Casi Imposible - Hyunchan/Chanjin

Encuentro 1. Calabaza de Halloween.

30 de Octubre del 2018

La última vez dije que Minho y yo eramos como el agua y el aceite, pero estaba tan equivocado.

Hoy se cumplen 4 meses desde que volví a casa con mis padres, 4 meses desde que entré a la universidad y 4 meses que he tenido que convivir con mi hermano mayor todos los días.

Nunca en mi vida me había sentido tan libre y tan feliz, papá y mamá no son tan estrictos como los abuelos, es más, rara vez están en casa.

Muerdo mi lápiz entre los dientes mientras trato de entender la ecuación en mi libreta, odio las matemáticas, necesito un descanso.

Reviso la hora en mi teléfono 3:40, mamá ya debería estar en casa para la hora de la comida.

—¡Buenas tardes huroncito!— Escucho el grito de Minho mientras entra a la cocina, no lo había escuchado llegar.

—Ya te dije que no me digas así— Le contesto molesto.

—Si, como digas huroncito— dice, sacudiendo mi cabello después de dejar una gran bolsa en la mesa. Me doy por vencido.

—¿Qué es esto?— Pregunto con curiosidad, aunque ya sentí el delicioso aroma que sale del interior de la bolsa.

—Mamá me hablo por la mañana, no vendrá a comer porque tiene junta así que me paso algo de dinero para comprar algo rico— Lo escucho remover la alacena en busca de cubiertos. —Te compré lasaña, haz a un lado todo esto— Dice señalando el montón de cuadernos que ocupan la mesa.—¿O comemos en la sala?—

—Mejor en la sala— Lo veo sonreír, está pensando lo mismo que yo.

—¿Élite o el Mundo Oculto de Sabrina?—

Desde que llegue aquí cada tarde con Minho se ha convertido en una tarde de maratones de películas y series, a veces me deja poner videos musicales a todo volumen mientras el hace los quehaceres de la casa, le he dicho más de una vez que puedo ayudarle con eso, pero insiste en que no es necesario.

—Sabrina, sólo a ti te gusta Élite— Le contesto tomando el lugar a su lado en el sillón.

—¿Qué harás mañana?— Pregunta después de pasar el primer bocado.

—Ir a la escuela, qué más— Sé que está a punto de pedirme algo, está haciendo ese gesto con la nariz que utiliza cuando quiere que le haga algún favor.

—Es Halloween— Me dice, como si no lo supiera ya.

—¿Ajá y qué quieres que haga?— Le pregunto sin entender por dónde va el asunto.

—Ven conmigo a una fiesta de disfraces—  Lo miro buscando alguna pista de que esto es una broma.

—¿Con tus amigos?— Pregunto sorprendido.

—Ni modo que con quien— Dice, echándose otro pedazo de Espagueti a la boca.

—Pero mañana es jueves y el viernes tengo práctica de laboratorio— Mi cerebro empieza a maquinar excusas —Y no tengo un disfraz— Le digo muy poco convencido.

—Será algo tranquilo y no es necesario que lleves un disfraz tan producido— Me dice  dejando el plato en la mesita de centro antes de voltearme a ver —No te estoy presionando para que vayas, sé que no te gustan los lugares con mucha gente, sólo creo que estaría bien que tu primer fiesta de universitarios sea conmigo—

Mi corazón se acelera, tal vez por la emoción o por el miedo, yo diría que ambos. —¿Dices que habrá poca gente?—

—Diez o quince personas a lo mucho— Él está hablando realmente enserió. —Está bien no tienes que darme una respuesta ahora, piénsalo y me dices mañana—