No me puede estar pasando esto, ¿Qué hice mal?
Estaba en mi habitación sin poder dormir. Thiago al comprender lo que sucedía, me arrastro de allí y me llevó a mi casa, y después se fue para arreglar el tema con Dante pero antes me dijo que todo iba a estar bien.
Pero dudaba mucho.
Daría todos mis ahorros para saber que hacían ellos aquí pero tenía que esperar.
Eran las seis y no pegue el ojo desde que Thiago me había traído. Cansada y con los nervios a flor de piel, me levante y me arregle para ir al instituto.
Me bañe y me quite el resto de la noche anterior.
Escogí un vestido suelto negro con una chaqueta marrón y unas botas, me coloque corrector de ojeras, delineador, mascara de pestaño y labial.
Con toda la pereza del mundo, y con mi cartera en la mano, bajo las escaleras. Mis tíos no estaban así que me encontraba sola en la casa.
Me prepare un café bien cargado. Lo necesitaba.
Una hora después, escuche el auto de Thiago.
Salí de mi cama y me encontré con un amigo. Corro hacía él y lo abrazo, estaba nerviosa por todo lo que estaba pasando y podía pasar.
-Vamos, pequeña. Todo va a estar bien.
Suspirando, entro al auto y en silencio nos encaminamos en silencio al instituto.
Leo:
Estábamos aquí, en el pueblo, para hablar con la manada Red Moon. No me encontraba solo, vine con mi hermana Luciana, y amigos.
-Ya estoy lista. -dice Luli bajando con un short corto, muy corto, una remera blanca con puntos negros.
-Sube y cámbiate el short.
-¿Qué? ¿Y por qué yo haría eso? -pregunta.
-Porque te lo digo yo.
-Déjala que así está bien. Además llega tarde. -Luana dice.La miro y niego, no me importa que llegue tarde al nuevo instituto. No la voy a dejar ir así y dejar que los perros la vean.
-Ella tiene razón, vamos. -grita entusiasmada, bajando las escaleras.
Mi hermana era un caso especial.
-¿Viste a Dante? - me pregunta Luana.
-¿No está contigo? -pregunte confundido.
Niega la cabeza.
-Yo me encargo.
-Gracias.Subimos al auto y nos encaminamos al instituto.
Tenía que resolver algunas cuestiones con la manada de este pueblo y mi hermana quiso venir conmigo, y yo no iba a aceptar que pierda clases, por eso la inscribí al instituto de aquí.
-¿Me puedes recordar porque yo también estoy en este auto cuyo objetivo es el instituto? -pregunta Luan.
-Simple, no voy a dejar que pierdan clases. -contesto, mirando la carretera.Escucho un bufido de parte de las dos.
Luana es la hermana de Dante y compañera de vida de Daniel, mi mejor amigo. Daniel me había pedido que la inscriba a ella también y así lo hice.
-Dios, es enorme. Me voy a perder. -murmura mi hermana y yo río.
Seguí hasta la puerta, me estacione y espere que bajen del auto. Apague el motor y baje del auto.
-No vale, yo no pedí esto. -se queja Luana.
-Pero Daniel sí.-Te juro que lo voy a matar. -murmura.
-Lo dudo.Luli y yo nos reímos y después se nos unió Luana.
Las personas nos miraban pero no era por lo que éramos sino porque somos los nuevos, o al menos mi hermana y Luana lo son.
Este pueblo me sorprendió mucho, no es un lugar desorganizado ni por nada del estilo. Por lo que me comentaron, todos están protegidos por la manada Red Moon y están feliz por eso.
-Qué lindo auto. -susurra impresionada mi hermana.
Miro hacía donde ella miraba y veo un auto negro entrar por la puerta de entrada.
El auto se estaciona y baja un chico de pelo negro y ojos negros. Él se dirige hacia la puerta de atrás y la abre. Bajan dos chicas: una de cabello negro y ojos azules, y otra de cabello pelirroja.
Se acercan a un grupo de chicos y se dirigen hacía la puerta.
La segunda chica ríe de algo que le dijo el chico pelinegro y gira hacía donde estábamos nosotros, y pude ver su cara.
Había crecido, ya no era aquella niña que quería como una hermana, ya era una mujer y muy bella. Seguía siendo ella, su pelo alborotado, y sus hermosos ojos verdes.-Amaya. -mi hermana sorprendida dice.
Ella nos mira y su cara se convierte en una de sorpresa.
Así que aquí se encontraba la pequeña Amaya.
Y estaba con unos lobos.