Capítulo 8

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Cuando Hoseok envolvió su cuerpo alrededor de Taehyung seguía aturdido por la indignación del puma por la forma de los objetivos. Sí, siempre lo habían molestado y sí, siempre había pensado que era desconsiderado por parte de los Felinos. Incluso se había quejaba de eso un par de veces. Cada vez le habían dicho que no estaba haciendo ningún esfuerzo para llevarse bien con la coalición y que estaba causando problemas. Que sólo debería estar agradecido de que los Felinos les hubieran dado un hogar y que debía cerrar su bocaza.

Sin embargo, Taehyung, que era un felino, había recogido el tema que había molestado a Hoseok todos esos años y había protestado por ello. ¿Por qué Taehyung, que era muy nuevo en el mundo cambiaformas lo entendía mejor que los que habían nacido y crecido en él?

Tal vez por eso Taehyung podía ver las cosas con una luz menos hastiada. No había crecido con prejuicios preconcebidos o conceptos erróneos. No se le había enseñado que todos los Halcones eran unos imbéciles presumidos, lo que era lo más alejado de la verdad. Les gustaban otros cambiaformas bastante. Era simplemente que su ADN los hacía mantenerse juntos y no dejar que cualquier forastero entrara en su bandada. Era su manera de protegerse.

Bueno, tal vez Hoseok se había pasado un poco llamando a los Felinos asquerosas y repugnantes criaturas. Era sólo que estaba muy harto de que los Halcones fueran tratados como ciudadanos de segunda clase en la coalición. Claro, Lucas y Hyukjae podían ser sus líderes, pero ellos no podían tomar una decisión sin contar primero con Yunho. Infierno, los chicos no podían ni siquiera rascarse el culo sin que Yunho estuviera de acuerdo.

Pudo haber sido un error que los Halcones se aliaran con los Cuervos hacía tantos años, pero habían estado tratando de compensarlo. Habían hecho todo lo posible para ayudar a encontrar a todos los cambiaformas perdidos. ¿No debería contar para algo? Sin embargo, una buena parte de la población felina todavía les lanzaba miradas desconfiadas, y algunos incluso llegaban al extremo de negarse a hablar con ellos. Incluso había algunos Felinos en el equipo militar de Hoseok que lo acosaban. Ni siquiera se molestaba en informar porque sabía que era inútil. Como siempre, estarían del lado de los Felinos y encontrarían alguna manera de culparlo. Había sido así desde que se habían ido a vivir a la coalición, y Hoseok no creía que cambiara a corto plazo.

Así que tendrían que perdonarle si estaba un poco amargado.

Sin embargo, mientras estaba parado allí sosteniendo a Taehyung, que, de todos los tipos de cambiaformas era un felino, Hoseok se vio en apuros para recordar por qué odiaba a los Felinos. Justo como lo había hecho a principios de la mañana, cuando le había dado una mamada. Hoseok se había sentido impotente desde el momento en el que lo había visto desnudo. Una mirada a esa hermosa polla y sabía que tenía que probarla.

—¿Vamos a disparar, o sólo vamos a estar aquí todo el día? —preguntó Taehyung.

Fue sólo entonces cuando Hoseok se dio cuenta de que había estado allí de pie, como una especie de idiota. Podía sentir el calor llegado a su rostro, algo que parecía convertirse en una costumbre alrededor de Taehyung. Maldita sea si eso no era un poco inquietante, ya que Hoseok nunca se había avergonzado antes. Pero sólo un vistazo a la cara dulce de Taehyung y se convertía en una masa tonta y gelatinosa. Si eso continuaba, realmente perdería su reputación como un gilipollas y ¿dónde lo dejaría eso? Sólo otro halcón. Bueno, más que otro halcón, ya que tenía algunas jodidas habilidades de combate. Así, al menos recuperaría terreno en algo.

—Está bien, apunta un poco más bajo, porque va a haber un poco de retroceso —advirtió Hoseok.

Taehyung dejó escapar un gemido. —Lo sabía. Voy a terminar con la nariz rota otra vez.

—No voy a dejar que eso suceda. Tu cara es demasiado linda para dejar que se estropee otra vez.

A Hoseok ni siquiera le importaba que hubiera algunas risitas a su alrededor que le advertían que había sido escuchado. Los rumores sobre Taehyung y él ya llevaban trabajando horas extras, por lo que bien podía alimentarlos un poco. Incluso fue tan lejos como para besar la parte superior de la cabeza de Taehyung.

Serie de los CP 31 - La Derrota de HoseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora