Protegiendo A Mi Musa (Saga Vikingos MC #1)

Capítulo: 12

                               Apolo.

Decir que me comporté como un reverendo imbécil luego que Mar me rechazó se quedó corto.

Porque en mi ego herido decidí estupidam enredarme con Lety, en especial cuando ella desea convertirse en mi vieja Dama.

Echo que ni borracho haría. Ella es solo un culo dulce al que no le debo ilusionar más.

Sé que soy un bastardo, no un maldito bastardo.

Por lo que después que para mí mala suerte Mar nos viera llegando a mi recámara le digo que no pasará nada.

Obviamente ella me armó un drama ridículo así que solo la ignoré encerrando me en mi cuarto.

Menuda tonta.

Para desestresar me me doy una ducha relajante logrando quitar tanto tensión.

Sé que la mejor manera sería follando pero lastimosamente con quién deseo estar, no me quiere en lo absoluto.

No soy idiota se que mi físico atrae a muchas mujeres, y Mar no es la excepción.

Solo que su carácter de mierda no se lo permite.

Reconozco muy a mi pesar que ambos nos parecemos demasiado.

Concentrando me en otra cosa, ordené a VP que concentrara una reunión con los Pumas MC.

Por eso ahora estoy en mi despacho esperando la llegada de ellos.

Así que para evitar una confrontación le ordené a Mar y a los culos dulces no salir de sus habitaciones.

Mike y Kay fueron los designados para cuidar a las chicas.

Con Kay estoy molesto porque es nuestro deber aclararle a las chicas que son solo un culo dulce.

Luego que salgamos de esta reunión hablaré con ese chico.

Finalmente los bastardos entran con sus aires de grandeza que me provoca borrarles de una trompada.

Ahí en la sala de reuniones está el engreído Presidente del Club Pumas MC, Rodrigo Pine, y a su lado un recuperado Alessio Pine.

Me abstengo de sonreir burlón ante el recuerdo de como le dejé la cara desfigurada.

Creo que el mocoso se da cuenta porque me fulmina con rabia, echo que me es indiferente.

Ninguno acá tiene armas, y eso es para evitar una balacera.

Aunque lo cierto es que no necesitamos de ninguna arma para matar al otro.

Con nuestros puños basto a la perfección.

__Bien, estamos aquí con el motivo de que su hijo se atrevió a intentar a abusar a mi protegida Mar Quintero.

<<Sé que ustedes en revancha por la paliza que le dí a su hijo quemaron uno de mis bares, el cual está en remodelación, y pronto abrirán sus puertas, ¿en serio desean una guerra en estos días tan delicados?>>

__Inicio con voz neutra y expresión indescifrable.

Noto que Alessio aprieta la mandíbula, y su padre aprieta los puños.

Ellos podrán ser nuestra casa club enemiga pero saben que si yo decido atacarles tendrían más pérdidas ellos que nosotros que tenemos el capital suficiente para surgir como y donde sea, echo que Rodrigo sabe muy bien.

Lo único que les hice fue cerrar la trocha por dónde ellos transportan sus mercancía.

Eso les ocasionó una perdida importante de dinero.