Imprudencia (Santiago caputo)

V

Miércoles

Wilde, al mismo tiempo, considera que el arte no debe ser popular  - continúe la lectura - Rechaza el socialismo autoritario y considera que la propiedad privada hace la vida completamente insoportable, forzando al individualismo a ocuparse del progreso material y no del progreso espiritual - hice una pausa, mirando a Tatiana, que tenía la misma expresión de confusión que yo, continúe la lectura - : valora al ser humano por lo que es, no por lo que tiene. - rodee los ojos.

- o sea - ludmi mira al frente - el arte no es popular, ¿pero al mismo tiempo es cultura, la cual es popular? - ludmi era a la que más le costaba de las tres.

- más bien habla de liberarnos de la necesidad de vivir de los otros - comenté dejando el libro sobre la mesa mientras tomaba mi café con leche. - Wilde y su libro, quien lo diría.

- El alma del hombre bajo el socialismo.  - Tati sustubo el libro frente de ella - ¿Cómo nos hacen leer esto?

- simple - llame a la moza - te pintan lo bonito que suena, te muestran cambios que no suceden, y caes creyendo que es la solución.

Pagamos y salimos de Arsenal Bar, ese lugar se había vuelto Nuestro lugar desde que lo descubrimos, justo a la vuelta de la escuela. Era perfecto para cuando no teníamos nada que hacer.
Lo que mejoraba esos dias era la tienda de accesorios de había cruzado la calle.
Los días dónde íbamos al Arsenal, terminaban en esa tienda.

- pero no me dejan chicas - rodee los ojos - ustedes saben.

- pero convencelos, daleeee

- no Tatiana, las conocen - negué con la cabeza mirando a mi izquierda - ni a gancho me dejan salir tantos días seguidos.

- Pero son vacaciones - me miró dejando caer sus brazos en modo de rendimiento.

- de invierno - miré a ambas - después vienen las pruebas. Lo siento - les dije apenada - solo días de semana.

- Nono no es para nada justo - se quejo ludmila al fin - yo iré y - se detuvo - que pasa mel?

- banquenme aquí - les dije y cruce la calle.

En frente nuestro, saliendo del Danzon Bar, lo había visto salir a Santiago. Sin pensarlo, me acerque hasta su auto, dónde en la parte de atrás guardaba algo.
No sé bien por qué lo hice, simplemente, me acerque.

- hola - se dió vuelta.

- hola - me devolvió el saludo cerrando la puerta. - como estas? - apoyándose en el baúl, se cruzó de brazos.
Cómo ya no llovía, no hacía falta que usará un sobretodo, solo tenía el saco. Que le combinaba a la perfección con la corbata marrón apuntillada.

- Bien bien - me moví incómoda.

- como te fue? - levanté una ceja ante la pregunta - la exposición, era hoy, no? - todavia se acordaba, wow.

- ahh Sisi, me fue muy bien, ningún presidente quedó fuera de la línea de tiempo. - rei ante mi chiste. De verdad la exposición había salido genial.

- que afortunados, sería una tragedia - se incorporó - me gustó verte hoy - se acercó mas - ¿Que vas a hacer el viernes?

Me sorprendió lo directo - ir a la escuela - me levanté de hombros.

- si, pero después- chito sonriendo.

- ah si claro, nada - estaba un poco nerviosa , y él lo sabía.

- porque voy a escuchar el Festival Beethoven en el colon a las 20pm.

-oh - me tomo por sorpresa.

- por si queres ir - me observo unos segundos que fueron eternos - irán mis amigos, Agustín y Valentina. Así que no será... Bueno nada distinto. - soy yo o se puso un poco nervioso.

- si pero mis papás.. - me interrumpió.

- bueno hagamos así - se puso la mano izquierda en el bolsillo del pantalón. - te paso a buscar, me presento - puso su mano derecha en su pecho - y si no les caigo bien, que lo dudo realmente - puse lo ojos en blanco - te voy a dar dos boletos para que vayas con alguno de ellos.

QUE?! REALMENTE ESTA PASANDO ESTO

- Gracias - le sonrei, la idea sonaba descabellada, pero no perdería nada intentando. - me gustaría ir con vos.

- a las 19.30 te parece? - mi sonrisa lo contagio.

- Perfecto.

- ah me gustaría llevarte a cenar después - no puede ser.

- bueno - ladee la cabeza - pero seguro lo haga en mi casa cuando vuelva.

- si querés cenar conmigo - se acercó a mi oido-  no volverás temprano. - se alejo, quedando a una distancia corta, corta, que podia sentir un poco su respiración.

- si, está bien- los dos nos reímos.

- Nos vemos My lady - esta vez, el besó mi cachete - tengo cosas que hacer. - nos vemos el viernes. - dió la vuelta a su auto y se subió.

- chau - lo salude por la ventanilla. Me gire y mis amigas estaban expectantes de lo ocurrido.

- así que van a cenar ehh- empezó Tatiana apenas pise la vereda.

- yaya - no daba más del calor en los cachetes.

-¿¿¿ cuando ibas a decir que estás saliendo con un hombre ??? - ludmila no daba más de sorprendida.

- no estoy saliendo con nadie - las miré - no me creen verdad? - arrugue la nariz.

- para nada - dijeron al unisono.

- dijiste que conociste a un chico - habló ludmila - no un hombre.

- y hay una gran diferencia mel - está vez fue Tati, con un tono con un poco de desconfianza.

- no pasa nada chicas, en serio.

- ummm bueno, te acompañamos a casa.

Les mentiria si dijera que no me atraía mucho más el hecho de que era más grande que yo. Siempre tuve esa preferencia, siempre me gustaban hombres, no chicos. Si no, si eran chicos, eran más grandes que yo. Siempre. No era cuestion de problemas con papá, para nada. Era más curiosidad. Simplemente me llamaban más la atención los hombres, que los chicos de mi edad. Simplemente.

  buenas