Podía sentir y escuchar absolutamente todo, desde la sangre corriendo por mis venas hasta el sonido de los animales caminando por encima de nosotros en tierra firme.
La respiración de Shisui golpeando mis labios hizo que mis pulmones volvieran a funcionar correctamente, y el nudo que sentí que aún me estaba atando y que me impedía pensar y moverme con libertad, desapareció. Mi cuerpo ahora volvía a ser mío, ya no escuchaba las voces susurrando en mi cabeza ni ese horrible peso sobre mis hombros. Shisui acababa de liberarme.
— Te amo —le dije mientras apoyaba mi frente sobre la suya.
— Te amo —acarició mi mejilla con dulzura y suma delicadeza—. Te amo más que a la vida, que a la aldea y que al clan. Pero... —hizo una pausa demasiado larga y me aparté al sentir cómo su cuerpo se tensaba. El azabache frunció el ceño y por instinto yo también lo hice—. Pero necesito tiempo.
Sentí como si me hubieran dado una fuerte bofetada.
— Necesito procesar todo esto... —se explicó de inmediato al ver mi reacción. Tomó ambas de mis manos entre las suyas y las apretó con fuerza, tratando de alguna manera de hacerme sentir mejor—. Pasé todos estos años completamente aislado anhelandote cada segundo, aún no puedo creer que hayas regresado, no sé cómo ni por qué y la verdad es que eso no me interesa ahora, lo único que me importa es que estás aquí conmigo de nuevo, pero... —su ceño se frunció más y su agarre en mis manos se intensificó—, es difícil, sufrí mucho y necesito recomponerme, mi mente y mi corazón necesitan asimilarlo poco a poco.
La verdad todo lo que decía me rompía por dentro, pero él tenía razón, y lo único que podía hacer por él después de haberle causado tanto dolor era alejarme de él por un tiempo. No soportaba la idea, pero debía hacerlo.
No me di cuenta cuando comencé a llorar hasta que Shisui con suma delicadeza limpió mis lágrimas con su mano.
— Perdóname.
— No —tomé su mano y la besé con devoción—. Tú perdoname a mí. Te entiendo perfectamente y estás en todo tu derecho. Ahora es mi turno de esperarte —suspiré—. Tómate todo el tiempo que quieras, yo esperaré.
Shisui sonrió y volvió a besarme.
— Te amo, mi vida.
🕯️
Subimos por las mismas escaleras que yo había tomado para llegar hasta él y cuando estuvimos bajo el hermoso y soleado cielo azul Shisui sonrió.
— Es bueno volver a respirar el mismo aire que tú.
Sonreí, y no pude evitar observar la banda color blanco que cubría sus ojos, por instinto mi cuerpo se estremeció.
Shisui notó de inmediato mi cambio de humor y sostuvo mi mano.— ¿Puedo pedirte una última cosa? —sus labios se curvaron formando una enorme sonrisa.
— Lo que quieras, cielo.
— ¿Puedes recuperar mis ojos por mí?.
Sentí una presión por todo mi cuerpo al escucharlo, y enseguida me vino a la mente la imagen de un anciano cubierto de vendajes. Apreté los puños. A mí memoria volvió la imagen de cómo la sangre le brotaba del ojo derecho de Shisui, mientras apretaba el hueco con fuerza, tratando de frenar el flujo. Era un recuerdo que seguía ardiente en mi subconsciente.
Apreté su mano y asentí, deshaciendo poco a poco el nudo de mi garganta para poder responderle.— Claro —apreté los dientes, sintiendo cómo un profundo odio corría por mis venas—. Tenlo por seguro.
Sonrió y besó mi frente.
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Por Siempre «Shisui Uchiha»
Fanfic- No sé por dónde volver a empezar - No tienes que preocuparte por eso. Retomémoslo dónde lo dejamos, pero ahora te prometo que terminará con un por siempre.