Él se encierra dentro de sí y unos cuantos cigarrillos,
ella a duras penas logra asomarse por esa ventana
que él sabe que tiene abierta y es imposible cerrar.
La complejidad de los cuerpos puede ser más sencilla
cuando estos dos se juntan para construir el apocalipsis de la luz.
En aquella habitación había un nuevo mundo,
un aislamiento de manos contra la pared
y de conversaciones interminables.
Él recordará haberla hecho suya solo con mirarla,
va a darle paso a la meritocracia
a costa de los besos de una niña.
Ella coleccionará un adiós jamás dicho.
Él tiene los sabores insondables de la vida,
ella siempre ha querido saberlo todo,
pretendía ser psiquiatra y guarida.
Él todavía no lo sabe,
pero ella marcará un tramo de su vida de por vida.
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Él era mi desastre favorito
PoesíaQue te diga que te quiere, no garantiza nada. A veces no vas a entender las decisiones de las personas, muchas veces ellos tampoco querrán dar explicaciones. No te queda de otra que disfrutar del tiempo ameno que te ofrecen y seguir con tu camino...