Amor Real (Yugioh Fanfic BL)

Capítulo 4

Capítulo 4

Joey parpadeó ante la luz de la mañana que lo cegaba. Bostezó y se estiró, por un segundo su embotada mente sólo registró que había algo raro, le tomó unos segundos darse cuenta de lo que era: el llanto de Mokuba. Ya debían de ser las cinco de la madrugada, por lo tanto Mokuba debía necesitar alimentarse.

Al abrir sus ojos, se dio cuenta de que no estaba en su habitación, y al mirar alrededor se dio cuenta de dónde estaba. A su lado estaba Seto Kaiba. Sus ojos azules cerrados y su semblante pacífico lo embelesaron. Parecía tan tranquilo, tan feliz y satisfecho, nada que ver con el monstruo que la noche anterior lo drogó y lo violó.

Joey enrojeció; siendo sincero consigo mismo, lo que la noche anterior ocurrió no se podía llamar violación. Ciertamente él no estaba lúcido por la droga, pero su cuerpo vibró de placer, él gritó y gimió de placer, nada que ver con su primera vez. Y sonrojado, Joey pensó que fue maravilloso, lo que no le gustó fue el hecho de que Kaiba lo drogara.

Entonces se percató de la claridad de la habitación, debían de ser mucho más de las cinco de la madrugada. Fue a levantarse de golpe cuando recordó que había dejado a Ryu en el bolso de Mokuba tres mamilas, con leche que anteriormente se había extraído.

Aún así fue a salir de la cama, necesitaba ver a su bebé, necesitaba estar solo y pensar, pero cuando ponía los pies sobre el suelo, unos fuertes brazos en su cintura le impidieron levantarse.

-¿A dónde vas?

Joey se sonrojó por las fachas en las que estaba, pero no se volteó a verlo y sin darle la cara respondió.

-A ver a Mokuba.

-Yugi lo está cuidando y tiene que estar bien, vuelve a la cama.

-No es mi deseo, por favor déjame levantarme.

Dijo Joey fríamente.

-No quiero, tu lugar es en esta cama conmigo, haciendo más de lo que hicimos anoche.

-¿Y drogándome como anoche?

Le soltó Joey con veneno volteándose y mirándolo enojado.

Seto sonrió de forma burlona.

-No me digas que te molestó Joey, pero si tú me hiciste lo mismo, no entiendo por qué te molesta.

-Porque yo no quería.

-Y cuando estábamos secuestrados yo tampoco quería.

Le dijo Seto duramente sentándose y tomándolo de la barbilla haciendo que sus ojos, azul contra miel, se miraran.

-Era diferente. De lo que yo hice, dependía mi vida, la de Ryu y la tuya. En cambio, lo que tu hiciste fue sólo por humillarme.