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La obsesión de Roier aumentaba con cada día que avanzaba.

Había pasado horas de desvelo en encontrar canciones que reflejaran su estado de ánimo en su totalidad, algo que lo describiera con facilidad y que pudiera ser interpretado por él, de quien debía adivinar lo que su vida era en realidad, porque de todas las canciones que le mandaba para describirse debía de separar lo que creía que era real, de lo que no.

Cellbit era un enigma muy interesante, y había perdido la cuenta de las veces que intentó saber algo más que su nombre, o datos inexactos de quién era o de dónde venía.

Ya había recibido algunos tintes sobre las canciones que le mandaba, hasta el punto en que se preguntó si de verdad las cosas podrían ir tan mal para él, sobre todo cuando en la última actualización le había mandado una sola canción, que no había escuchado antes y lo hizo acomodarse en su fría habitación mientras la analizaba.

Se dio cuenta que Cell aprovechaba la noche para volverse más personal, y dejarle canciones más nostálgicas que lo hacían pensar en que quisiera poder conocer mejor la situación y quizá ayudarlo un poco a mejorar eso.

La canción era interesante, empezaba bien, le gustaba el ritmo, y era el tipo de canción de adolescente que está pasando por una crisis, pero lo dejó pasar, la escuchó con una risita entre los labios entre más avanzaba.

Welcome to my life – Simple Plan.


"¿Alguna vez tienes ganas de descomponerte? ¿Alguna vez te has sentido fuera de lugar, como si de alguna manera no perteneces y nadie te entiende?

¿Alguna vez has querido escapar? ¿Te encierras en tu habitación?

Con la radio encendida tan fuerte, que nadie te oye gritar."

Roier movía la cabeza al ritmo, con los párpados cerrados y el ceño fruncido mientras la canción lo recorría con facilidad.

"No, no sabes cómo es cuando nada se siente bien. No sabes lo que es ser como yo.

Ser herido, sentirse perdido, ser dejado fuera en la oscuridad, que te pateen cuando estás abajo, sentir que te han empujado, estar al borde de romperse y nadie está ahí para salvarte.

No, no sabes cómo es: Bienvenido a mi vida."

¿Su vida sería así de pesada? ¿Habría algo que lo hiciera pensar que todo era tan difícil al punto de tener una canción del 2004 como una clara representación de lo que pasaba en su vida. Sonrió un poco al imaginarlo con uno de esos flequillos adornando la mitad de su cara, y una innumerable cantidad de pulseras colgando de sus muñecas.

"¿Quieres ser otra persona? ¿Estás harto de sentirte tan abandonado? ¿Estás desesperado por encontrar algo más antes de que tu vida termine?

¿Estás atrapado en un mundo que odias? ¿Estás harto de todo el mundo?

Con sus sonrisas falsas y mentiras estúpidas, mientras en el fondo están sangrando."

Bueno, algo tenían en común; pensar que la gente sí solía ser hipócrita y mentir con respecto a sus sentimientos, pero a veces esa hipocresía era para con ellos mismos, porque eso de mentir que estamos bien debía ser totalmente jodido. No poder ser capaz de demostrar lo que hay en el corazón y dejar de aparentar.

"Nadie te mintió directamente en la cara, y nadie te apuñaló por la espalda. Podrías pensar que soy feliz, pero no voy a estar bien.

Todo el mundo siempre te dio lo que querías, nunca tuviste que trabajar. Siempre estaba ahí, no sabes lo que es ser herido, sentirse perdido, ser dejado fuera en la oscuridad, que te pateen cuando estás abajo, sentir que te han empujado..."

Melómano. / Guapoduo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora