55. Romeo y Julieta

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Y si, este es el último capítulo de esta historia. Quería hacer algo diferente, y aquí está. Pronto volveré con nuevas historias, y de más personajes y series.

Muchísimas gracias por todo el apoyo que he tenido, es lo que me motiva a escribir. Besos y abrazos.

Después de la segunda guerra mágica Austin y Emily habían decidido vender la casa de sus padres.

Ninguno de los dos quería la casa, Emily había decido terminar sus estudios en Francia y Austin se iba a casar con Hannah. Sebastián decidió comprarla, aún que al principio ellos no querían vendérsela, si no más bien dársela. Al final accedieron. Eileen estaba demasiado triste, y enferma.

Habían enterrado a Severus hacia poco y movido el ataúd de Lyra junto al de él.

Al entrar en aquella casa llena de recuerdos Sebastián la abrazo. Sabía que había sido muy doloroso perder a su hijo. Además Severus había estado protegiendo a Potter y desempeñar un papel de doble espía fundamental, y cuando murió Lyra no fue nada fácil para él.

Quiero recoger todas las fotografías y guardarlas en álbumes, para que Austin y Emily las tengan. Sebastián asintió-Todo lo que tú quieras cielo.

Así lo hicieron y no tardaron en tener todo empaquetado y listo para mandar a Emily y Austin a sus respectivas casas.

Austin estaba intentando obtener un puesto de Auror en el ministerio, y haber ayudado en la guerra como ayudo sirvió de mucho, porque admitieron que hiciera las pruebas de acceso. Había salvado la vida de mucha gente sacándolos del castillo por un pasadizo secreto y luego protegiéndolos de maleficios.

Emily quería alejarse de la gente que sabia su historia, no paraban de mirarla con pena y susurraban a su alrededor. Así que le pidió a su abuela que la inscribiera en Beauxbatons y aún que todos la intentaron convencer de que se quedará, ninguno lo consiguió.

Ese verano Harry quería hacer una ceremonia por las personas fallecidas en la guerra mágica, había invitado a todos los involucrados, pero a ellos especialmente.

Hannah tuvo que hablar largo y tendido con Austin para que fuera y Eileen le mando varias cartas a Emily hasta que confirmo su asistencia.

La ceremonia no fue pequeña, pero solo estaban los familiares de las personas fallecidas, que no eran pocas.

Harían una placa conmemorativa con los nombres de todos y cada uno de los caídos y héroes de guerra. Y Minerva que ahora era la directora estaba encantada con la idea.

Austin y Emily se largaron corriendo en cuanto pudieron y se sentaron en un viejo banco que iba camino a la biblioteca. Mama y papá estarían orgullosos-dijo Austin sin mirar a su hermana. Porque, por huir de aquí porque todos me miraban mal-pregunto molesta.

Emily, yo también me hubiera ido, es normal-respondio mirándola está vez. Pero ella no se giró-Recuerdas que papá no se mostraba cariñoso con nosotros en público.

Él asintió y lo miró. En el entierro de mamá estaba destrozado, más que nosotros. Y allí si me abrazó, no le importo lo que nadie opinará sobre él en ese momento. Y yo sin embargo huyó-siseo apretando los dientes.

Ellos sabían que estaba enamorado de Hannah y sin embargo, ninguno sabe que hemos terminado casados-respondio soltando un suspiro triste.

Volveré a Hogwarts el próximo año y enfrentaré las miradas, hecho de menos estar contigo y con la abuela-respondio solprendiendolo. Él asintió-Se lo diré a la abuela y...

Emily se rió y Austin frunció el ceño.

No lo recuerdas-pregunto mirando al frente, donde había una estatua de algun mago famoso. Austin nego y siguió su mirada.

Cuando éramos pequeños nos trajeron aquí, antes de entrar a Hogwarts. Nos dijeron que cuando salían de la biblioteca se reunían aquí, con los tíos y sus amigos. Quién diría que años después esas mismas personas los traicionarian-respondio con lágrimas en los ojos.

Austin recordó aquel día, una preciosa tarde de sol. Emily debía de tener unos cinco años, Austin diez o nueve tal vez.

Lyra llevaba a Emily en brazos mientras Severus y Austin iban hablando sobre a que casa pertenecería.

Se sentaron tranquilamente bajo el sol, en un banco muy específico. Severus le había dado la mano a Lyra mientras sentaba ha Austin en sus piernas.

Aquí veníamos papá y yo cuando eramos estudiantes, nos reuníamos con amigos-dijo Lyra mientras besaba la mejilla de la pequeña que parecía que no le prestaba atención. Me gusta la estatua-dijo Austin mirándola. Severus sonrió y aseguro no saber quién era.

Ojalá estuvieran aquí, con nosotros-dijo Lyra besando a Severus. Seguramente pronto nos volveremos a encontrar-aseguro cogiendo mejor a un Austin de diez añitos que miraba a su hermana sonriente.

Al fin y al cabo Romeo y Julieta habían muerto para estar juntos, no.

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