«Beomgyu, no te alejes, te necesito. He esperado cuatro años para que este reencuentro por fin se lleve a cabo.»
La voz se perdía, al igual que su sombra en una espesa bruma que lo rodeaba y lo enceguecía. No podía ver su rostro, pero su voz parecía retumbarle en los oídos. Se aterrorizó cuando comprendió que se estaba acercando. No lo veía, pero lo sentía y el temor que le erizaba la piel era tan fuerte como su presencia misma.
Intentó abrir los ojos, pero no consiguió hacerlo. Sus párpados se negaban a obedecerlo; no podía verlo, aunque presentía que él se estaba acercando.
«Gyu, por fin estaremos juntos. Nada ni nadie podrá ya separarnos. Te pertenezco y me perteneces y nuestra unión sellará nuestro amor para siempre.»
Lo sintió respirar junto a su rostro, su aliento tibio le helaba la sangre.
Le pidió que no lo hiciera, le suplicó que la dejara ir, pero sus gritos de terror parecían perderse en medio de la oscuridad una y otra vez sin ser escuchados.
—¡Déjame! ¡No!
Unos brazos firmes la sujetaron con fuerza.
—¡No me hagas daño!
—¡Beomgyu, despierta!
La voz de Yeonjun la obligó a abrir los ojos.
Por un segundo, no supo lo que estaba sucediendo; solo sabía que estaba aterrado y que el corazón le bombeaba muy fuerte dentro del pecho. Un escalofrío le recorrió la espalda.
—¿Estás bien? —Yeonjun no lo había soltado aún.
—Sí, sí —apenas balbuceó—. Solo ha sido una pesadilla.
—Me he asustado cuando te he oído gritar. —Por fin lo soltó.
Beomgyu se cubrió con las sábanas hasta el cuello.
—Lo siento, no quería asustarte. Tal vez debería haberte advertido de que esto sucedería —le dijo mientras se pasaba la mano por el cabello y lanzaba un suspiro.
—¿No es la primera vez?
Beomgyu negó con la cabeza.
—No, las he tenido durante años. Comenzaron un tiempo después de mi reaparición —le explicó—. Siempre es lo mismo, estoy en un lugar a oscuras y escucho una voz; pero no puedo ver nada.
Yeonjun notó que Beomgyu se había quedado absorto en sus pensamientos de repente.
—¿Qué sucede?
—Ha habido algo diferente esta vez. —Clavó sus ojos castaños en él—. Me llamaba «Gyu»; nunca antes había surgido ese nombre en las pesadillas.
—Eso es una buena señal; tal vez, tus recuerdos están volviendo — adujo animado Yeonjun.
—O tal vez solo es mi subconsciente. Tú mismo me mencionaste ese nombre y yo lo he trasladado a mi pesadilla.
Yeonjun asintió; muy a su pesar sabía que Beomgyu podía tener razón.
—¿No recuerdas nada más?
—No, todo está a oscuras y él me habla.
—¿Qué te dice?
—Que después de cuatro años, por fin vamos a estar juntos. —Cruzó ambos brazos sobre el pecho; con solo recordar aquellas palabras reavivaba el terror que experimentaba en sus pesadillas—. Me dice que nada ni nadie podrá separarnos.
—¿Algo más?
Él negó con un movimiento de cabeza.
—Bien, será mejor que intentes dormir de nuevo. —Apoyó una mano sobre su regazo y Beomgyu, instintivamente, se movió hacia atrás. No era el miedo que había dejado la pesadilla, era el rastro que había dejado el contacto de la piel de Yeonjun solo unas horas antes lo que le hizo reaccionar de esa manera.
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Serial Killer 《Yeongyu》
RandomHISTORIA CON CONTENIDO ADULTO, SI NO ES DE TU AGRADO ES MEJOR QUE NO LEAS Secuestrado por un psicópata en a universidad, Beomgyu debe de enfrentarse nuevamente a ese demente, pero esta vez, contara con el apoyo del detective Yeonjun Kim, y en el pro...