Ban al no haber descubierto muy bien sus emociones y sentimientos hacia aquella peli lila lo condenará su pasado haciéndo que cometa muchos "errores" en su presente. Sin embargo Arthur, el nuevo romance de Jericho ¿Le dejaría el camino libre?
Entonces llegaron al hotel más lujoso de la ciudad. Ambos yacían sentados sobre el sofa mientras uno de los guardias de Jericho se encargaban de la polémica.
Y tampoco podian faltar los periodistas fuera del hotel quienes esperaban e deseaban hacer preguntas a los dos cantantes y actores.
—Señorita Herin, llego el joven Arthur. Él la espera abajo.
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Sus ojos rubis clavados en ella por detras, lo sentía, más no quería voltear.
—Esta bien Gael, tomarémáscosas y bajaré. Respondio la pelilila y entonces el guardia se retiro de la habitación.
Trataba de no mirarlo y solo buscaba su cartera para luego ordenar sus pertenencias. Y entonces cuando ya cruzaba la puerta sintió un fuerte brazo tomarla e jalarla hasta caer sobre el sofa. —¿Te piensas ir? ¿Con él?
Su voz era intimidante sin embargó mantuvo la calma y trató de levantarse, más no pudo pues los fuertes brazos de Ban la sostenían debajo de él impidiendo así que escapase.
Empezó a forcejear por liberarse; sin embargo no lo logró. Entonces dejó de luchar. Desvio la mirada, pues no sabía cuánto tiempo podría seguir sintiendo su mirada posada en ella, suspiro y volvió a hablar.
—Necesito irme o estaré en problemas. —Nadie vio nada, no habrán problemas.
Que fácil era decirlo, era cierto que "nadie vio nada." ; sin embargo era una acción que ambos hicieron, entonces si existió.
—Solo sueltame de una vez.
Pero no lo hizo, y en su lugar le dio un beso en la mejilla que fue bajando hasta su cuello. —Ya detente.. —¿Por que? Sientes algo, ¿No es así?.
¿Como podría decir que no? No dijo nada. Simplemente movió la cabeza dejándole espacio para que este siga. Apretó los ojos suavemente al sentir otra vez los labios de Ban sobre su cuello; sin embargo. Esta vez parecían querer bajar más.
—¡Ya deja de jugar conmigo! Esta vez volvió a resistirse y con toda la fuerza que tenía lo empujó liberándose.
Él solo la miro en silencio. Miro en silencio como esta tomo su cartera y salió de la habitación. Encontrándose justo en la puerta con Arthur. —A-Arthur ¿Acabas de llegar? El chico asintió y luego la sostuvo de los hombros mientras trataba de observar que este bien. Cuando lo afirmó hablo: —Jeri, te demoraste asi que vine a buscarte. Ambos sonrieron.
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El pelinaranja volteo un poco y observo al alto hombre detrás. Entonces sonrio
—Gracias por traer a Jericho, Ban. Yo me encargaré de llevarla a casa.
—No es nada, cuídense.
Entonces los observo irse, la observo irse con Arthur.
