Cap 7

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19 de febrero

Acordamos salir al cine en una tarde que, a primera vista, parecía común y corriente. Optamos por encontrarnos en el fascinante MixUp. Confieso que mis nervios se agolpaban en mi estómago mientras esperaba a mi acompañante, Sofi era la única confidente de mis ansiedades. Hablaba con ella, describiéndole cómo aguardaba con impaciencia, ataviada con su sudadera, hasta que finalmente lo vi, y mis piernas se convirtieron en gelatina.

Las primeras palabras que pronuncié fueron triviales, un par de saludos y preguntas superficiales que apenas rasgaron la superficie de lo que verdaderamente bullía en mi interior. En medio de la caminata, nos topamos con una camiseta de Mötlëy Crüe en el exhibidor de una tienda de rock, y sin pensarlo mucho, expresé mi admiración por la banda. Su respuesta me llevó a mostrarle mi propia camiseta con el logo de Mötlëy Crüe, transformando el encuentro en una escena tanto vergonzosa como divertida ya que no había visto mi camiseta. Decidimos pasear un poco antes de adentrarnos en la sala de cine, comprando entradas que generosamente él pagó.

Al llegar al cine, con entradas en mano, algo realmente normal, pero el destino tenía preparado un giro inesperado. Sumida en la proyección de la película, me dejé llevar por el cansancio, encontrando refugio en sus brazos que, de manera espontánea, me abrazaron. Una extraña sensación de confort me invadió mientras la película continuaba su curso. Al concluir la jornada, las despedidas resonaron, y en ese instante, compartimos el último beso del día, un dulce adiós que quedó suspendido en la atmósfera y recordé toda la noche y claro que le dije al día siguiente a sofi.

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