Taehyung se levantó a la mañana siguiente emocionado. Este era el día en el que se suponía que comenzaba su entrenamiento oficial sobre cómo luchar. Aunque Hoseok había dejado claro que Taehyung nunca iba a ser entrenado para ser soldado, había prometido enseñarle lo suficiente para que pudiera defenderse en las situaciones más jodidas en las que pudiera encontrarse. Para Taehyung, eso era lo suficientemente bueno. Siempre con tal de no terminar en ese maldito hospital otra vez. No es que no le gustaran Wu, Seokjin y Tao, pero prefería verlos fuera de la instalación, muchas gracias.
Hoseok seguía durmiendo. Taehyung se tomó un momento para mirar al halcón. Realmente era impresionante. Sólo deseaba que Hoseok se diera prisa e hiciera un movimiento ya. Era frustrante solo dormir junto a él noche tras noche y no tener intimidad. Este se veía tan malditamente delicioso que Taehyung quería comérselo de un gran bocado. No habían hecho nada aparte del beso que Hoseok le había dado hacía demasiadas noches.
Dejando escapar un suspiro, Taehyung se deslizó con cuidado de la cama, y luego se dirigió al cuarto de baño. Se dio una ducha rápida, además de cuidar de su otro asunto, se ató una toalla a la cintura y salió del dormitorio.
Dado que esperaba que Hoseok estuviera todavía totalmente dormido, porque era de los que dormía todos los días hasta el último segundo y aún era temprano, dejó caer la toalla. Estaba a punto de hurgar en la cómoda para conseguir algo de ropa interior cuando escuchó un grito de asombro. El horror lo llenó cuando se dio la vuelta para hacer frente a la cama.
Maldita sea si Hoseok no estaba completamente despierto, y lo estaba mirando. Taehyung estuvo tan aturdido al principio que lo único que pudo hacer fue quedarse allí gloriosamente desnudo, como un ciervo deslumbrado por los faros. Por último, el cerebro de Taehyung volvió a la vida, y saltó hacia atrás y se cubrió a sí mismo, igual que alguna casta doncella en peligro.
—Lo siento mucho. Creí que todavía estabas durmiendo — dijo Taehyung.
Entonces, por alguna loca razón, se echó a reír, ya fuera por los nervios o por pura vergüenza. En cualquier caso, una vez que comenzó, no podía parar. Hoseok por su parte le dio una sonrisa torcida y esperó a que Taehyung se detuviera.
—¿Has terminado? —finalmente dijo Hoseok.
—Creo que sí —respondió Taehyung, un poco sin aliento por su festiva risa.
—Iba a decir que eso era un infierno de llamada para despertar. Si empezamos cada día de esa manera, moriría como un hombre feliz.
—Correcto —Taehyung, arrastró las palabras—. No me has vuelto besar desde aquella vez.
Hoseok se apoyó en un codo. —Ven aquí y te voy a mostrar lo mucho que me gustó. Pero primero tendrás que mover tu mano. Escondes la mejor parte.
Taehyung lentamente hizo lo ordenado. No sabía por qué se sentía tan tímido de repente. No era como si no hubiera estado con otro hombre antes. No era exactamente una puta, pero había tenido su parte justa de encuentros con otros hombres. Sólo que con Hoseok, quería ser perfecto. Se preocupaba tanto por el halcón que decepcionarlo no era una opción.
Hoseok le dio una mirada evaluadora. —Sí. Sabía que serías magnífico. Ahora, ven aquí, así podré mostrarte cuánto aprecio esa polla tuya.
Taehyung podía sentir su cara calentándose, a pesar de que las palabras de Hoseok secretamente le gustaban. Comenzó a caminar hacia la cama, su polla cada vez más dura con cada paso. El deseo latía a través de él. Todo el rato Hoseok lo miraba con una oscura y caliente mirada que parecía chamuscarlo.
Una vez que llegó a la orilla de la cama, esperaba que Hoseok extendiera la mano y tirara de él sobre el colchón. En su lugar, sólo agarró su polla y lo dejó de pie.
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Serie de los CP 31 - La Derrota de Hoseok
FanfictionSerie de los Cambiaformas Perdidos 31 - La Derrota de Hoseok RESUMEN A veces no puedes escapar de lo que eres. No importa lo mucho que se corras. Desde que Taehyung tuvo su primer cambio sin que nadie lo viera, él ha mantenido a su grande y gordo pu...