En las películas cuando la protagonista despierta en la mañana los pájaros están cantando, el sol entra por la ventana iluminando la habitación y alguien le trae el desayuno en la cama, pero en la vida real el despertador suena con la misión de cabrearte la mañana, la lluvia cae a cantaros y alguien te grita que vayas a desayunar.
Corro los abrigos y me levanto de la cama, voy al baño a hacer mis necesidades y después bajo las escaleras para desayunar con mi tía.
—Buen día. —saludo.
—Hola Anna. — devuelve el saludo mientras prepara unos panqueques.
Susan Ruiz era una morena de unos veinticinco años de edad, rubia de ojos azules. Era maestra en la escuela primaria del pequeño pueblo donde vivía.
— ¿Cómo están las mujeres más bellas del mundo? — pregunta Martín.
—Muy bien, gracias tío. — respondí mientras que mi tía me servía el desayuno.
Observe a Martín como miraba a Susan. Yo no sabía que ella estaba de novia hasta que llegue a mi nuevo hogar. Martín era una persona muy buena y tranquila pero cuando te metías con su familia era el mismísimo diablo. Tenía veintiocho años, moreno de ojos color mieles y un hombre de familia. Al principio era raro porque mi tía nunca estuvo con un hombre alrededor mío pero a la semana ya me había acostumbrado.
—¿Hoy te vienen a buscar los chicos o te llevo yo? —pregunta.
Los chicos eran mis nuevos mejores amigos, los conocí cuando me mandaron a comprar al super. Sin querer derrame el jugo que estaba tomando a unos de los chicos que estaban ahí. Al principio me asuste porque eran lobos pero para mi sorpresa no me insultaron ni me trataron mal, sino me dieron la bienvenida. Desde ahí nos hicimos inseparable.
—Me vienen a buscar ellos.
—Muy bien, me tengo que ir hermosas. —nos dice cuando termina el desayuno.
Cuando termino de saludarnos se fue al trabajo, fui hacia mi habitación y me prepare para el instituto.
Me puse unos shorts blanco, una remera beige, una campera de jeans y unas zapatillas blancas, agarre mi mochila y baje las escaleras justo a tiempo porque escucho la bocina del auto de Thiago.
—Chao—me despido mientras salgo por la puerta, no me preocupo en llevar paraguas porque la lluvia paro.
Thiago estaba recostado con los brazos cruzados en el pecho mirando hacia donde estaba.
—Hola bonita. —me saluda mientras me da un beso en la frente.
Thiago era el chico al quien le tire mi jugo. Era muy alto (me llevaba una cabeza y media), tiene ojos negros y cabello rubio, y es mi mejor amigo.
— ¿Lista? —pregunta.
¿Lista? No lose, hoy era el primer día de clases, es decir, cuatro meces de espera para unas vacaciones.
Me subí al auto de Thiago y puse la radio que sonaba 23 de Miley Cyrus.
— ¿Vamos a buscar a Guada? —pregunte.
Guada era mi mejor amiga y prima de Thiago.
—Si.
I be in the club standing on the couch
In them Wolf Greys like it's my house
Drinking out the bottle, I got no respect
Looking like a model, you just got a check
I back it up, cause I don't give a fuck...
La música llenaba el silencio. Llegamos a la casa de Guada y la recogimos. Con Guada hablamos de todo lo que iba a pasar en el año.
Llegamos al instituto y nos bajamos del auto.
—Bueno mis princesas las dejo acá voy a buscar a Tara. —nos dice Thiago antes de dejarnos.
Tara era la novia de Thiago y nosotras...nosotras la odiamos.
—Ni se te ocurra traerla con nosotros. —grita Guada cuando Thiago dobla la esquina pero sé que con su buen oído escucho.
—Si la trae con nosotros...—comienza a decir mi mejor amiga.
—Si la trae con nosotros vos te encargaras de ella, no te preocupes. — digo mientras me engancho en su brazo.
—Agr, ella solo quiere tener el pajarito de mi primo entre sus piernas.
—Y el solo quiere satisfacer sus necesidades sexuales. —replico como si yo supiera algo de sexo.
—Parecieran que están en época de celo.
—Son lobos, ¿Qué esperas? —pregunta Timothy cuando entramos al salón de matemáticas.
Lobos... Mis amigos son hombres lobos y no les importa que yo sea una bruja. Se sentía bien estar con ellos porque sabía que nunca me abandonaría, no como Leo.
Leo.
Lo extrañaba, no lo podía negar. Dante se enteró lo sucedido ese día y me preguntó porque interferí que la decisión de su hijo, conté lo que pensaba de la regla y me dijo que era algo necesario para prevalecer el control.
Sí, claro.
Leo intento llamarme pero nunca le conteste, excepto una vez que me llamo con otro celular.
-¿Hola?-pregunte mientras me acomodaba la mochila en el hombro.
-Amaya.-la voz de Leo era inconfundible.
-¿Qué quieres?-
-Tenemos que hablar.-
-No somos una pareja para tener que hablar.-confieso. Todavía estaba algo enojada con el por no ayudarme pero no podía negar que todavía me gustaba.
-Pero somos amigos.-
-No, no somos nada.- dije antes de cortar.
—Ey,. — la voz de Timothy me traje fuera de los recuerdos.
—¿Qué quieres? —pregunte.
—Alguien se despertó mal...Vale, hay una fiesta en el bar de Roco.
Roco era un elfo muy amigable quien nos tenía cariño a todos nosotros, y a decir verdad hay que aguantarnos.
Como dije en este pueblito no existía ninguna regla era verdad, excepto la que decía:
Respetar y valorar las diferencias que hay entre los diferentes individuos que integran el pueblo. No se debe insultar o usas tu regalo en contra de uno de nosotros serás expulsado.
Esa era la única regla pero eso no significa que era menos importante.
Una vez un hada utilizo su poder para obligar que un chico, que la había rechazado, se lanzara del último piso de un edificio en el centro. El chico se salvó porque era un cambia forma pero si hubiera sido un humano ya estaría con el mismo paul walker. La chica fue castigada severamente quitándole su magia.
Bien por ella, creo.
— Dios, hoy estas muy distraída. —Se queja Timothy. —¿Vas?—
— Claro.
¡Si, fiesta!
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Hola espero que les guste, gracias por votar.
Quería decirles que tengo uno problemas, es decir, como que me castigaron pero no me castigaron....
¿se entiende? y hoy tuve q esperar a que mi mamá se valla a dormir para poder subir este cap.
Thiago en multimedia.
No tengo a alguien para que interprete a Amaya ni a Leo.... así que espero que comenten a quien les gustaría que lo interprete.
bueno....chau.
