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Su hermano abrió el paquete de las supuestas facturas que había comprado en una panadería de por ahí mientras que la chica se asomaba con el termo hacia el sofá dónde él se encontraba sentado, esperándola para desayunar

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Su hermano abrió el paquete de las supuestas facturas que había comprado en una panadería de por ahí mientras que la chica se asomaba con el termo hacia el sofá dónde él se encontraba sentado, esperándola para desayunar.

— ¿Compraste facturas? —preguntó ella sentándose a su lado.

Agus miró la comida y se encogió de hombros. — No sé que son, solo sé que se veían parecidas a unas facturas y las traje.

Marina comenzó a cebar mates, escuchando el trayecto de la mañana movida de su hermano mayor que especialmente se había levantado temprano solo para desayunar con ella y poder pasar algo de tiempo juntos, ya que con estos últimos días de rodaje se estaba volviendo algo complicado los días.

— ¿Hablaste con mi cuñis?

— Si, dijo que extraña mucho cocinar mientras viborean juntas. —respondió él, devolviéndole el mate.

Mar cebó otro para ella. — Si, hablando de extrañar....yo seguro me vaya a ver el mundial. —Agustín la miró sorprendido—. Y de ahí seguramente me vuelva a Buenos Aires.

— Me alegro que vayas a ver el mundial porque estuviste bastante tiempo ahorrando, pero dejando eso de lado. ¿No te aceptaron?

Le extendió el mate, negando con la cabeza. — Todavía no...

— Y...¿Alguna otra?...

Se encogió de hombros pensando. — No sé, la de California capaz.

— ¿Haces algo hoy? —cambió de tema al notar la expresión decaída de su hermana—. Yo voy a salir a comer con Enzo y el Kuku, ¿Querés venir?

— Seguramente salga con los chicos. —se excusó ella.

— Está bien, pero si cambias de opinión, avísame. —Agustín le sonrió antes de levantarse y dirigirse hacia la cocina para buscar algo dónde dejar la yerba usada del mate.

Mientras Agus se ocupaba de la cocina, Mar dejó que sus pensamientos vagaran por la conversación. La incertidumbre sobre su futuro, mezclada con la nostalgia de la distancia, pesaba en su ánimo. Tomó un sorbo de mate, buscando consuelo en el cálido abrazo de la infusión.

La mañana avanzó entre charlas familiares y la suave melodía del mate. Agus compartió algunas cosas que pasaron en el set mientras ella se ausentó, tratando de aligerar el ambiente. Aunque el desayuno no resolvió las preocupaciones de Marina, al menos le brindó un breve respiro en compañía de su hermano.

Luego de un rato de estar hablando, la hora se pasó y Agustín se despidió con un beso en la mejilla, mencionando que tenía algunas cosas que hacer, pero antes de salir, le aseguró a Mar que podía llamarlo en caso de necesitar algo.
Con la casa quedándose en silencio, ella decidió tomar una ducha para despejarse y renovar su energía.

El sonido del agua corriendo llenó el baño mientras la chica se sumergía en sus pensamientos. La mezcla de emociones, desde la incertidumbre sobre su futuro hasta la compleja situación con Felipe, la acompañaba incluso bajo la cálida cascada de la ducha.

𝗧𝗛𝗘 𝗕𝗘𝗔𝗖𝗛 ━━━ Felipe OtañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora