Capitulo 40.

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»Misión para siempre.

¿Lo ama? Claro que lo ama, más que a nada en este mundo. Lo mira con una sonrisa, y el está impaciente a esperar su respuesta.

— Te amo también Matthew —Dice ella, el suspira aliado y le da un piquito. El la abraza aún más fuerte y juega con su cabello, que ahora está algo enredado.

— Gracias —Le murmura el, ella le acaricia la mejilla.

— ¿Gracias porque? —Pregunta ella.

— Por amarme —Ella sonríe tiernamente y lo abraza. Y aun aquella enorme sonrisa no desaparece, está más que feliz. Se quedan unos momentos en silencio, guardando este hermoso momento en sus corazones, mientras sueltan algunos suspiros.

— Matt.. —Le habla ella bajo, haciendo circulitos en su pecho.

— ¿Qué pasa cariño?

— ¿Te meterían a la cárcel por acostarte conmigo? —Pregunta ella, él se tensa. Joder, si eso pasara sería una completa mierda, pero no lo cree. Porque a pesar de todo, él ha hecho el amor con ella.

— Puede que sí, pero no lo creo, te he tratado bien ¿No? —Le contesta el, ella suelta una risita.

— Bueno, si algún día me haces algo malo iré a la policía —Bromea ella, él sonríe.

— Más te vale que no nena —Le dice el, ella asiente.

Ella suelta un gran bostezo y se acomoda mejor en la cama, el la mira con atención. Joder, no puede dejar de verla.

— Tengo sueño.. —Dice ella— Estoy algo cansada y me duelen mis piernas.. —Se queja ella, el ríe.

— Pero bien que aceptaste —Le pica el, ella ríe nerviosa.

— Ya.. —Murmura— Después de hacerlo, me da algo de pena..

— ¿Por qué? —Le pregunta, ella suspira.

— No lo sé, es raro.. tú.. yo.. —Ella suelta una risita encantadora— Es raro.. solo eso.. —El asiente y le besa la frente.

— Ya duerme amor, estos días haz estado mal.. y yo.. quiero que estés bien y mañana despiertes con una enorme sonrisa de esas que me encantan.. —Ella asiente y le besa el hombro, para después cerrar sus ojos y caer en los brazos de Morfeo.

Matthew se queda aún despierto, acariciándole el cuerpo, sin ninguna pizca de perversión.. si no, con ternura. Es como un ángel.. uno que pensó que jamás iba a tener.. uno que era como imposible para él.. pero ahora, estaba entre sus brazos, desnuda.. durmiendo. Suspira y pasa sus dedos por sus pequeños labios rojos.. y delineo mejor su sonrisa, ella se remueve, pero sigue durmiendo. La sonrisa que ella tenía.. era lo mejor que podía ver. Y después de terminar de admirarla, se queda dormido igual.

— Matthew.. —Murmura ella moviéndole el brazo— Matthew, hazme caso.. —Y el sigue dormido como todo un oso, ella gruñe.. aguantando las malditas ganas de ir al baño. Pero claro, el hombre la tiene enredada entre esas enormes piernas peludas que no la deja moverse de cintura para abajo. Que aunque le encante.. ahora necesita salir de ellas— Matt.. —Ella la da un pico, pero no. Sigue sin reaccionar— ¡Mierda, Matthew, muévete por Dios! —Le grita esta vez más fuerte.

Matthew abre los ojos asustado por el gran grito, suspira algo cansado y a atrae a su cuerpo, queriendo dormir más, pero ella se aleja de su gran abrazo.

— ¡Ya déjame levantarme! —Le dice ella molesta, él se queja y bosteza.

— Deja de gritar.. —Dice el bajo, ella suspira y se remueve.

— ¡Quiero ir al baño!

— Pues ve.. —Le dice sin mínimo interés, ella suelta un chillido.

— ¡Pues si quitas tus piernotas de elefante de las mías, con gusto iría y pararía de gritarte! —Él se pasa la mano por el cabello y quita sus piernas.. que ahora como ella ha dicho son 'piernotas'.

— Lo siento cariño.. no me di cuenta de que tus piernas estaban bajo las mías —Se disculpa el, ella gruñe y se levanta de la cama, yendo regaña dientes al baño.

— ¡Claro! Si nos comparamos tu eres un hipopótamo y yo una pequeña jirafita —Y entra azotando la puerta del baño. El solo ríe.. suele pasar que se despierten de mal humor, lo único que le alegra es que no está triste.

Minutos después escucha que ella sale del baño, y después se avienta a la cama, él se voltea a verla algo burlón.

— Ya no te enojes chiquita.. —Dice él y la toma de la cintura, pegando a toda su anatomía. Ella se estremece y él se acerca a su oído— ¿Quieres otra sesión para quitar el mal humor? —Ella se remueve y se voltea a él.

— Eres un cochino —Se queja ella, el ríe— Y no quiero otra sesión de esas, no son de mi agrado.

— ¿A no? —El la mira juguetón y baja su mano hacia su V, ella se estremece.

— Matt.. no.. —Se remueve en la cama, y el suspira, uniendo sus labios, ella le contesta y lo acerca con una de sus manos más a ella. Matthew pone sus mano en una de sus nalgas y las estruja mientras ella suspira. La sube encima de él, pero siguen besándose. Matthew la mira deseoso y pone una de sus manos en sus senos.. sobándolo, ella suelta un gemido. Él sonríe de lado y le pellizca el pezón.

— Tengo hambre.. —Murmura ella en sus labios, ella le muerde el labio y lo suelta levemente.

Ella espera su respuesta, pero Matthew no le dice nada. El deja de besarla y se incorpora en la cama, sentándose. Ella suelta un gemido al sentirlo dura debajo de ella.

— Mi polla puede ser el mejor alimento —Y la besa de nuevo, ella se estremece y lo mira.

¿Le estaba haciendo una proposición para que se la mamara? Bueno, eso sí que era algo comprometedor. Pero aun así, ella era una niña. Y esa cosa ni a la mitad le iba a entrar a la boca. Más aparte ni siquiera sabía como hacer una.

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Misión Para Siempre {MatthewEspinosa} [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora