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apenas la mañana se asomo, la rubia ya estaba preparándose un mate, miro su casa hecha un completo desastre, como todos los días de su vida

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apenas la mañana se asomo, la rubia ya estaba preparándose un mate, miro su casa hecha un completo desastre, como todos los días de su vida.

miro por la despensa para ver si había algo que poder comer aparte de tomar mate, y como no vio nada se conformo con eso.

- gracias a dios todavía hay yerba - miro el tarrito de esta.

era complicado vivir ahí sabiendo que era ella sola.

pensó en que cuando vea personas por la calle ir un rato a lo de Lola, podría comprarle algunas galletitas o algo rico para comer, no lo hacia desde ayer al almuerzo.

todo era complicado cuando era ella sola.

fue al baño antes de sacar la pava caliente de la llama, se miro en el espejo roto que se había podido comprar hace unos años con su propia plata, y se dio cuenta que hoy tenia mas ojeras que ayer.

suspiro cansada, se había quedado despierta pensando sus amigos y las batallas de rap.

- la puta que me re pareo - dijo al quemarse con el agua, fue rápidamente hacia el balde de agua fría y metió la mano ahí, le iba a doler todo el día seguro.

al empezar a ver gente pasar por fuera de su casa, decidió salir de esta e ir directamente a la casa de Lola.

- PUTI - una voz llamándola por su apodo la hizo mirar a hacia su derecha - ¿Cómo andamos?

- eh - exclamo con emoción la chica - Don Chacho, todo bien por suerte - lo saludo con un apretón de manos, haciendo que suelte un quejido de dolor al ser la mano que se había quemado

- ¿Qué paso? - le pregunto preocupado agarrafándole la mano con cuidado - o me digas que te quemaste con el mate - ella asintió haciendo una mueca de dolor - dios mío, veni que le decimos a Lola que te cure.

- no hace falta - la chica intento huir de la situación, pero sabia que ya era demasiado tarde.

- si hace, vamos Pitu que esta re rojo - la chica se quiso resistir, pero fue en vano, ya habían llegado a la casa de Lola y Chacho hizo un gran drama.

- estoy bien Madrina - intento restarle importancia, sabia como se ponían con este tipo de cosas.

- no, eso se cura con una venda húmeda, vamos a dejar tu manito en agua hasta que encuentre una venda - la mujer metió la mano de la chica en agua, mientras buscaba en sus cajones lo antes dicho - mira, acá hay una, ¿Cris lo podes mojar?

- hola ma - la saludo irónicamente - hola Pitu, ¿Qué te paso?

- nada, me queme con el mate - ella lo saludo con un asentimiento de cabeza.

Cristian y Pitu eran amigos desde chiquitos, la coca, su mamá, y lo lola, la mamá de Cristian eran muy buenas amigas y cuando sus hijos nacieron no hubo un momento en el que no estuvieran juntos, eran como hermanos.

WAPO TRAKETERO; Felipe Otaño (La 1-5/18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora