Esponjoso problema (Re Subido)

Lección 17 Cuidarte con el corazón

Aquella mañana fue inusual.

Chuuya casi siempre despertaba primero para comenzar a arreglarse y hacer un desayuno rápido. Esta vez, Dazai despertó primero y se extraño al ver que Chuuya estaba profundamente dormido.
Todas las luces de la casa seguían apagadas, solo los iluminaba la tenue luz del baño.

Dazai se puso de pie y reviso el reloj pensando que aún era temprano, pero no fue así. De hecho, Chuuya ya iba media hora tarde al trabajo.
Preocupado porque su novio se molestará por haberse quedado dormido, Dazai lo removió para despertarle, fue entonces que entendió porque Chuuya no despertó; su novio tenía mucha fiebre.

- Chuu- murmuro para si mismo preocupado, Chuuya de pronto se removió en la cama y se llevo las manos al estómago con una expresión de dolor.
- ¿Te duele el estómago amor?- pregunto el castaño preocupado, su novio asintió y apretó los dientes dejando salir un quejido de dolor.

- Me siento muy mal- dijo Chuuya, quería abrir sus ojos pero estos se sentían muy pesados. Dazai le beso la frente cariñoso a pesar del ardor de su piel.

- ¿Qué mas te duele? Estas ardiendo de fiebre. Debe ser porque ayer te diste un baño con el agua fría muy tarde- intuyó en un suspiro.

- Me duele el estómago ngh...el queso de las pizzas de anoche, ¿recuerdas que sabía mal? Creo que me hizo daño- dijo entre quejidos debido al dolor en su estómago. Dazai suspiro rendido y se levanto.

- Voy a hacerte algo de desayuno para que puedas tomar medicamento, ¿quieres ir al baño?-

Chuuya asintió en seguida y se incorporó en la cama para dejarse ayudar por Dazai. Este en seguida ayudo al enfermo Chuuya a caminar al baño. Su novio estaba alfo débil y se veía muy cansado. Dazai no tenia problema en ayudar a Chuuya, después de todo el pelirrojo lo ha cuidado de sus enfermedades muchísimas veces, era lo mínimo que podía hacer.

Una vez que dejó a Chuuya en el baño, fue rápidamente a prepararle un desayuno, le hizo hotcakes untados de crema de avellana, fruta picada con algo de yogur y café -con dos cucharadas de azúcar, como al pelirrojo le gustaba-. Una vez que término, fue con una pastilla para el estómago y un vaso de agua hasta el baño.

- Chuuya, te traje medicamento, ¿esta todo bien?- preguntó con calma desde la puerta, Chuuya soltó un gruñido y suspiro.

- No mucho... Pero esa jodida pizza ya salió- dijo avergonzado, han sido novios muchos años pero siempre le ha causado vergüenza que Dazai este presente cada que se enferma del estómago, lo cual es gracioso porque de hecho; el estómago de Chuuya es algo sensible.
- Saldré en seguida, por favor esperame en la sala- pidió frotándose los ojos cansado. Solo quería comer y volver a dormir.

Dazai soltó una suave risita desde el otro lado de la puerta:
- Esta bien, te deje el medicamento en la mesa de noche. Tu desayuno ya esta listo, después te ayudaré a bajar la fiebre. Ah, voy a avisar a Mori-san que no irás hoy-

- Mn, de acuerdo. Gracias- dijo Chuuya mas tranquilo, agradecía mucho la atención que le daba Dazai, su novio en el pasado ha sido horrible pero...el Dazai con el que vivía ahora era un hombre confiable, que lo amaba y no dudaba en ayudarle, incluso si eso significaba escuchar el nombre estómago de Chuuya gruñir por el malestar y su rostro horrible por la fiebre.

A Chuuya le gustaba pensar que esto era mas o menos la vida de casados ¿no es así? Dazai se ha vuelto una persona útil que puede contribuir en la casa, con la mascota, tareas del hogar e incluso tomarse la molestia de cuidarlo. Era bueno así, anteriormente Chuuya cargaba con todo el peso de la relación en sus hombros, además de las múltiples infidelidades de Dazai y las múltiples peleas que los llevaron mas de una vez a terminar,. En su adolescencia Dazai era un novio terrible, nunca le dio su lugar y Chuuya nunca se rindió con su relación porque estaba encaprichado, quería mostrarle a todos que podía hacer que Dazai se tomará en serio una relación. Hacia los últimos meses que Dazai estuvo en la mafia, este cambió un poco su comportamiento; dejo de visitar burdeles, discutían menos y le trataba con cariño. Aunque supuso que era porque Dazai estaba siendo influenciado por Oda, daba igual.

Chuuya solía pensar que, mientras tuvieran mas días buenos que malos estaba bien, podía soportarlo.

Una vez que Chuuya termino de hacer sus necesidades, salió del baño avergonzado, bebió un buen trago de agua y se tomó el medicamento para el estómago.

- ¿Te hice un té Chibi, te sientes mejor? Investigue que el té de jengibre ayuda al malestar estomacal- dijo Dazai entrando con la taza de té a la habitación, Chuuya se sintió conmovido. Por fortuna, Dazai reaccionó y por fin podían tener una relación bonita.

- Gracias Dazai- dijo Chuuya sonriendo y tomando la taza, el calorcito del té en seguida le hizo sentir un poco mejor.

- ¿Quieres comer en un rato más?-

Chuuya asintió sentándose en la cama a beber su té con toda la calma del mundo.
- Sip, me da miedo comer ahora y volver al baño. Esperare que el medicamento haga efecto- comento el pelirrojo con calma. Estaba usando aún pijama, esta constaba de un short cómodo y una camisa vieja de Dazai, era una pijama que gritaba "confort", por su parte Dazai usaba un pantalón de pijama y el pecho desnudo de prenda o vendas, dejando ver sus múltiples cicatrices.

Dazai las odiaba con todo su ser, a Chuuya le ponía inexplicablemente caliente.

- Voy a bajarte la fiebre después, aunque un baño te haría bien pero no es tan buena idea- dijo Dazai pensando en voz alta, se sentó junto a su novio tomándole la mano y dejando que este apoyará su peso contra su cuerpo.
- ¿Te sientes muy mal aún?- pregunto Dazai besando la cabecita pelirroja.

- Me siento muy cansado, tal vez si duermo un poco este mejor-

- Tal vez, pero primero debes comer. No vas a evitar la comida- reclamó Dazai divertido, cuando Chuuya termino el té, Dazai se encargo de recostarlo en la cama y ponerle compresas de agua fría para bajar su fiebre, limpiaba con cariño el sudor de la frente del pelirrojo.
- Ya avise a la agencia que no iré hoy, me quedaré aquí a cuidarte- informo limpiando con cariño el sudor del pecho de su novio.

- ¿Llamaste a Mori-san?-

- No, lo haré cuando termine esto- respondió el detective, minutos después ayudo a Chuuya a sentarse en la cama y lo dejo que comiera un poco para que tomara fuerzas y el medicamento no le lastimará.

Tomó el celular de su novio y llamo a su antiguo mentor:

- ¿Chuuya, pasa algo? Vienes muy tarde hoy- comenzó a preguntar la voz del jefe de la mafia desde el otro lado de la línea.

- Soy Dazai, Mori-san. Chuuya despertó enfermo esta mañana, no podrá ir- informó su novio mientras acariciaba el cabello de Chuuya, este mimo comenzó a causarle sueño al menor. La conversación con Mori se extendió más y cuando colgó, Chuuya ya estaba dormido, su respiración era un poco agitada debido a la fiebre.

Dazai sonrió inevitablemente y se inclino a besarle la mejilla.

- Descansa cariño- le murmuró cariñoso y lo dejo descansar mientras atendía otras labores del hogar y cuidaba a Copito. De vez en cuando iba al cuarto a cambiar los paños húmedos de Chuuya y dejaba que el borrego subiera a la cama a hacerle compañía.

Para la hora de la comida, Chuuya ya se sentía mejor y pudo ir a sentarse a la mesa a comer. Dazai le había preparado un caldito de pollo para que recuperase fuerzas.

- ¿Cómo me quedo la comida amor?- preguntó Dazai ilusionado.

- Mnh...le falta sal y debiste cortar las verduras en trozos mas pequeños- observó Chuuya divertido, este era un gran progreso, en años anteriores... Jamás habría creído capaz a Dazai de cocinar sin incendiar algo.
- Gracias por cuidarme, aprecio mucho tu esfuerzo Dazai, tu comida sabe muy bien y estas mejorando mucho- comentó el pelirrojo halagando a su novio para alentarlo a seguir practicando.

Dazai hinchó el pecho orgulloso u le tomó la mano a su novio.

- Tú siempre me cuidas cuando lo necesitó Chuuya, también quiero ser alguien en quien puedas apoyarte- dijo regalándole una sonrisa. Aquellas palabras tocaron el corazón de Chuuya, quien desvío la mirada abochornado.

Tener a alguien que lo cuidará con tanto esmeró de hecho, era muy lindo.