Capitulo 81.

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»Misión para siempre.

Nervioso toma aquel papel y mira a los gemelos de su foto. Eran idénticos, solamente que la chica tenía mucho más cabello. Los dos eran rubios, muerde sus labios y termina firmando aquel papel, Paul toma el documento y lo mira por unos segundos.
— ¿De verdad vas a hacer esto Matthew? —Pregunta, seriamente. No se sentía decepcionado, simplemente no quería que el cometiera un error.
— Si —Murmura— No hay vuelta atrás. Ya lo decidí.
— ¿Y qué hay de _____? —Suelta un gran suspiro, recordando a su chica, no sabía que pasaría después.
— Ella tendrá que entenderme Paul —El asiente— Ya te dije que no pienso durar toda mi vida con la misión nueva que tome, solo es para distraerme un poco. Gregory ha desaparecido desde hace años.. así que, simplemente quiero algo diferente.
— ¿Y que si vuelve, que harás? ¿Dejaras a los gemelos y vendrás a rescatar a _____? Eso no puede ser y lo sabes —Matthew gira los ojos con desagrado.
— No pienses así —Gruñe— Todo va salir bien.
— Si tú lo dices —Habla no muy convencido.
— ¿A qué quieres llegar Paul? —Pregunta— Y vete sin rodeos, que no quiero sermones.
— Solo quiero asegurarme de que hagas lo correcto —Matthew asiente.
— Ya verás que todo saldrá bien —Le guiña el ojo. Su jefe sonríe.
— Suerte entonces con _____. En dos días debes estar con los gemelos —Se despide, dándole un apretón de manos.
— Gracias —Y sin más se retira de la oficina, ahora tenía que hablar con _____. ¿Cómo terminaría todo esto? No lo sabía, pero necesitaba que terminara bien, porque ella y sus hijos eran su vida. Pero nada se sabía en esta vida, hasta que lo vivía. Lo aceptaba, podía perderla por aquello.
El camino a casa es tranquilo, mientras piensa que exactamente que le va decir. Cuando llega a esta, espera unos momentos antes de bajar del automóvil, necesitaba sentirse listo para enfrentar la realidad a la que ahora se enfrentaba, pero esto no era más que su culpa. Baja de su automóvil y entra a casa, buscando a su chica con la mirada, quien ahora baja las escaleras, mientras sostiene a Clarisse. Sonríe, ella era hermosa.
— Pensé que no llegarías —Dice ella.
— Bueno, aquí estoy cariño —Contesta lentamente, sonriéndole,
— No me digas —Bromea ella y le besa los labios.
— Umm, ¿Hablaremos? —Ella frunce el ceño ante aquello. Y asiente mientras caminan hasta su habitación, una vez en esta se sientan en la cama y se miran por unos momentos joder, era demasiado difícil decirle aquello.
No sabía que reaccionaria, ni que pasaría después.
— Puedes hablar ahora —Pide ella, el suelta un suspiro.
— Bueno, pero primero quiero un beso —Dice. Ella ríe y se acerca a él, mientras junta sus labios en un tierno beso.
Matthew entrelaza una de sus manos, mientras con la otra acaricia su mejilla. Profundiza aquel beso, reclamando su boca con la lengua, mientras la saborea más. Quería recordar su sabor cada segundo, si es que después pasaba algo.
Se separan y el lame sus labios por última vez. Le sonríe y le da un pico.
— ¿Ya me dirás? —Le pregunta inquieta. Moviéndose como una niña pequeña.
— Creo —Hace una mueca— Es algo serio nena —Murmura al final, ella cambia su cara a una asustada. No le estaba gustando para nada el comienzo de esta conversación.
— ¿Qué es? —Pregunta. Matthew aprieta sus ojos y entrelaza sus dedos. Necesitaba sentirse seguro de lo que haría a continuación.
— Bueno, ya sabes.. Gregory ha estado desaparecido de nuestra vida desde hace ya años —Habla, lentamente— Y pues, he pensado en dar un cambio pequeño a mi trabajo.
— ¿A qué te refieres? —Lo mira confusa. Aquello empezaba a ser desagradable.
— Esto es difícil —Susurra— Nena, yo..
— Habla Matthew —Insiste ella, mirándolo con suplica.
— Ya voy, espera. Tienes que ser comprensible con lo que hare.
— ¿Qué? Empiezas a asustarme Matthew —Aprieta sus dedos, el hace una mueca.
— Cambie de trabajo —Lo suelta por fin. Ella abre los ojos como platos, pero se queda estática sin decir nada— Bueno, de misión, no es algo que durara yo solo lo.. —Y un fuerte sonido resuena en toda la habitación. Matthew toca su mejilla. Sabía que ella haría algo en su contra. La mira suplicante, pero ella vuelve a estampar otra de sus manos en la otra mejilla. Dejándola también roja. ¿Él iba a abandonarla? — Escucha _____, antes de que pienses lo peor, déjame explicarte bien —Y otra bofetada.
Se quedan en silencio, mientras se dedican miradas. Aquello era, él había cambiado de misión, para irse a otra. Era un traicionero. Se levantan de la cama y le da la espalda, mientras camina hacia la cuna de su hija, apretando con sus palmas los barrotes de madera de esta, aprieta los ojos, mientras siente como estos arden de dolor, a punto de soltar las lágrimas que estaba reteniendo.
— Escucha —Murmura el, su voz está demasiado cerca. Se ha puesto atrás de ella— No te voy a dejar, solo es por un tiempo, no será por siempre.. mientras yo este fuera.. tendrás a otros guardaespaldas, ya sabes, por si llega a pasar algo.
Ella ríe irónicamente y se da la vuelta, encontrándose con un Matthew triste. Pero ¿Y qué? Ahora mismo no le interesaba si él estaba bien o mal. Porque él no se había preocupado seguro de cómo se sentiría después de saber aquello.
— Eres un traidor —Escupe ella de mala gana. Un gran nudo sube por su garganta al escuchar a su chica decir eso.
— Tienes que escucharme —Pide el. Extendiendo una de sus manos hacia ella, la cual se queda en el aire al ser ignorada por ella.
— No. Ya escuche suficiente —Antes de que él hable, ella se adelanta, no se iba a quedar callada. El si podía lastimarla y ella también podría— No me interesa lo demás. Ya sé de qué va esto.
— No quiero que terminemos mal —Susurra— Me voy en dos días, estaré con ellos.
— Fantástico. ¿Porque no tomas las maletas y te vas? Podrías llegar por adelanto.
— _____, no digas eso. Tampoco me iré para siempre, solo será un mes o no sé, poco más. Es algo sencillo, estaré seguido aquí —Ella ríe y se cruza de brazos.
— No es necesario que estés seguido aquí. Nadie te va necesitar.
— No puedes decir eso, no puedes.
— Oh, claro que puedo. A fin de cuentas, todo aquí depende de mí, tú siempre haces lo que te da en gana, desde darle malos modales a Lee a ignorar a tu hija porque prefieres follar —El niega con la cabeza.
— No. Con Lee solo juego, es obvio que no quiero darle malos modales. Y si te refieres a lo de la noche con Clarisse, no exageres. Yo daría todo por mis hijos.
— No me interesa. Ahora puedes irte, no es necesario que estés aquí por más tiempo.
— ¡No puedes hablar enserio! —Explota el— No pienses solo en ti, yo quiero que esto esté bien.
— ¿Estás diciéndome egoísta? Porque si es así ¿Por qué no te pones a pensar en que el egoísta eres tú? ¡No pensaste en tus hijos ni en mí al decidir eso! ¡¿Qué crees que les voy a decir cuando te largues a tu nueva misión?! —El trata de contestar, pero no lo deja— ¡Oh si, niños, su papá se largó a una nueva misión porque se aburrió de su madre!
— Claro que no.. nena, no te pongas así.
— Le prometiste a mis padres, que me cuidarías siempre. Que esta sería tu 'misión para siempre' ¿Pero sabes qué? Ya da igual, rompiste la promesa, es suficiente, puedes irte ahora mismo —Habla más débil, está a punto de quebrarse, pero no lo hará frente a él.
— Te amo.
— No es suficiente.
— Entonces quiero estar con mis hijos
— Haz lo que te de tu gana, pero lárgate de mí vista, no te quiero ver.
Él no dice nada, solo se queda observándola, sus ojos ya no pueden más. Y sueltan aquellas lágrimas detenidas, estaba llorando frente a ella, pero no le importaba. Toma a Clarisse en los brazos y sale de la habitación.
Sabía que podría salir mal, pero no a este exceso. La vida no era para nada justa.

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Misión Para Siempre {MatthewEspinosa} [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora