El arbolito

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El pequeño moreno se alentaba a si mismo, iba a hablarle a ese niño bonito, que nervios

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El pequeño moreno se alentaba a si mismo, iba a hablarle a ese niño bonito, que nervios.

-Okey Tomás, solo vamos y le hablamos, fácil, ya lo hemos hecho. -lanza un suspiro nervioso y avanza.

-Mejor mañana.- se regresa corriendo a su asiento, muestras tanto el niño bonito se da cuenta de el, queriendo acercarse pero antes de que pueda su amigo Navill le habla.

-Mila matelo- el pequeño de pelo café le mostró emocionado un lápiz con una pluma en el borrador sostenida por un punto de silicona roja.

-Gracias navil, me gusta.- era la segunda vez que le regalaba un objeto así, con una pluma pegada.

.-.-.-.-.

Tomás caminando por el kinder a la hora del recreo se reprocha así mismo por no poder hablarle a ese bonito, de repente escucha algo raro, asi que como todo niño curioso va a ver.

-Te vas a caer- con el ceño fruncido y la boca formando una pequeña O, le dice a Mateo, que esta en una rama, se preguntó cómo es que había llegado ahí.

-No...- el niño aprieta más la rama, cerrando sus ojos asustado.

-Si. - recorre el árbol con la mirada, al final mira el pequeño edificio.

-Ya vengo- se va corriendo hacia adentro, buscando a un profesor o a un adulto que le ayudará.

Mira a la doctora a lado de la maestra, corrió hacia ahí agitado.

-Mateo... Arriba, en-en arbol- trataba de recuperar la respiración, vio a las adultas asustadas y las llevo a el, corriendo, otra vez.

-¡Ahí esta'!- Mateo levanto un poco una mano.

-Tom, ¡Mitas!- casi resbalandoce regresa su mano a la rama, aferrándose más.

-¿Toommitas?- dice Tomás extrañado.

-¿Que?- Mateo aterrado no entendiedo que le quería decir.

Bianca, la doctora, manda a que le traigan una escalera.

-Okey niño, no te espantes, vamos a traer una escalera, yo subiré y te trataré de agarrar, te vas a aferrar a mi, ¿Okey?- Mateo solo asiente con los ojos cerrados, muere de miedo, no debió trepar el árbol.

-Aqui está maestra- una niña llevaba unas escaleras que a simple vista están chiquitas.

-Gracias pequeña, ahora ve a dentro.- la empuja con cuidado a un lado para que se valla caminando y extiende las escaleras, las sostiene esperando que Bianca suba.

-Alla voy niño, ¡Aguanta!- Mateo trata de bajar solo, su pie en el escalón de la escalera, se resbala y trata de sontenerse de un escalón, se aferra unos segundos haciendo que la maestra tratara de agarrarlo pero se cae junto al niño, así que la maestra va por ella.

-¡Oh por! ¿Estás bien? ¿Bianquin?- la maestra preocupada por su amiga le toma la mejilla, los ojos de la doctora recorren el lugar y se detienen en una imagen a su parecer, tierna.

-¿Mateo?- Tomás con sus dedos recorre la cara de Mateo, suspirando nervioso.

-¿Estás bien?- se acerca a su cara un poco, Mateo siente como algo en su vientre se mueve y se ríe nervioso, ¿Que fue eso?

-Si, agh- le dolía la mano que estaba atrás de ella pues cuando callo su mano se fue a su espalda. En efecto va necesitar lleso.

Un grito que hasta te duele a ti se escucha, haciendo eco.

Tomás se asusta y Mateo se desmaya.

Tomás se asusta y Mateo se desmaya

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Sus Labios Y Los MiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora