Capitulo 57.

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»Misión para siempre.

El tiempo pasa rápido.. pero los peligros van junto con él.

4 meses después.

_____ mira furiosa a Matthew y el solo suelta una gran carcajada. Y aquello la hace enojar más. Dios, se comportaba como si fuera un niñito de 5 años en pleno jardín de niños.

— No le hayo la gracia Espinosa —Le dice de mala gana, el solo sigue riendo en el sofá. Ella refunfuña y le da un golpe con la almohada.

— Oh venga cariño —Le dice y calma su risa un poco— Era broma, te ves hermosa así de gordita —Le guiña el ojo. Y ella bufa. ¿Se veía hermosa? ¿De dónde? ¡Tenía los pies inflamados que hasta podría confundirlos con dos malditos sapos!

— Si claro, como tú no eres el imbécil que está cargando con el dolor de pies, de cabeza. ¡Para colmo, tú no cargas una maldita panza! —Le gritonea ella de mal humor. Matthew para de reír y suspira, ahora si se ha enojado.

— Era una broma —Le dice el acariciándole la mano. Y jalándola hacia él, hasta dejarla sentada sobre sus piernas. El la acurruca en sus brazos y le besa la frente— Sabes que eres hermosa con tus pies de sapito cariño.. —Ella reniega de nuevo— Pero igual, no te pongas así, les pasa a las embarazadas. Aparte, ya en unos minutos iremos al doctor, no te quejes —Murmura él. Ella asiente y como si nada, las lágrimas la inundan. El la mira confuso y la abraza— Hey ¿Qué pasa?

— No sé —Dice entre sollozos— ¡Me siento tan mal! Jamás en mi vida había estado teniendo dolores tan horribles como estos Matthew —Dice tristemente y él le acaricia la espalda.

— No te pongas mal ¿Si? —Él le acaricia la mejilla— Todo está bien. Ve a lavarte la cara, ya es hora de irnos —Le dice el, ella asiente y se levanta, para ir directamente al baño.

Se hecha agua en la cara, y un poco de maquillaje para quitarse las ojeras que tiene desde ya hace unos días. Cuando termina de bajar las escaleras, se encuentra con Matthew esperándola recargado en la puerta. Lucia como todo un modelo profesional. Ella le sonríe y el hace lo mismo. Le toma la mano y salen de la casa. Terminan subiendo a la camioneta de Matthew y arrancan hacia el consultorio.

Cuando llegan Matthew la ayuda a bajar, y los dos tomados de la mano caminan hacia aquel lugar. Entran a la sala, demasiado espaciosa. Llena de algunas personas esperando su turno. La secretaria les sonríe tiernamente.

— Hola Matthew —Le dice esta algo contenta y después mira a ______— Hola preciosa.

— Hola —Le contestan los dos con una linda sonrisa. La mujer suspira y teclea en su computadora.

— Son los terceros en pasar, les toca después de aquella pareja —Les señala ella con el dedo, sin mala educación, los dos asienten. Y se van a sentar. La mayoría de las personas ahí, los miran atentos. Pero no se sorprendían, pues en aquel consultorio siempre había parejas que parecían imposibles, como las de ellos dos.

Después de que pasaran las primeras dos parejas, siguen ellos. Los dos caminan entran y el doctor los mira atento.

— Buenas tardes —Les dedica una sonrisa— Sube a la camilla ______ —Le indica el, ella asiente y con ayuda de Matthew se recuesta ahí— Necesito que le pongas esta pomada en el vientre, por favor —Le pide a Matthew, el asiente y se voltea hacia ______. Ella se levanta la blusa y se baja un poco el pantalón. Matthgew le pone aquel líquido helado, mientras ella hace muecas.

— Listo —Le dice el cuándo termina, ella suspira algo nerviosa e impaciente y mira al doctor.

— Bien.. entonces ______ ya tienes 4 meses y medio ¿Cierto? —Le pregunta. Ella asiente.

— Si doctor —Contesta con una sonrisa. El niega divertido.

— Te he dicho a ti y a Matthew miles de veces que me llamen James —Ella asiente.

— James —Le dice algo burlona, el hombre prende la pantalla que tiene conectada miles de cosas.

— Aquí vamos.. —Murmura y le coloca el aparato en el vientre.

Ella sonríe con emoción y Matthew se coloca a su lado, tomando su mano y entrelazando sus dedos. Los dos miran atentos la pantalla, donde ahora ven solo una imagen distorsionada. James sigue moviendo el aparato, hasta que para en un lugar.

— Ahí está —Les dedica esa sonrisa— Aun es muy pequeño. Pero eso que ven ahí son sus manos —Les dice. Los dos miran determinadamente la pantalla, hasta que visualizan unos pequeños dedos.

_____ suelta un sollozo y Matthew sonríe encantado. Todo lo que vivía parecía mentira, pero no lo era. El doctor mueve hacia la izquierda el aparato y ven la cabeza del bebe. Siguen observando algunas partes del cuerpo de aquel pequeño. Mientras algunas lágrimas se les escapan. Era imposible evitarlo y tener algo tan bello frente a ellos.

— ¿Quieren escuchar el corazón de su bebe? —Los dos asienten, pues no pueden hablar de la emoción. El doctor sube el volumen en la pantalla y segundos después empiezan a escuchar el corazón. Los leves latidos les llenan los oídos.

— Al parecer.. —Murmura el doctor y mueve el aparato— De acuerdo a lo que puedo ver. Es niño. Pero no es seguro —Les advierte.

— Me muero por tenerlo en mis brazos —Dice ella emocionada. James le sonríe.

— Pronto lo estará linda —Le pica el ojo. Minutos después. Ella y Matthew están sentados en una silla frente al escritorio— Entonces, debes seguir tomando las pastillas —Ella asiente— Si los dolores de cabeza incrementa, tomate dos de las que te mande con Matthew— Es todo.

— Gracias —Le dice Matthew y los dos toman de sus manos y salen del consultorio. Y con las dos grandes sonrisas, regresan a casa.

Los dos entran algo cansados y se dejan caer en el sofá. Suspiran pesadamente y cierran los ojos al mismo tiempo. Guardando la imagen de su pequeño en la mente. Y por segunda vez en aquel tiempo. El vidrio que da hacia la alberca vuelve a ser roto por otra roca.

— No otra vez —Murmura ella asustada. El la mira aterrado y camina hacia haya, y como antes, la toca tiene un papel pegado. Lo toma y empieza a leer, mientras _____ esta tras de él.

''No pienses que he desaparecido. Porque tu más que nadie sabe que no.

Cuando menos de lo esperes.. ese bebe ya no va estar. Ya quiero ver la cara de tu querida _____ cuando este rogándome que no le haga daño''.

Y como si jamás hubiera estado feliz este día, se hecha a llorar. ¿Por qué quería hacerle daño a su bebe? No era justo.

— ¿Por qué no podemos aunque sea ser un día felices sin que el arruine todo? ¿Por qué Matthew? —Pregunta dolida. El solo niega con la cabeza y le besa la mejilla, mientras la toma en sus brazos— Quiero ser feliz.. solo eso.. ¿Es tan difícil?

El solo aprieta los ojos ante la última pregunta. Si, era demasiado difícil, al menos para ella..•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••


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Misión Para Siempre {MatthewEspinosa} [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora