Capitulo 59.

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»Misión para siempre.

Su cuerpo se estrella contra la pared de aquel sótano. Sus manos van primeramente a su vientre, pues el dolor es demasiado fuerte. Gregory ríe mientras le ve retorcerse en el suelo sentada. Aquella imagen alimentaba su alma. Pero.. ¿El en realidad tenía alma?
— Ojala te refundas en el infierno —Murmura _____ en medio de las lágrimas. Gregory le sonríe sínicamente y se inca frente a ella. Con sus dedos, toma su pequeño mentón y la hace mirarle a los ojos. Gregory tenía unos profundos ojos azules, que podrían transmitir todo el odio que tenía dentro, porque aquel azul era demasiado pálido. Ella solo mira hacia otro lado, pero él le aprieta más el mentón, para que lo mire directamente a él.
— Si sigues hablando así —Habla con voz ronca, y se pasa la lengua por los labios— Te juro que no te durara mucho el gusto de ser mamá —______ solo se queda mirándolo y suelta más lágrimas. Escuchar todo lo que él le decía era horrible. Odiaba su vida, estaba dicho.
— De igual manera lo harás —Le dice ella, asumiendo ya la idea de lo dentro de segundos, minutos, horas o días pasaría. Porque por eso estaba ahí. Porque por eso Gregory la había secuestrado de nuevo. Y aunque ya lo hubiera aceptado, aun le dolía a montones. No quería perder aquel bebe que ahora era todo para ella y para Matthew. Seguro el ahora mismo estaría aun tirado en el suelo, o sufriendo por lo que acababa de pasar. ¿Por qué jamás podía hacer nada bien? Las dos veces pasadas que la habían secuestrado.. habían sido su culpa y esta no fue la excepción. Siempre la cagaba.
— Pues si —Acepta el, mostrándole aquella dentadura blanca— Pero yo te quiero dar más tiempo, para que disfrutes de tus momentos de madre. Pero claro, eres tan inmadura, que no sabes respetarme para que te dé más tiempo.
— ¡¿Cómo quieres que te respete?! ¡Eres un sínico! —Le grita ella, y él hace una mueca, dándole una bofetada. Que la hace caer acostada al suelo. Ella chilla más y él se levanta de mala gana, dirigiéndose para subir las escaleras.
— Nos vemos mañana, tal vez.. si me dan ganas de darte de comer lo haga. Pero todo depende de ti. ¿Quieres que mañana te de  comer? —Le pregunta, ella hace una mueca de disgusto. ¿Quién entendía a aquel hombre? ¿Para qué preguntaba estupideces si todo dependía de el?
— No —Gruñe ella mirándolo con odio. Y era la única manera de la cual lo podía hacer. Odiaba a aquel hombre con toda su vida.
— ¿Entonces mañana mismo quieres dejar de ser madre? —Murmura el, ella solo fija su mirada en los ojos de él. No está mintiendo. El jamás lo haría en estas situaciones. Baja su mirada segundos después y empieza a llorar más fuerte.
— No —Le dice de nuevo— Amo a ese bebe. Por favor no —Le dice aun mirando al suelo. Podía sentir la dura mirada de Gregory clavarse atreves de su cara agachada.
— Te hare un favor. Una nena como tú no puede ser madre aun.. —Le dice en un tono bajo. Ella niega con la cabeza, aun sin levantar su cara.
— Él es mi todo —Ella respira unos momentos, y ahora sí, termina levantando su cara. Para enfrentarlo— ¿Jamás haz considerado a alguien tu todo? ¿Jamás en tu vida has querido estar con alguien toda su vida? ¿Es que acaso jamás lo has sentido? —Pero ella se calla, al momento de darse cuenta que ha cometido un error. ¡Solo ella olvidaba que su todo había sido su madre! No podía ser más estúpida. Pero sus labios el pedían hablar. Algo dentro le había dicho que lo hiciera.
— Tus preguntas son tan patéticas —Murmura el roncamente. Había dado en su punto débil. Podía escuchar su tono decepcionado— Solo te voy a decir algo muy simple. Yo me voy a encargar de que tu vida sea una mierda.
Y sube los escalones, para después cerrar con un golpe la puerta del sótano. No había contestado muy bien sus preguntas. Aunque, le hubiera encantado que él lo hiciera y entender más la razón por la que la hace sufrir a ella.
Matthew se remueve de nuevo en aquella cama. Paul y Zac lo miran determinadamente. Aquello le podía los pelos de punta. No sentía aun de su cintura hacia abajo. Ese hijo de puta le había dado un buen sedante.
— ¿Aun ninguna señal de que sientes tus piernas? —Matthew niega con su cabeza y se pasa las manos por el cabello. Ahora mismo debería estar buscando algún rastro de ella. ¡Pero claro! De lo contrario estaba acostado en una maldita cama de hospital, porque no podía moverse. Los vecinos lo habían visto en el suelo minutos después de que se llevaran a _____. De ahí mismo habían llamado a una ambulancia, llevándolo directo al hospital. Y horas después.. Paul y Zac estaban ahí. Había pasado un día, eran exactamente las 10 de la mañana. Ni rastros de ella.. lo peor era que.. no podía hacer nada. ¡Nada!
— Si ¿Qué no vez? —Murmura con sarcasmo. Paul suelta un suspiro.
— Cálmate hermano.. solo es cuestión de otras horas y ya podrás caminar —Dice Zac.
— ¡¿Otras horas?! ¡¿Me vez cara de que puedo esperar otras horas?! —Le grita, eufórico.
— Matthew, tienes que tranquilizarte.. —Le habla tranquilo Paul.
— ¡¿Cómo mierda quieres que me tranquilice cuando _____ y mi bebe están en manos de Gregory?! ¡¿Cómo?! —Les dice, echando la rabia por todos lados. Mientras sus ojos están inyectados de sangre, listos para tirar montones de lágrimas con las cuales se podría ahogar.
— Se lo difícil que es por lo que estás pasando. Pero ponerte así no sirve de nada —Le dice Paul sobándole los hombros. Matthew niega lentamente.
— Tu jamás has estado a punto de perder a tu chica y bebe. Así que no hables —Gime el, tapando su cara con las palmas de las manos.
— No Matthew, jamás lo he sentido. Y créeme, no sabes cómo lamento esto. Ya media agencia está buscando pistas. No nos vamos a quedar de brazos cruzados. Y menos sabiendo que amas a esa niña.. —Le alienta Paul. Matthew solo asiente cabizbajo y suelta las lágrimas. No las podía aguantar.
Estaba en la peor situación de su vida, su chica y su bebe estaban con Gregory. ¿Qué tenía aquello de bueno? Absolutamente nada. La quería a su lado, diciéndole que todo iba a estar bien. Pero no había resultado así. Quería estar tranquilo. Pero era imposible. No quería perderlos. Porque ellos se habían convertido en lo más importante de su vida. Una simple niña de 15 años.. y su bebe.
Ojala la vida fuera fácil.. ojala que la maldita idea de perderlos parara de pasar por su mente.. pero era tan imposible.

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Misión Para Siempre {MatthewEspinosa} [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora