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Haruka empezaba a aburrirse, normalmente le gustaba la soledad, pero esto la empezaba a abrumar.
Sin muchos ánimos se recostó en la cama mirando hacia el techo, por inercia, su mirada se desvío hacía donde estaban sus rasguños en la puerta, había intentado escapar unas 3 veces, cosa que obviamente no logró.
Sintió algo de ira al ver sus propios rasguños, por fin su cerebro había impedido sentir cosas por Shizuku, estaba empezando a sentir ira, ella no tendría que estar ahí en primer lugar, ella no tendría que estar encerrada sin poder explorar y pasear con sus amigas.
Tomó una almohada, la colocó en toda su cara y empezó a gritar en un intento de desahogo.
¡Pura mierda!-Tomó la misma almohada y la tiró a otro lado de la habitación, estaba molesta? Si.-
Se levantó rápidamente y fue hacia la puerta e intento abrirla, falló, intentó buscar algo para al menos abrirla, no encontró nada, detestaba que Shizuku fuera lo suficientemente inteligente para esconder todo que la pudiera ayudar.
Se tiró al piso resignada y empezó a llorar, su llanto era de pura rabia, quería salir, quería volver con sus seres queridos, amigos, familia, su novia..
A pesar de que siempre la veía desde la ventana, no se sentía bien, quería hablar con ella, abrazarla, solo eso.
Pero, ¿por qué no quería besarla? Una mueca de confusión apareció en su rostro, si lo pensaba bien, no era a Minori a quién quería besar, era..
Un fuerte sonrojo apareció en su cara, negó rápidamente intentado borrar cualquier pensamiento con la oji-celeste, cosa que no logró.
Detestaba a Shizuku? Como no tenía idea, o quizás si, así como odiaba a la joven, odiaba amarla.
-.✩.-
Shizuku había vuelto de pasear con sus amigas, estaba cansada, ella y Minori estuvieron todo el día persiguiendo a la emocianada Airi que no dejaba de ver las tiendas de moda.
Claro, ellas dos también miraban con emoción, la diferencia era que ellas no se hiban así de la nada.
Soltó una pequeña risa al recordar como Minori tropezó al intentar atrapar a la peli-rosa, la cuál soltó una fuerte carcajada al ver a su amiga en el piso.
Extrañaba los momentos así, donde no sentía celos por nada.
Su mirada se dirigió a la habitación donde se encontraba su amada, estaba apunto de abrirla pero sintió la presencia de Haruka detrás de la puerta, sabía que intentaría escapar, soltó una risa al ver lo ingenua que era.
Haruka querida, hazte a un lado, sé que estás detrás de la puerta esperando el momento para escapar, no seas ilusa ~-Escuchó el jadeo de sorpresa de Haruka, el cuál fue interrumpido por el golpe que le dio a la puerta, cosa que hizo reír a Shizuku.-
Iré a traerte tú comida, no tardó!~-Haruka escuchó los pasos de Shizuku alejándose, se derrumbó en el piso cuando la escuchó lo suficientemente lejos.-
Empezó a sollozar en silencio, saldría de esa jaula cueste lo que cueste.
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