8. Destino o coincidencia

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Danielle no supo a dónde se fue Minji luego de eso

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Danielle no supo a dónde se fue Minji luego de eso.

Sólo sabía que no había aparecido en toda la noche, que volvió en la mañana, buscó las cosas de la universidad y se fue, ignorando sus súplicas para hablar.

Y fue cuando Danielle se rindió.

Se había dejado llevar demasiado por los instintos de su loba, y los instintos no funcionaban para las personas, y menos para alguien tan poco loba como Minji.

Mandó a la mierda a su loba interior, quien quería que la pelinegra le diera atención, y también mandó a la mierda a Minji.

Acomodó las sábanas sobre la cama al rededor de ella, dejando una para cubrirse hasta tapar su cabeza, para sentirse más protegida, y sólo se quedó allí abrazando la almohada.

—Wow, llegas temprano —dijo Kazuha al verla entrar al supermercado, no había terminado de subir la reja de la entrada y Minji sólo había entrado agachándose, sin disminuir su paso apresurado.

La castaña frunció un poco el ceño al no escuchar respuesta por parte de Kim.

—¿Te pasa algo? —preguntó, entrando a la sala de los empleados para ver a Minji haciendo café en la cafetera con expresión seria pero con un dejo de enojo.

La chica de encogió de hombros, sin siquiera mirarla.

Kazuha notó las ojeras oscuras bajo sus ojos.

—Mira, no te he hecho nada para que estés enojada conmigo, así que te me calmas —el tono de Kazuha sonaba hartado, apenas había empezado el día y no estaba para soportar a una universitaria actuando como una niña ofendida.

—Justamente, Kazuha, no me has hecho nada —dijo, luego de unos segundos de mirarla con frialdad. —Y por eso no te importa cómo mierda esté, ya que no es tu culpa.

Kazuha se mordió el labio con fuerza, en un acto insignificante para calmar su enojo.

—Estás peor que una niña en su primer celo, Kim —bufó, alzando una ceja —, tu puta madre...

Y salió del lugar, más enojada de lo que
había entrado.

Minji no dijo nada el resto de la mañana, haciendo su trabajo en silencio y con la misma expresión seria, casi molesta, que cargó toda la mañana.

Kazuha no se molestó en hablarle, la chica también estaba ofendida por la actitud de mierda de Minji hacia ella, no le había hecho nada para ser tratada así.

Pasó su turno y Minji dejó su delantal y tomó sus cosas, sin decir nada ni despedirse, caminó hasta la universidad a paso apresurado, seguía molesta, por lo que llegó un poco más temprano a su destino.

Vio a la rubia bajar de una motocicleta, hablando por teléfono con una sonrisa, la que se borró rápidamente al ver la expresión seria con la que Kim la miraba.

𝖽𝖾𝗅𝗍𝖺 ♥︎!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora