Está muerta

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Mateo.

Lunes por la mañana

Navill me abraza apenas llego al salón, le sonrio nervioso, se me olvidó ir a su fiesta.

—¿Por qué no fuiste a mi fiesta?— me pregunta aún sin dejar de abrazarme.

—Lo siento... — no estoy seguro de porque no fui.

—Te extrañe mucho, tuve que estar hablando con tomaz porque no estabas— siento que salta y se separa de mi.

—Hablado de el-

—¡Mati!

—Tommitas— nos abrazamos.

—¿Por qué no fuiste?— me sostiene la mano.

—Nose... Mamá, ella se desmayo y, ¿La llevamos al hospital?— Tomás me mira con lo ojos muy abiertos, upsi mis padres me dijieron que les dijera eso.

—¿Está bien?, ¿Quieres que mi papá valla?— aprieto mis labios, si me gustaría, mamá se siente mejor con el pero no, Raúl.

—¡Ya se!— Tomás me mira raro y yo le sonrio, acerco su mano a mi boca para dejarle un beso, su sonrisa me hace sonreir tambien, mi corazon lo siento precionado.

—Ya Mati—navil me interumpe agarrando la otra mano acercándome a el. —Mejor ven a mi casa, comamos galletas de chocolate y veamos películas para adultos— junto mis cejas un poco.

—¿Películas para adultos?— pregunta tommitas, recargando su cabeza en mi hombro, siempre que hace eso me da cosquillas.

—Si— Navil lo mira pero no veo su habitual molestia, ¿De que me perdí? —Ya sabes, sangre y senos expuestos

—¡Nal!— grito y nuestros compañeros del salón se nos quedan viendo. —No digas esas cosas— lo miro avergonzado, mis mejillas arden y me acerco más a tommitas, me rodea con sus dos brazos.

—Navil, no quieres ver senos— besa mi mejilla sin dejar de mirar a Navill.

—¿Porque no? Son interesantes, cuando se mueren se caen, me lo dijo tu hermano.— ah... ¿No que?

—¿Hermano?— me separo para ver a Tomás, el no me mira, sigue mirando a Navil, eso me empieza a molestar, ¿Porque lo mira si antes ni se querían conocer?

—Aqui— señalo mis ojos con mi dedo índice de la mano izquierda mientras que con la derecha sosténgo su barbilla. —Debes de estar viendo aquí, a mi.— Tomás me sonríe y asiente, me abraza un poco y me suelta.

—Mi hermano regreso de con mi tía— mis cejas se juntan.

—¿Porque no conoco a tu hermano?— sus hombros se encojen.

—Yo tampoco lo e visto mucho, mis papás lo tuvieron mucho antes que a mí, creo que tiene 20 años...— lo miro sorprendido. Eso explica a ese muchacho que e visto unas dos veces en casa de tommitas.

—Lo conocí en la fiesta, fue a dejar a tomaz, es divertido, me prestó esto, mira— como flash, Navil saco de su mochila que es color guinda, una libretita de colores raros.

-.-.-.-

—Senos— Navil coloca la libretita (manhua me dijo) en mis piernas, estamos sentados en los asientos de semento afuera del salon, es recreo.

En realidad no se que decir, Tomás está mirando demasiado mucho esos, senos. ¿Porque rayos son tan grandes?, ¿No sé cansan? Ojalá se fracturen la espalda por tanto peso.

—Tommitas...— lo llamo, primero mueve su cabeza y después sus ojos.

—En efecto, está muerta

—¡Lo vez! Se nota que está muerta porque sus senos...— lo volteo a ver porque dejo de hablar, el profesor está atrás de el.

-.-.-.-

—¡¿Cómo porque carajos le enseñas esas cosas a los niños!? ¡Son niños Antonio! ¡Niños!— la mamá de Tomás le grita al chico, el que pensaba.

El esposo de la señora, solo mira a sus hijos, a un lado de tommitas y de navil, los tres estamos sentados en unas sillas negras al frente de la directora, no deja de pasar las hojas de el manhua poniendo caras grasiosas de vez en cuanto.

—Martha, es suficiente.— el esposo le habla y Martha, lo mira enfadada.

—¿Y tú porque no le dices nada? ¡Ah claro!, es tu consentido, ¡Si mata a una persona lo ayudarías a esconder el cuerpo!, menudo gilipollas.

—¡Mamá!

—Mamá, nada, estás castigado.— Antonio gira los ojos.

—Son mayor ya no me mandas.

—Yo creo— habla la directora. —Que eso lo discuten afuera, en su casa, aquí es un lugar de estudio y sus gritos— mira a Martha y las mejillas de ella se ponen rojas, la entiendo, si la maestra me mirara asi tambien me podria nervioso. —Solo asustan a sus hijos. Los niños, perdón.

Suspiro y siguen hablando, volteo y miro a Navil llorando, a tommitas agachado, muevo más mis ojos y mis padres solo me miran, están enojados, estoy seguro, solo no se si lo están conmigo o con Antonio.

La madre de Navil está llorando también, mientras abraza a su hijo. Siento una punzada en mi mano y la miro, oh mierda.

—Pueden retirarse.

—Pero— la directora interumpe a Martha diciendo adiós, nos salimos caminando lento, tengo ganas de agarrar la mano de tommitas, se que no le gusta que lo agarre si estan sus padres pero aun asi.

—Realmente lo siento linda, mi inútil hijo será castigado, no se preocupe.— Martha le dice a la mamá de Navil, está solo asiente sin poder dejar de llorar. Mi mamá se acerca a ella y la abraza, Martha hace una mueca y va con su esposo.

—Tommi- Tomás— me mira y niega, asiento y suspiro.

Al menos ya se identificar senos muertos.

Al menos ya se identificar senos muertos

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Sus Labios Y Los MiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora