejó que le muestre una película, la cual elegí minuciosamente, porque está oportunidad no se daría dos veces.
Una vez terminada Lamb, nos terminamos yendo a dormir, porque en unas horas, el comienzo de semana, parecía prometedor.



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Imprudencia (Santiago caputo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora