2 años más tarde
Enzo se preparaba para asistir a la boda de Blas y Juani, pero su vientre le estaba complicando la tarea. El aroma a rosas y tierra húmeda que tanto amaba se hizo presente y las manos amorosas de su marido lo ayudaron a vestirse.
–Te ves tan bonito, mi amor –le dijo Matías con adoración, acariciando su vientre.
Sonrió y besó a su alfa, recostándose en el pecho de Matías para que este lo abrazase. Lo había vuelto a dejar embarazado hacía seis meses, en su último celo juntos, cuando ambos habían decidido que era hora de tener otro cachorro. Con su pequeña de dos años y su nuevo embarazo, Matías estaba más cariñoso y protector que nunca.
Llevaban cinco años juntos, iban a por su segundo hijo en común y nunca había estado más enamorado de su marido. Se enamoraban más el uno del otro cada día que pasaba.
Seguían haciendo las mismas cosas que cuando se conocieron, dejándose notas cuando no se podían ver tan seguido por la actuación, constantes mensajes, iban a citas a solas cada vez que podían y se abrazaban durante largos ratos, como estaban haciendo en ese momento.
Sintió un suave beso en su cabello.
–Vamos, chiquito –dijo Matías, divertido– O llegaremos tarde por mimosos.
Enzo rió, rompiendo el abrazo con su marido y yendo hacia la puerta.
–Mejor que la última vez, llegamos tarde por calenturientos.
La suave risa del alfa al que amaba fue lo último que oyó antes de ir a buscar a su hija.
***
Matías tomó la mano de su marido y la acarició. Su omega lloraba suavemente en la ceremonia que unía a Blas y a Juani, igual que en la boda de Fran y Esteban. Había estado igual de sensible por las hormonas de su primer embarazo. Matías tenía a su hija en su regazo y la abrazaba con uno de sus brazos, el otro era para confortar a su omega.
Observó que Enzo no era el único al que se le escapaban las lágrimas y sonrió, feliz por la pareja. Sus inicios habían sido algo dudosos y durante un tiempo no tuvieron muy buena relación con Fran, pero un año más tarde se habían sentado a hablar y allí estaban los Romero-Kukuriczka, sentados en primera fila, con su hijo Dante en el regazo de Fran.
Enzo y él habían sido los padrinos del nene y el deseo de su omega se había cumplido, sus hijos asistían a la misma escuela y eran mejores amigos.
"¿Quién me diría que esta iba a ser mi vida?" pensó, pero no cambiaría lo que tenía por nada. Nunca se había arrepentido de haber conocido al amor de su vida durante el rodaje de la película que los lanzó a la fama, de haberse casado con él y de haber formado una familia a su lado. Su marido y sus hijos -uno por nacer aún- eran lo mejor de su vida.
Finalmente el oficiador de bodas indicó que la pareja podía besarse y Blas y Juani se unieron como matrimonio con un beso en los labios.
Apretó la mano de su esposo de nuevo, recordando con amor su propia boda. Se volvería a casar con él mil veces más.
***
–¡Enzo! Te embarazaste otra vez –dijo Juani, pasando sus manos por su vientre.
–Sí, bueno, no lo hice solo –replicó riendo, viendo como Matías hablaba de cerca con Blas, con su hija Alexandra en brazos.
–Vaya que Mati no pierde el tiempo, eh –rió el otro omega– En cuanto te vio ya quería embarazarte.
Se sonrojó porque conociendo a Matías, probablemente era verdad. Pero bueno, no importaba, él también había gustado de él desde que lo conoció y lo miró con esos ojos avellana.
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Atípico [Matienzo]
RomanceEn la que el atípico alfa Matías conoce a un también atípico omega durante el casting de una prestigiosa producción y se enamora perdidamente de él. MATIENZO Alfa Matías Recalt x Omega Enzo Vogrincic